domingo, 31 de mayo de 2015

Lawa (2)

"Que hayas pasado un buen día, disfrutando el amanecer, tomando una buena lawita de chuño que te gusta" -- escribe mi hijo que está lejos. Le respondo : Sí vi amanecer, ayer y también hoy. La lawa de chuño me gusta, pero no es fácil hallarla; mientras, me conformo con cualquier otra lawa; sobre todo me gusta la de trigo aplastado llusphichi, el chague de trigo pelado, y la lawa de choclo, jakalawa, que aunque no creas, en este tiempo de invierno, se puede hallar. La cosa es que hay que saber cuál comidera hace cómo sus lawas. Por ejemplo, doña Pancha, donde empecé a almorzar luego de separarme de tu madre, ella había sido desayunera de origen ... lo que sabía hacer bien era api y similares: hirviendo nada más un rato la mezcla de harina con agua. Error, pues, haber usado tanto tiempo su plato y cuchara. Tuve que cambiar de casera, probar -- lo que hace que las comideras cochabambinas te respeten; saben que en cualquier momento las puedes dejar; además, ¡darte el lujo de ir de una a la que debes, sin asco, pasarte por un día a la del frente, a la del lado...! -- eso es lo que hice que me hizo conocer de lawas. Pero las lawas se hacen hirviendo algo más que un rato, algunas lawas hay que hervirlas mucho. Y, como con cualquier sopa, importa el caldo de hueso y carne que se hace antes, por separado, habiendo hecho, aun antes, un guiso rápido de verduras. Esto me lo enseñaron una de las mujeres con quien viví un tiempo, hace ya años, y tu hermana. Sí sé hacer lawa, y espero con ansiedad el día en que vuelva a hacerla, el día de cocinar mi propio almuerzo de vuelta.

viernes, 29 de mayo de 2015

Hoy (15)

Bajo por una de las dos vías que más me gustan en este valle. Bajo rápido. Ambas ruedas bien infladas. Bajo por el lado izquierdo del carril izquierdo. Pienso en lo rico que será, a última hora de la tarde, parchar ambas llantas, que desde ayer están apenas leve pinchadas, que se bajaron a medias en toda la noche. Aguanto la estupidez de un motorista en la rotonda más amplia que conozca en la ciudad; gritando, me hago a un lado; el tipo pasa de largo. Revivo momentos por esta misma vía, hace muchos años, yendo al médico donde esperaba mi hijo herido.

En la noche, con las llantas curadas, subiré por la otra de las vías que más me gusta. Desde cuando descubrí esta predilección, hace diez años, ambas vías cambiaron mucho, su velocidad se dobló. No son ya los ambientes cómodos, tibios que entonces fueron. Las construcciones crecen en sus bordes, edificios comerciales, las fachadas de colores chillones; las calles que las vertebran, algunas, con luces muy blancas, que barren el espacio, y sus casas, algunas, con alambres de inserción en la piel la carne de los improbables ladrones, y con cables electrocutantes. El miedo.

Pero si vuelvo suficientemente tarde en la noche, y si oscilo entre ambas avenidas, eludiendo los lugares donde el miedo propietario cristaliza más histérico, puedo gozar del tráfico espaciado, y, acelerando, al viento este ciclista, puedo olvidar los daños, para, ahí nomás, recordándolos de vuelta, pensar en buscar con otra gente caminos para reparar esos daños, y me siento bien, completo.

jueves, 28 de mayo de 2015

Hoy (14)

En el momento de lucidez, que lo tienen, cada tanto despiertan un instante, saben que van a una muerte apurada, saben que están destruyendo el día, que cada hoy se comen muchos mañanas.

¿Cómo cambiar la cosa?

Es nada más dejar de hacer el daño : dejar de matar, ya no robar más, no mentir, callar, dejar los dedos quietos, no apuntar al prójimo, soltar el arma, basta de daño. Esta es la cosa : parar y quedarse quieto, antes que seguir haciendo lo mismo, que es pecar.

Es difícil, van como por una pendiente, cayendo, rodando, hundiéndose en la muerte hoy, el fin del mundo siempre, el hoy ya nunca... esto es lo que ellos los del poder, ellas las del dinero, buscan. Ellos dieron el salto adelante, a la nada, ellas niegan el día, su nombre es no a hoy. Pues saben que tendrían que pedir perdón y expiar, pagar, les sale natural seguir matando, robando, mintiendo. Quemaron los puentes, ahora son solo el mal.

