sábado, 30 de abril de 2016

Muñeca rota

Una piedra me hace caer. Es de noche. Sobre el suelo, aquí estoy yo, y allá atrás, la semirrutera. Viene un auto, no está cerca aun, frena y para, deja que me levante del centro de la calle.

A medianoche, duele la muñeca hinchada. Luego, la radiografía mostraría parte del hueso hecha pedazos. La reconstrucción, dos días después, exige que me hagan dormir sobre la cama de operaciones. Vuelvo a casa. Contento con el vaporoso despertar somnoliento de la anestesia, paro en el mercado para comprar buñuelos, que la casera baña en almíbar. Camino comiendo sonriendo.

(Esto pasó hace muchos años.)

domingo, 24 de abril de 2016

Una de Londres y una de Cocha

Viví muchos años en Londres, y fui a muchas de sus masas críticas. Están (o por lo menos estaban en aquella época) convocadas a las seis de la tarde en el puente Waterloo. Quince minutos antes ya hay gran cantidad de gente (cerca de 50) y a las seis se empiezan a escuchar las campanitas llamando a despabilarse y partir. La cantidad de gente varía como un gas: con el calor se expande, y con el frío se contrae, pero nunca fuimos menos de 100 personas, aunque algunos veteranos recordaban la época en que eran unos 30.

Las primeras veces eramos sólo las bicicletas, aguantando el tráfico que empujaba por detrás y el tráfico lateral con voluntarios haciendo de 'tapones' en las esquinas. Rara vez había incidentes, aunque nunca falta el conductor rabioso al que se le sube la prepotencia a la cabeza. En esos casos la policía no tardaba en llegar, y la acusación más común de los ciclistas hacia el fascista motorizado era que 'estaba tratando de usar su auto como arma'. En una sociedad donde ni los policías llevan armas, es una acusación fuerte, y se la tomaban en serio.

Luego, durante unos años, al momento de partir había un grupo de policías en moto (unos 8-10) y ellos se encargaban de cortar el tráfico lateral. Era entretenido verlos cuando trataban de hacer que la masa fuera por algún camino particular, quizás más conveniente para ellos; casi sistemáticamente los ciclistas de adelante rumbeaban para cualquier otro lado. Por ejemplo, yendo por una avenida, iban los polis en sus motos a toda velocidad y cortaban las transversales cuatro o cinco cuadras adelante. Inútilmente, porque la masa se desviaba en el primer cruce.

Luego, también por varios meses seguidos, comenzaron a venir policías en bici. También alrededor de una docena, y hacían lo posible por ordenar el tráfico durante la masa, rara vez con algún éxito. Terminaban siendo parte de la propia masa, aumentada en un pequeño porcentaje por la fuerza pública.

Las rutas, como es habitual en casi todas las ciudades del mundo donde se hace masa, variaban mucho. Al comienzo dábamos tres o cuatro vueltas por la rotonda del puente, tomando impulso, hasta que salíamos disparados por alguna tangente. Casi siempre era la calle que cruza el puente hacia la parte norte de la ciudad. Pero de ahí ya se iba para el centro, distintos barrios, etc. Un par de veces terminó cerca de donde vivía, lo que era bien cómodo. Casi siempre terminaba en lugares periféricos, con cerca de una hora de pedaleada de regreso. Lo bueno era que el día de masa era (o es) los viernes, y uno tenía todo el fin de semana para descansar.

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Contraponer lo que se hace en una ciudad de 15 millones de habitantes con lo que se hace en una ciudad de un millón como Cochabamba puede parecer exagerado. Y lo es, sobre todo si uno mira el número de participantes. Pero hay cosas que tienen que ver con ideas básicas de lo que se trata la masa crítica, y que la reunión de ciclistas que se hace de vez en cuando en esta ciudad no parece compartir.

