martes, 30 de septiembre de 2014

En la Pampa

Frena exacto antes de tocarme con su carro exprimidor de jugo de naranja. Su cara dice "casi". Mi cara dice eso mismo. Sonreímos los dos. Nuestros gestos se distienden más aun. Y seguimos cada quien su camino, uno primero, la otra segunda. Nos hemos cruzado, casi chocamos, y esto aviva nuestra tarde. En un corredor de los del mercado de la Pampa, ella de pollera, de unos cuarenta años, empujando un carro de mano; yo de pantalón, de unos cincuenta años, montado sobre una bicicleta.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Dueño de la Tadeo

Está cerca recién lo siento cuando está muy cerca de mí cuando se me va llegando y me ladra pero lo evito le hago el quite maniobro una finta en la ancha vacía avenida Tadeo que recorro en esta tarde de domingo. Desde allá adelante miro atrás y él, peludo, gris y blanco y negro, maduro, de tamaño medio, muy serio, se tira al asfalto, y se revuelca, se empapa entero del olor del asfalto. Viene un carro, que lo rodea, lo deja refocilarse, ahí, solo, dueño de la calle el perro ch'api de la Tadeo.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Para poder ir en bici hoy

Quito la válvula de tripa, con lo que desinflo la trasera ; pongo una válvula de pelota, más abierta, más fácil de inflar. Atornillo con cuidado la boca de la manguera del inflador a la boca de la cámara (está válvula tiene una rosca macho de surco más fino que la rosca hembra de la manguera, así que el enroscado es con cuidado, pues no tiene fin, parece robado, pero no, solo hay que hallar el punto en que queda más ajustado). Atornillo cuidadosamente la boca de la manguera al inflador, no vaya a haber fuga, y no vaya a forzar la rosca, que este inflador debe durar. Inflo. Muchos movimientos hago, retrocediendo el brazo para luego empujarlo hacia adelante, que es adentro, que es meter aire a la vejiga de la rueda. Cuido de que la tripilla del inflador no se desenrosque ; cuido de no doblarla cerca de sus dos bocas, la que da al inflador, la que da a la válvula de la rueda, pues las torsiones van cortando el recubrimiento textil de la tripilla, lo que, pronto, corta la interna manguera de goma... con lo que esta pieza no sirve y yo debo comprar otra. Inflando, canso mi brazo. El tubo metálico del inflador está caliente. La llanta está casi dura. Yo, que he llegado a una cadencia inflando, dejo de hacerlo. Pero el inflador quedará puesto en el tubo delantero transverso del cuadro de la bicicleta, para luego luego, en la primera estación, darle otra soplada a esta llanta, cuyo neumático está pinchado (hueco muy pequeño, se desinfla en día y medio, y me da flojera repararlo ; me costará mucho descubrirlo, lo sé, por mi vista no suficiente) y que ahora además perderá aire por la boca de esta válvula de pelota, tan fácil de inflar, pero siempre defectuosa, que deja fugar el aire.

Ahora, ya en la calle : ¡contrarruta por la San Martín, en un domingo de mañana, siendo veintiuno de septiembre, la Cancha llena de gente! Yo feliz. Ah la bicicleta. Canto en voz alta por la calle.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Ajuste de frenos

Con el compañero ciclista ajustamos, primero, los frenos de mi bicicleta, y luego los de la suya, usando alicate y destornillador.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Facilidad de giro

Doy vuelta o giro el manubrio a la izquierda (o sea, en dirección contraria al movimiento de las agujas del reloj) con mayor facilidad que a la derecha, creo que, porque me acostumbré a hacerlo hace años, al empezar a andar en bicicleta por la calle, cuando iba bien pegado a la acera, de donde, por ir tan cerca de ella, casi rozando el bordillo, cada tanto, tenía que apartarme un poco, pues, si no, chocaría con él, algo peligroso (rompí un pedal, así, una vez), ya que los bordillos tienen diseño anticiclista, antibicicleta.