Pero aquí estamos otros, somos hombres, mujeres, y podremos recuperar el día, ser hoy, viviremos contra los enemigos del día, contra los que se están tragando el mundo, ensuciándolo, empobreciéndolo, destruyendo pueblos y naciones, desapareciendo hombres mujeres lenguas animales pájaros bichos gusanos plantas hojas piedras ; hallaremos cómo neutralizarlos, veremos cómo rehacemos lo que está siendo destruido, cómo corregimos lo que ellos, ellas tuercen. Que el espíritu nos ilumine.

martes, 26 de mayo de 2015

Indígenas perseguidos en Bolivia por resistirse a la construcción de una ruta en su territorio, por Renata Albuquerque de Moraes

INDÍGENAS SON PERSEGUIDOS EN BOLIVIA POR RESISTIRSE A LA CONSTRUCCIÓN DE UNA RUTA EN SU TERRITORIO
Fuente Racismo Ambiental

Por Renata Albuquerque de Moraes*

Indígenas del TIPNIS resisten a la presencia del gobierno en la en la comunidad en Sécure y son procesados por robo calificado en Trinidad.

La noche del 19 de mayo de 2015 recibi la notícia de que tres indígenas del pueblo yuracaré, residentes en la comunidad de Nueva Lacea del rio Sécure, están siendo procesados por robo calificado por la Procuradoria Municipal de Trinidad, la capital del departamento de Beni – localizado en las tierras bajas de Bolivia. La comunidad es una de las sesenta y cuatro del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, el TIPNIS, escnario de los principales conflictos políticos en los últimos años del gobierno de Evo Morales. En mi último viaje al TIPNIS fui recibida con mucho cariño en la comunidad de Lacea, donde estuve por cerca de un mes. Alli tuve la oportunidad de conversar con los comuneros sobre sus estratégias de resistencia a los planes gobernamentales de construcción de una ruta a través del TIPNIS, y entre los tantos asuntos siempre aparece el tema de los decomisos y de otras estrategias de aplicación de su justicia comunitaria.

Lo que pasa que en la Bolivia Plurinacional, la Bolivia del Buen Vivir, deberia garantizar la autonomia política y jurídica a las comunidades y territorios indígenas, escenario que está lejos de ser realizado. Frente a las injusticias recurrentes y a través de sus estructuras políticas orgánicas, las comunidades deciden por lo que consideran como solución y terminan tenienddo que enfrentar en la justicia ordinaria los costos da su aplicación: en 2013 acompañé otro caso de indígenas procesados en Trinidad por aplicar su justicia comunitaria, a pesar de ese derecho estar contenido en la nueva Constituición del país (aprobada en 2009). Hay, sobre todo, un problema de jurisdicción, ya que esos casos deberían ser procesados en la justicia indígena y no en la ordinaria.

Los decomisos son estrategias de retomada del control sobre el territorio, son confiscaciones de objetos diversos que tienen el fin de controlar el acceso al TIPNIS. Desde que los conflictos en la región se intensificaron frente a la polêmica sobre la construcción de una ruta a través del territorio el acceso a la región se tornó un asunto especialmente importante. Se tienen noticias de otros barcos que fueron decomisados por entrar por los rios Isiboro y Sécure sin el permiso de las Subcentrales de la región. En 2013, por ejemplo, el motor de un barco que rondaba un campamento (notoriamente intentando obtener información políticas en un momento crítico de disputas) fue confiscado por decisión unánime de los indígenas reunidos. La práctica es recurrente y puede ser justificada de diferentes maneras: se decomisan los motores de los barcos que no son bienvenindos; maderas extraídas ilegalmente; materiales utilizados en prácticas de soborno. La práctica movilizada en defensa de la autonomia de las comunidades sobre su territorio amenazado.