Si uno mira las descripciones de masas en otras ciudades del mundo, el concepto dominante es que la masa es una 'coincidencia no organizada'. El cuándo y el dónde es algo que se sabe, es vox populi entre los participantes y los no participantes también. Se puede pasar la información de boca en boca o fotocopiar panfletos con la información, etc. Puede ser el primer viernes de cada mes, o el último, el primer sábado de cada mes o el tercer martes de los años bisiestos, no importa mucho qué día se elija (aunque hay días mejores y peores) siempre y cuando sea un día y hora fijos que todos conozcan. Esa es la parte de la 'coincidencia'.

Pero en mi opinión, la parte más importante es la de 'no organizada'. Hablando con otros ciclistas cuando llegué a Cochabamba me dijeron 'sí, se hace generalmente, hay que mirar en Facebook' ¿Facebook? ¿¿¿FACEBOOK??? ¿Y qué hacemos los que tenemos la suficiente sanidad mental como para no tener cuenta en Facebook? ¿O los numerosos ciclistas que no usan internet para nada? ¿Y qué pasa cuando la persona que normalmente 'convoca' la masa está enfermo, tiene que viajar, o decide comprarse un auto porque está podrido de la bicicleta?

Mientras la supuesta 'masa crítica' de Cochabamba dependa de convocatorias decididas por alguien y publicadas en internet, es muy difícil que remonte vuelo; seguirá siendo una reunión periódica de amigos sin impacto en la sociedad. La masa crítica es otra cosa.

sábado, 23 de abril de 2016

La salida en bicis convocada por los autodenominados "Masa Crítica - Cbba."

Antes de la salida en bicicletas convocada por el grupo llamado "Masa Crítica - Cbba.", en la plazuela Constitución, a las cuatro de la tarde, veo gente, más de diez personas, con poleras blancas con vivos de color verdeazul claro, y unas letras. Les pregunto, y, sí, son de una empresa que fabrica industrialmente alimentos, una empresa subsidiaria de la que hace los fideos Coronilla, me dicen. ¡Gente uniformada, de una empresa en una supuesta masa crítica! Además, entre ellos, niños... Niños uniformados, reclamando atención para una empresa industrial...

No.

Más allá, alumnos de la carrera de "ingeniería industrial" de la universidad fundada por la patronal regional, entrevistan a fondo a cuatro personas. Son dos hermanos y sus dos hermanas. Una de ellas habla del instrumento que toca en sus momentos libres, el otro explica los inicios de la permacultura. Cuando acaba la entrevista universitaria, me acerco a ellos. Tienen automóvil, que usan de manera familiar, me dicen.

jueves, 21 de abril de 2016

La bici resiste al capitalismo industrial -- documento de abril 2010

Conferencia mundial de los pueblos sobre cambio climático y derechos de la madre tierra

Evento autogestionado número 36

LA BICICLETA RESISTE AL CAPITALISMO INDUSTRIAL

Organizan: Defensa Ciclista Cochabamba, los cicloexpedicionarios colombianos (Ibagué), la red Tinku (Cochabamba), el teatro Trono (Cochabamba) y Culture change (Portland, Oregon, EEUU)

Campo de Univalle, bloque 2, sala audiovisual AV SOC 4

Tiquipaya, Cochabamba, Bolivia

Miércoles 21 de abril de 2010, horas 18:30

CONCLUSIONES DEL EVENTO QUE PRESENTAMOS A LOS ORGANIZADORES DE LA CONFERENCIA:

Obligar desde las sociedades, desde los pueblos del mundo a los intereses político-económicos transnacionales a reducir las emisiones de gases de invernadero implicará una reducción del tamaño de las economías y de su ritmo de funcionamiento, será frenar la economía de crecimiento ilimitado, en algunos casos decrecer, empequeñecer, abandonar consumos específicos, convertir recursos en no-recursos, y hacer una desvinculación selectiva de los sectores o campos de la economía hoy encadenados. Por ejemplo: dejar el petróleo bajo tierra, no construir carreteras, cerrar minas, no construir represas, cerrar industrias. Esto sólo será posible reforzando los lazos de comunidad, reciprocidad, donde los haya, y recreándolos donde hayan desaparecido.