Doy vuelta más fácilmente a la izquierda... ¿o es que me es más fácil darla a la derecha? No me acuerdo. Y si fuera a la derecha que me es más directo girar, ¿de dónde me viene esta facilidad? Bueno, ¿a qué lado me inclino mejor? No sé.

¿Dejo esta entrada o debiera borrarla?

jueves, 4 de septiembre de 2014

Me gusta ir en bici (qué novedad)

Recogiéndome anoche... digo, volviendo a casa, siento, vivo otra vez : la bicicleta... ay, qué rico es ir en bici. Era tarde, casi medianoche, y iba con una sola bicicleta. ¡ Toda la semana anterior había tenido que arrastrar una segunda bici !, lo que entorpecía el trayecto. A ver. Llevar una bicicleta inerte al costado de la biqui viva que manejas da aun mayor estabilidad a la marcha, yendo ahora sobre cuatro ruedas en vez de sobre dos. Pero las maniobras debes hacerlas con mayor cuidado, lo que equivale a lentitud. Además, los tramos finales de mi viaje son de subida, es cierto que leve, pero subida al fin. Más todavía, acaban de poner rompemuelles en algunas de las esquinas, así que, precaución, lento, para que cada bici pase sin saltar, que pase por entre los resquicios que deja el estorbo. Y yo, con ganas de tirarme en cama ya. Entonces, anoche, otra vez normal, más o menos rápido, con sola la bici mía.

Pero hoy en la mañana, demasiado temprano, para cumplir con un compromiso, salgo disparado, y a las pocas cuadras, oigo... sí, oigo cómo el aire de la trasera se escapa en el curso de unos pocos metros. Bajo, saco las herramientas, descargo a la biqui, la vuelco, desenllanto, reviso la cubierta por fuera, por dentro... nada. Inflo la cámara, reviso pasando la palma de una mano por ella, de la parte de afuera, de la parte de adentro... nada. Reviso con la oreja. Nada. Qué habrá sido. Porque repuse la cámara en su lugar, inflé, y nada ; y aquí estoy, ahora que es mediodía, con la llanta normal. Lo único que se me ocurre es que la contratuerca o tapa de la válvula estaba floja (anoche, con Antonio, inflamos esa llanta) y se soltó del todo, y eso dejó salir el aire.

Ahora, en la tarde. ¡ Cómo una semana de no tener a la biqui para mí solo, de deber compartirla con la otra bicicleta, la bi vacía que, agarrada por mi diestra, llevaba al lado, me hicieron olvidar el gusto de ir, como hoy al mediodía, a eso de la una, de ida a almorzar, por en medio de la calle, casi solo, calle casi vacía, como si fuera -- no lo soy, pero cuál es el problema de inventar que lo soy, y pensar en lo que implicaría serlo, solo para saber lo que implica el no serlo, no siéndolo -- el dueño de la calle !

Dos días después. Hoy la trasera amaneció flat. Esquirla de vidrio incrustada en la cubierta, que está del todo destrillada. ( Y creo que es tarde para intercanjearla con la delantera ; la delantera se quedará donde está, y atrás deberé poner una nueva llanta ; son entre cincuentaicinco y sesenta pesos, pues también habrá que renovar cámara. ) Luego de parchar -- dos huecos, pues al salirse el aire, la cubierta recorrió y el vidrio hizo otro hueco cerca del primero -- inflé todo lo que pude con el inflador de mano que tengo ; y a media cuadra de casa, en la maestranza de carros, me dieron aire gratis, con una pistola que lo introdujo desde la compresora eléctrica.

A la otra bicicleta de que aquí hablo, la que tuve que jalar tantos días, le tengo unas ganas... Es rica : roja montañera esbelta. Pide un ajuste de caja. Es ágil, liviana, como para ir ya veré dónde. Un día de estos me la agarro y no la suelto un tiempo. Tengan cuidado, wawas.