En abril de este año, con la proximidad de las elecciones para gobernadores, los comuneros de Nueva Lacea confiscaron el motor de un barco de una diputada indígena electa por el MAS, el partido de Evo Morales. La diputada Ramona Moye se aproximó a la comunidad de Lacea sin permiso, incluso siendo reconocida la oposición de aquella pequeña comunidad al gobierno de Morales. Ella hacía campaña para el ahora gobernador electo Alex Ferrier, también partidario del Movimiento al Socialismo del presidente. Frente a tantas hostilidades entre el gobierno y las comunidades que resisten a la construcción de la ruta en el territorio las relaciones entre gobernistas y opositores están profundamente desgastadas desde hace años, situación que se manifiesta de maneira más o menos tensa en cualquier encuentro entre los diferentes segmentos políticos. De acuerdo con lo que fue relatado el cabildo de la comunidad quedó como responsable por el motor confiscado y decidió devolvérselo a sus dueños luego del decomiso. Aún así, y no ocasionalmente después de la elección del gobernador MASista, la diputada decidió darle continuidad al proceso y acusar a tres indígenas de la comunidad (uno de ellos menor de edad) a través de la Promotoria Municipal de Trinidad.

Dos aspectos de este episodio son especialmente perturbadores e igualmente graves. El primero e la desconsideración del carácter comunal de la decisión del cabildo, que implicó en la orden de prisión dirigida a tres indígenas. Aunque ellos hayan protagonizado cualquier acción en el momento de la confiscación, respondian a la deliberación de sus autoridades locales y no deberiam ser individualmente responsabilizados por una disputa política mayor que ellos. Vale dicer que Ermínio y Timoteo, dos de los acusados, ya sufreron persecuciones de otros órdenes y son amenazados de muerte en algunas regiones del parque. Su actividad política los pone en riesgo para su vida y para sus familias, situación inadmisible en cualquier país, pero especialmente en un Estado recientemente refundado como Plurinacional.

El otro aspecto perturbador es la alquimia jurídica que involucra al caso, capaz de haber transformado una disputa política que deberia ser resuelta frente a la justicia indígena en un crimen registrado en la justicia ordinaria. A través de las lentes plurinacionales, el episodio no deberia ser encuadrado como robo, habiendo espacio en la justicia indígena para que el conflicto de perspectivas sea analizado y solucionado. Cuando se presentaron ante la fiscal Lubia Peralta en la tarde de ayer (20/05/15) ese argumento fue movilizado y los indígenas reivindicaron que se acepte que el episodio sea resuelto por la justicia comunitaria. Esa será la gran disputa que involucrará a la situación.

Cuando representantes del movimiento indígena accionan a la justicia ordinaria para resolver un conflicto propio del territorio dan pruebas que privilegian el mantenimiento de una supuesta estabilidad política de Morales disminuyendo el fortalecimiento de los avances que los pueblos indígenas bolivianos arrancaron del Estado en las últimas décadas. En el límite esos segmentos indígenas gobernistas debilitan el proceso de cambio que reivindican, descaracterizando el significado profundo de la plurinacionalización, tal como ella aparecia en 2009 y después en 2010.

Ya no nos sirven los discursos heroicos emocionados de Evo Morales. Bolivia, a pesar de algunos avances institucionales y constitucionales importantes, sigue siendo escenario de persecuciones políticas graves y de prácticas de atropello sistemático a los derechos indígenas. El gobierno de Evo Morales no responde a los intereses de gran parte del movimiento indígena de su país y de manera recurrente moviliza episodios polémicos como la via de criminalización individual de líderes y de comuneros indígenas. La criminalización que quiere pasar como aleatoria es la otra cara de la persecución política de aquellos que resisten a los avances desarrollistas en el país del Buen Vivir.

*Renata Albuquerque de Moraes es Antropóloga y doctoranda (PPGAS/UnB).

viernes, 22 de mayo de 2015

Ciclovallunos en el matadero

Dos ciclovallunos, ayer en el ex matadero, parcharon la goma de la bicicleta de esa institución. Dos huecos (los mismos que, para vergüenza ciclovalluna, no descubrieron el sábado pasado, al destripar la llanta, operación luego de la cual, y habiendo inflado, dijeron que ya estaba; cuando vino el encargado y tocó la llanta, ella estaba vacía), que parchamos. Muy duro el alambre formador de la llanta, cuesta poner la cámara en su lugar. Una vez hecho, un toque a la llanta, ¡que se está desinflando! ¿Otro hueco? ¿Un hueco más, no visto burbujear bajo el agua? No, es que al rearmar la rueda, haciendo palanca con el mango de una cuchara (elemento de nuestras herramientas), picoteamos la cámara. Vergüenza para el chambón.