La meta de los pueblos del mundo es aumentar, afianzar sus autonomías, su soberanía, su control sobre sus territorios barriales, urbanos y rurales, lo que irá acompañado de una pacificación de la vida social en campos y ciudades: contra los intereses transnacionales del capitalismo, que son guerra, depredación, jerarquización, homogenización, oponemos la diversidad, complejidad, tolerancia, convivencia, creando mundos sociales habitables, vivibles, caminables, con ritmos lentos, humanos.

La solución al calentamiento mundial se dará por una suma de acciones críticas locales, a veces descoordinadas en lo formal, aparente, pero siempre concatenadas en la práctica, como si una acción-reflexión contagiara a otros hombres y mujeres, como si se irradiara. Hombres y mujeres debemos volver a hacer las cosas nosotros mismos, solos y en grupos, reaprender a hacer, reconquistar el poder-hacer.

Las y los ciclistas tenemos demandas puntuales, que representarán cambios en las condiciones ambientales, espaciales y legales; son demandas que sabemos podremos alcanzar sólo si nos aliamos con las y los peatones, y si logramos entrelazar nuestras demandas con otros sectores y movimientos sociales, los trabajadores, los indígenas, las víctimas de contaminación y otros excluidos, amenazados, acosados y lesionados. Debemos ver las áreas de la vida social en conjunto, no separando sino integrando las partes de la realidad, para también actuar de manera compleja, multiforme, sobre la diversa realidad de los mundos sociales en que vivimos. En resumen, para dar más espacios a los ciclistas y sus bicicletas, habrá que quitar espacio a los motoristas y sus carros, o sea, sacar autos de las calles.

DEMANDAS PUNTUALES:

• Los y las ciclistas demandamos de los motoristas y de las autoridades: espacio, respeto y seguridad.
• Reconocer que el aire limpio es un derecho humano fundamental (como el agua potable en la nueva Constitución boliviana).
• Rediseñar las ciudades, creando cercanías, disminuyendo distancias.
• Declarar que el automóvil es un arma de destrucción masiva (declaración asumida por el Foro Social de Caracas 2006). Que cada auto lleve obligatoriamente un letrero que ocupe hasta la mitad de su superficie externa visible declarando su peligrosidad para el ambiente y para los peatones y ciclistas (como recientemente en Bolivia las cajetillas de cigarrillos).
• Frenar la motorización y vialización. Reducir el número de vehículos a motor en todos los países. No a la construcción de corredores interoceánicos en América del Sur.
• Disminución de las velocidades máximas de circulación. Abolición de las velocidades mínimas. Peatonalizar barrios, zonas, ciudades. Incorporar en fábrica velocidades máximas a los vehículos. Construir túmulos funerarios (llamados en Bolivia apachetas) en los lugares donde un peatón o ciclista murió, que sirvan de obstáculos, vadeables o no, a la circulación de motores. Conservar, aumentar los árboles en las ciudades.
• Atribuir las colisiones de motoristas contra peatones y ciclistas, en todos los casos, a la responsabilidad del motorista, portador de un arma potencial y efectivamente letal. El objetivo es llegar a cero (0) colisiones, cero (0) muertos y cero (0) heridos en las calles.
• Doce (12) días sin carros al año en todo el mundo, para comenzar.
• Permitir a los ciclistas la circulación en paralelo, dos y más ciclistas lado a lado. Permitirles el uso de los carriles central e izquierdo. Que toda vía esté abierta a ciclistas y peatones. Recuperemos nuestras calles, ¡son nuestras! ¿Hasta cuando vamos a renunciar a usar públicamente los espacios públicos? ¡No a la privatización de las calles que representa su uso con motores!
• No a la segregación, exclusión de ciclistas y peatones de las vías. No a la construcción de ciclocarriles, que nos marginan; sí a la designación de trayectos con exclusividad ciclista y peatonal, ocupando todo el ancho de la vía. Sí a la integración con el tráfico motor, que nos dignifica y nos convierte en luchadores urbanos; somos quienes ponemos el cuerpo a la agresión motorista.
• No a la obligatoriedad de uso de casco para ciclistas, que difunde una idea equivocada sobre un peligro insuperable de manejar bici, lo que desincentiva el uso de la bici.