Los ciclovallunos, por iniciativa propia, sin que se lo pidieran, inflaron la llanta de otra bicicleta puesta ahí en el amarradero de la institución, una bici de mujer, y le acomodaron el traspuesto pedal derecho.

Al irse, el chiste del ciclovalluno W contra el ciclovalluno Q: "Deja tu bici, llevate esta (señalando la bici negra del Matadero) a cambio (de la tuya)". Responde Q, herido: "¿Por qué no te la llevas tú, a cambio de la tuya?" (que es también negra). Es que esa clase de chistes..., chistes de lesa bicicleta, no se permiten, no, al menos, entre ciclovallunos.

domingo, 17 de mayo de 2015

Protección repetida

Ella de diecisiete años le cuenta a su padre que el domingo pasado, al volver a casa, su hermano de quince le iba diciendo que no, cómo pues, no por ahí, nooo, no vayas por el borde mismo de la vía, no ves que es ahí donde se juntan las piedritas, los pedacitos, vidrio, madera, fierro, los alambres que son los que pinchan bicicletas; y que él se le ponía a la izquierda, protegiéndola... exactamente igual que cuando eran tres, y iban por las calles juntos en tres máquinas, hacen ya tantos años, y era el padre quien protegía a los dos, poniéndose entre los carros y ellos, y diciéndoles, entre otras muchas, muchas cosas, eso que, esta vez, el domingo pasado, él de quince le dijo a su hermana de diecisiete, según a su padre le cuenta ella. Cuenta ella, además, que luego de despedirse ellos hijos de él padre, en el parque Lincoln, a las seis de la tarde del domingo, reaccionando ellos wawas, quisieron seguirlo al viejo, pero este había desaparecido, se había perdido lejos el padre.

viernes, 15 de mayo de 2015

Ciclovalluno sobre la ley municipal de la bicicleta

Esa ley no debe haber. No debe haber ninguna ley para manejar bici. No se necesita. Está mal. ¿Acaso hay o puede haber ley para caminar? A este paso, van a querer hacer leyes para respirar, para vivir. Carajo. -- Lo dijo hoy, después de leer rápido la copia de la ley municipal de la bicicleta, uno de los ciclovallunos; él trabaja en la alcaldía del Cercado, es parte de los equipos que parchan el asfalto de las vías de esta ciudad.

Propuesta de cambio en el tráfico en Cochabamba : designación de calles y avenidas con tráfico motor restringido y reservadas a peatones y ciclistas

Si queremos una ciudad de Cochabamba donde poder caminar, caminar más tranquilos y seguros, habrá que quitar autos de las calles, habrá que cambiar las costumbres de peatones y motoristas (la palabra motorista nombra a quien maneja un carro a motor). Abrir campo a la gente que camina en la ciudad puede ir casado con abrir campo a la gente que usa bicicletas; para esto habrá que quitarle espacio a los carros.

El grupo de ciclistas diarios Ciclovalle propone reservar vías alternativas para peatones y ciclistas en Cochabamba. Se tratará de que cada avenida importante, como las que van a Quillacollo, a Sacaba, a Tiquipaya, al lado Sur del valle central, y al Valle Alto, tenga una otra avenida, paralela, por la que peatones y ciclistas (y gente en planchas boards, en patines, en sillas de ruedas, con muletas, etcétera) se muevan seguros, pues de ella se ha retirado a los motoristas, permitiéndose apenas que entren, con autorización expresa y a ciertas horas, los carros de los dueños de casa, los vehículos de distribución comercial, y las ambulancias (¿añadir otro tipo de vehículo permitido?).