Este documento está copiado en http://universidadsinfronteras.bligoo.com/content/view/830807/LA-BICI-RESISTE-Bolivia-21-Abril-2010.html#.UARlZJGr2HQ

viernes, 8 de abril de 2016

Precios diferentes de bicicletas nuevas

En la tienda de bicicletas de la avenida Santa Cruz, los precios más bajos son 230 dólares, siguen con 430 para saltar a 800 dólares (bicicletas con frenos hidráulicos "de seguridad"). En dos tiendas de la calle Esteban Arze sur, en que pregunté, los precios empiezan en ... y llegan a ... Precios de las bicicletas baratas de las tiendas de la San Martín son 80 dólares.

Es probable que en el último año haya crecido el manejo periódico de bicicletas por gente de la clase media de la zona norte de la ciudad. Por manejo periódico entiendo salidas más que ocasionales y menos que diarias.

...

jueves, 7 de abril de 2016

La bicicletería en la calle España y sus probables efectos en la economía de los ciclistas tradicionales

No hace mucho se abrió un taller bicicletero en el centro de la ciudad; son dos locales, en la misma calle España, a dos cuadras de distancia uno del otro, atendidos por las mismas tres personas, una pareja y el padre de uno de ellos. Les pregunté cuánto cobran por el mantenimiento general periódico (entre otras operaciones, el desarmado de los ejes central, trasero y delantero, y del manubrio, con limpieza de las cubetas y recambio de los rodamientos, más centreado de los aros; no incluye destejido y retejido de las varillas de los aros, pero sí el reemplazo de las varillas inservibles; el costo de los repuestos va por cuenta del cliente). Cobran 120 bolivianos.

Los pocos bicicleteros tradicionales que quedan, uno solo de ellos en el centro, cobran 60 bolivianos por este mantenimiento general periódico.

Me pregunto cuál de los precios jalará o estirará al otro. Si suponemos que el uso de la bicicleta no suba significativamente, ¿bajarán los bicicleteros de la calle España su precio, o serán los bicicleteros tradicionales quienes se sientan tentados a subir el suyo?

Antes de seguir con este tema, preguntaré a gente que me ayude a pensarlo, amigos que, por ahí, me dén algo del faltante de contexto donde situarlo.

lunes, 4 de abril de 2016

Letrero en sala de internet

Copio letrero puesto en el mueble del control de una sala de internet que uso seguido. Debe de referirse al día del peatón de hoy.

((Todo mayúsculas)) Joven cliente: Se comunica que el día de mañana peatonal no se permitirá el ingreso con bicicletas ((desde aquí con minúsculas)) ya que obstruyen el paso y comodidad de las personas que utilizan el servicio teléfonica teniendo en cuenta que el espacio no está hecho para estacionar y no contamos con el espacio necesario por favor tenga en cuenta. ((Otra vez mayúsculas)) Muchas gracias... ((signos de exclamación de apertura))

Hoy que no es día del peatón, mi bici está apoyada en el gran sofá contiguo a las casi siempre vacías tres cabinas de teléfonos. A nadie estorba. En las varias veces que entré aquí, no se hicieron problema de que la meta, hasta me invitaron a hacerlo.

domingo, 3 de abril de 2016

Taller ciclista

Tres ciclistas hicieron taller ciclista hoy domingo 3 de abril, en el día del peatón número 26. Parcharon llantas pinchadas, dieron aire a llantas bajas, ajustaron frenos, acomodaron cadenas, pusieron gotas de aceite a cadenas, y prestaron herramientas, en la avenida Aniceto Arze, frente a la maternidad, desde buena hora de la mañana hasta media tarde. Cerca hacia el oeste, en la avenida Oquendo cerca de la Heroínas, y hacia el este, en la avenida Papa Paulo, habían instalados otros cinco bicicleteros, que les hicieron la competencia. Por esto, los primeros clientes que los ciclistas con taller recibieron, llegaron recién hacia mediodía. Recaudaron, cobrando únicamente los parches, siete bolivianos, que se sumaron a la caja dineraria común de los tres ciclistas (que no llevan etiquetas, no se ponen marcas ni uniforme), a gastar en el fotocopiado de hojas volantes a entregar en la calle, cuando los tres ciclistas salgan juntos.

Fue estimulante ver mucha gente en las calles con pocos carros. Niños, mujeres, familias enteras a pie : el día del peatón y la bicicleta es una fiesta en Cochabamba. Jóvenes en patines, sobre planchas con ruedas pequeñas.

Increpamos a los motoristas que, con y sin letrero de autorización oficial, vimos pasar manejando a velocidades exageradas, incluyendo algunas ambulancias, y un policía que dijo ser de Narcóticos (llegó a mostrarnos una identificación que colgaba de su cuello, cuya inscripción no verificamos). Anotamos algunas de las placas de los vehículos de estos motoristas: 1510 UGC, 2831 ADP y 2495 EZB.

Un antiguo miembro del grupo de ciclistas del valle, Ciclovalle (al que pertenecen dos de los tres ciclistas del taller de hoy), cayó por casualidad por donde nosotros, y se quedó largo rato, haciéndonos oír su música. Conocidos de otro miembro antiguo de Ciclovalle, hicieron reparar su bicicleta. Lo que son las casualidades.

El calor. La sed. La sombra de los árboles de la jardinera central de la avenida. La conversación. Irnos conociendo. Alimentarnos: maní, palta con pan, queso, salchicha, bananos dulcecajita, mandarinas (regaladas por un cliente), guayabas. La calle, horas pasadas en la calle, conversando a ratos con la gente que se detenía a que atendamos desperfecto de una parte de su máquina. La despedida.

viernes, 1 de abril de 2016

La tercera puerta. Pretendida apertura de puerta a cancha en placita de los tres molles, OTB Quechisla, villa Granado

Echado sobre el pasto, leo en la mañana. Cerca de mí, a mi lado, pasan dos personas, y se detienen ante la malla que separa la placita donde estoy, de la cancha adyacente. Son el dirigente de la OTB encargado del tema cancha de fútbol y un obrero. Accionan los brazos, hablan: definen cuáles ramas cortar del joven molle a mi izquierda, dicen que "habrá que igualar el nivel del terreno, porque, ves, aquí hay una depresión". Presiento que se trata de abrir una puerta hacia la cancha. Me levanto, voy a la casa del dirigente. Acerté. ¿Para qué abrirán una tercera puerta al encerrado de la cancha? El dirigente explica: "Para que la mucha gente que ahora viene a la cancha pueda ir a usar un baño pagado que se abrirá en la sede social de la OTB. La razón es que ahora el campeonato da dinero, que hay que gastar en obras. Hay que darle funcionalidad a la placita".

Es para llorar. Las otebés cierran los espacios públicos, impidiendo el ingreso libre a ellos de cualquier persona, les ponen candado, y los alquilan; fomentan la llegada a su barrio de gente de otros barrios, con el fin de recaudar unas monedas. Los baños abiertos a la gente deberían permitir el ingreso sin pago de dinero, como en otros lugares del mundo. Pero en Cochabamba, una OTB gasta dinero (recaudado gracias al cierre al público de un espacio público y a su alquiler a privados) para construir un paso que permitirá recaudar más dinero aun, cobrando a la gente por el uso, restringido al pago, de un baño. Privatización. Y por supuesto, cambio de la función de la placita de lugar de esparcimiento y descanso (sobre todo para los vecinos del barrio) a lugar de paso de usuarios de un baño pagado (sobre todo para personas ajenas al barrio).