Ejemplos. Paralela a la avenida Libertador Bolívar, con toda clase de carros, va la calle Adela Zamudio, reservada a peatones, ciclistas y similares y con tráfico motor restringido. Paralelas a las avenidas Villazón, Blanco Galindo y Petrolera, que aceptarán carros sin restricción, van, respectivamente, las avenidas Chapare (en construcción), la Capitán Ustáriz o camino viejo a Quillacollo, y las avenidas ... (llenar nombres de las paralelas a la av. Petrolera), de preferencia peatonal y ciclista, y con restricción vehicular. También se reservarán a peatones y ciclistas cuatro calles del centro urbano que vayan del extremo Este, en la falda del cerro San Pedro o avenida Rubén Darío, hasta el río en su paso por el lado Oeste del centro; dos en sentido Este-Oeste y dos en sentido inverso. Y se reservarán para peatones y ciclistas otras cuatro calles del centro que comuniquen el lado Norte, cerrado por el canal del río Rocha, con el lado Sur, limitado por la avenida Seis de Agosto; dos en un sentido y dos en el sentido inverso.

Las calles inicialmente designadas con preferencia ciclista pueden ser las que tienen menor tráfico automotor, como la Junín, o las que ya tienen mucho tránsito de peatones, como la Jordán. También puede limitarse el movimiento de motores en la calle Ecuador, que está cerrada al tráfico de motores entre España y Baptista.

Octubre de 2010.

Adición a fines de 2016. Las peatonalización de dos cuadras en los lados norte y sur de la plaza 14 de septiembre podría servir para extender la exclusión de los motores al resto de esas dos calles, llamadas Santiváñez-Sucre y General Acha-Bolívar, que conectan la falda del cerro San Pedro con la ribera oeste del río Rocha.

martes, 12 de mayo de 2015

La reunión de ayer y la entrevista de hoy

Este ciclovalluno se reunió ayer con Carlos Bellot, empleado de la asociación de municipios y promotor de la ley municipal de la bicicleta. Carlos pidió mis sugerencias para mejorar la ley, aprobada ya "en grande" y próxima a promulgarse... si nosotros no lo impedimos. Dije que el grupo Ciclovalle-Ciclapampa discutió cómo mejorar la situación de ciclistas y peatones en las calles y concluyó que hay que hacer más lenta a la ciudad (idea igual a la de varias personas y grupos, hace treinta años, en otras partes del mundo); hay que luchar contra la impunidad motorista, castigando a los conductores de autos agresores; hay que disminuir el número de autos; hay que dar más espacio a los ciclistas, pero sin segregarlos del conjunto del tráfico (la experiencia europea y estadounidense de noventa años de ciclovías muestra que ellas, dando una sensación falsa de seguridad, aumentan el número de colisiones). Le dije que el proyecto municipal de ley de la bicicleta busca remediar la situación incómoda de los ciclistas, imponiéndoles obligaciones a ellos, las víctimas de la inseguridad, en lugar de limitar el campo libre de los motoristas; dije que ese proyecto busca una ciudad con ciclovías por todas partes, lo que no conviene a los ciclistas; que facilitará a las autoridades el sacar de las calles a los ciclistas, a las bicicletas, con pretextos. Le pedí que se retirara del proyecto los artículos incluidos en el título "tránsito de ciclistas" y la parte de "inmovilización y retiro de bicicletas".

Bellot defendió el proceso municipal de comunicación que llevó a la redacción del proyecto de ley municipal, al que, dijo, él no aportó más que "apoyo técnico"; dijo que nuestra oposición al proyecto, fuera de tiempo, vale menos, pues nosotros no representamos a nadie, somos ciclistas solos, a diferencia de los participantes en el proceso aquel, ciclistas organizados, transportistas, dirigentes vecinales, autoridades, etc.; se quejó del tamaño del ego de dos de los opositores al proyecto, quienes exponen sus antecedentes en el tema del ciclismo urbano. No respondió a las sugerencias que le hice, y dijo que "hay voluntad política" para promulgar la ley municipal de la bicicleta, que será en el curso de esta semana.

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Dos ciclovallunos fuimos hoy al diario Opinión para sacar al público nuestra oposición a la ley municipal de la bicicleta, cuyo trámite en el concejo municipal, aprobado "en grande", va a la aprobación en detalle. Dijimos que la ley es excluyente, elitista, discriminadora. Mostramos carteles con este mensaje y con las demandas ciclistas de seguridad, espacio, respeto, inclusión y castigo a los [dibujo de un auto = motoristas atropelladores]. La periodista Zulema Meza nos asombró, insistiendo con preguntas, con réplicas y contrarréplicas que mostraban su distancia respecto a nuestra posición y su cercanía con la posición del grupo de personas que promueven esa ley. Mostró conocer algunos asuntos de la ley municipal. Defendió el orden que según ella la ley municipal traerá a las calles y entre los ciclistas. Zulema dijo ser motorista respetuosa de la ley. Fue una entrevistadora polémica. La periodista no quiso recibir copia de la carta que unos ciclistas diarios enviamos al Concejo Municipal, exponiendo con detalle las objeciones de Ciclovalle=Ciclabamba a la ley municipal.

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Viernes 15 mayo. Volvimos a ir a Opinión, hablamos con María Luisa Mercado, quien tomó notas de lo que le dijimos. Veremos la publicación.

domingo, 10 de mayo de 2015

Por qué algunos ciclistas salen de la calle, dejan de usar bicicleta

¿Por qué tantos ciclistas salen de la calle, dejan de usar bicicleta en el valle urbano de Cochabamba?

Conversando, en el curso de los muchos años últimos, con diferentes ciclistas, algunos de ellos amigos de miembros del grupo diario Ciclovalle, identificamos tres motivos.

(1) Muchos ciclistas se resienten de lo que captan como una inseguridad personal mayor para ellos en las calles, provocada por los motoristas, por su impunidad. (Los motoristas tienen una efectiva impunidad, pues sus acciones de aproximación, amenaza y acoso, muchas veces cada día, en contra de peatones y ciclistas, no son censuradas ni castigadas. Peor, algunas de las colisiones de automóviles contra peatones y ciclistas, con heridos o peor consecuencia, no resultan en investigación, juicio y castigo de los motoristas responsables.) (La inseguridad vial es sentida : la sensación de inseguridad, referida por el actor, puede ser juzgada por un observador, ajeno a la acción, como exagerada, o, al revés, como menor a la inseguridad juzgada real por el observador.)

(2) Llegados a cierta edad, alrededor de los treinta años, algunos ciclistas trabajadores creen que se han ganado el derecho a sudar menos, en una palabra, se cansan pedaleando, y suben a vehículos de pasajeros o pasan a usar moto o auto.

(3) Este cambio del trato al propio cuerpo, quitándole ocasión de esfuerzo, jubilando a las piernas, coincide con su aspiración a mayor prestigio, reconocimiento social. Dejan la bicicleta, considerada vehículo de pobres o juguete de niños, y adquieren moto o auto, mucho más costosos y dadores de estatus vecinal.

Se puede argumentar una ligazón entre los tres motivos referidos para dejar de usar bicicleta a diario. Talvez el hilo conductor sea el tema de las jerarquías sociales-políticas. La propia inseguridad en las calles para peatones y ciclistas es provocada por los motoristas y sus carros; talvez uno de los motivos para comprar y usar carro, motivo tapado con palabras pero evidente en los actos, sea el placer dañino que brinda el amenazar y acosar a los débiles. Es decir, talvez un elemento de la subida en jerarquía social sea el aumento de la potencialidad agresiva de las personas y familias en ascenso. Es clara, directa la relación del motivo (2) "Llegado a la adultez me merezco un descanso, esforzarme menos, dejaré la bici" con el motivo (3) "Dejaré la bici, una moto o un carro harán que los vecinos me respeten más".

sábado, 9 de mayo de 2015

Cómo viví antes y como vivo hoy

No sé cómo vivía yo antes, cuando, diciendo que tenía esperanza, pues la tenía, pero chiquita... Esperanza, un confiar que las cosas van a salir bien, que habrá casa, un lugar tibio donde, una noche, esta noche, asentar la cabeza. Si hasta llegué a creer que no habría casa, que nunca iba a haberla. La esperanza me rebrotaba viendo el verde, agarrando la piedra, dándole vueltas, sintiendo rozarme cerca el ruido del vuelo de ese pájaro, y oyendo su canto, tratando de oler un gusano que resbalaba por los dedos de mi mano, viendo a una wawa desconocida, espiando yo sus ojitos. Bastaba, a ratos ; en otros momentos, ay, sumida la esperanza, latente pero lejos, dentro, pero no mullida ni sólida ni líquida entre mis dedos, eso, eso, yo desesperaba. Debía esforzarme.

Ahora es otra la figura. Ahora están los demás, cerca, y si no, pues voy hacia ellos, yo salgo de mí, cuando necesito voy y ya. Y la esperanza, además de en el verde y en las plumas y en un acezar y en el aire y las piedras, la esperanza está dibujada por las arrugas de una cara vieja que siente y sufre el viento, caminando lejos, o brilla en las crenchas negras de una niña no tan ajena porque la veo y me da vida, sus trenzas medio deshechas que columpian de lado a lado cuando ella corre, la esperanza está, clara, sin atenuante, en el pie de dedos deformes, pie que me mira, no es el mío, pero lo será, el pie de la señora cubierta de polvo que tiene la voz que acaricia. Oh Dios, te agradezco por la esperanza. Sé que es tuya, antes que mía, sé que me la regalas, es tu gracia, Dios.

Necesitar, desolado, es ya salir hacia los otros, es saltar fuera de mí en busca de consuelo. El otro primero es Dios.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Bolivia hoy (2) : sin salida ; entonces, busquemos hoy la salida

Vivo en la zona noroeste de la ciudad. Para volver de noche, voy usando todos los caminos que hallo, entre los cuales, algunos que me alargan el recorrido. En los últimos días, para sentarme aquí en esta sala de máquinas conectadas a la red internet, a escribir esto, y a leer cosas que no les cuento, uso un camino que me lleva por lugares de vida social, comercial de jailas. Me asombra la rapidez con que familias de cholos cochalas se convierten en familias de mestizos cochalas con aspiración a -- en la generación siguiente, bajando el espinazo ante los patrones adecuados y pisando las cabezas de los underdogs señalados -- convertirse en familias de jailas bolivianos. Son hormigas los cochalas, como los vió Viedma hace doscientos años, hormigas que se están comiendo las patas, que se están tragando la reserva étnica social cultural acumulada en miles de años, solo para imitar a los que ven como imitables, los jailas, quienes odian a Cochabamba, a Bolivia. Y es que ahora, por la cobardía de los indios y los cholos de Bolivia, los jailas, quienes no son más que empleados de los poderes extraños, extranjeros, se están acabando de adueñar de los recursos, las opciones y sus subordinados no tienen otra salida que hacerles caso, y comerse las piernas, dejar de ser gente, quitarse opciones, perder.

¡Usan, los bolivianos tradicionales, remanentes de los saberes de miles de años para destruir la última ventana que quedaba para mirar a la Bolivia tradicional! Sentados sobre la rama que serruchan, solo les queda, pronto, caer al vacío. Y no lo sabrán, no se darán cuenta de estar muriendo.

Los jailas y sus imitadores, los nuevos ricos masistas : gente tan sin gusto, madre mía, sin estilo, copiones sin remedio, odiadores de sí mismos. Ay.

Debemos crear alternativas, caminos nuevos (viejos caminos) para vadear el desierto historico que se nos viene.

Hölderlin nos dijo que es en el peligro (en la desesperación) donde, por un acto de la voluntad (ganas de vivir, aun), nace la esperanza.

--- o ---

Entiendo a los bolivianos de hoy como los que quedamos después de una selección por el mercado-estado : el resto limitado de lo que fue antes una diversidad de culturas, y un menú de diferentes modos familiares y individuales dentro de cada una de las culturas, una diversidad hecha para sobrevivir. Bolivia fue diversidad, riqueza de modos de vidas. Bolivia se muere hoy, la mata el estado-mercado. ¡Pero nosotros somos Bolivia, todavía somos Bolivia! Despertaremos.

viernes, 1 de mayo de 2015

En la masa crítica, tres grupos de ciclistas

En la masa crítica, para que funcione, tres grupos de ciclistas hacen esperar a los motoristas, los detienen un rato : (1) los que van adelante, abriendo camino, (2) los que se colocan a los costados, tapando las intersecciones o esquinas hasta que el cuerpo de la masa acabe de pasar, y (3) los que van atrás, como stoppers o defensores últimos. Cada uno de estos grupos pide ciclistas hábiles, con alguna experiencia en la calle, entre los motoristas, y acostumbrados a serenarse, cuando cumple estar serenos.

Texto bajado de internet, enero 2003.