miércoles, 25 de septiembre de 2013

Contento con mi biqui

Está rica esta nueva biqui, está suave, digo que nada se le mueve, claro, recién mantenida, pero, además, es que me exige más que la de antes, por su chicharra menor, y cuando le empiezo a dar lo que pide, que es recién hoy, pues, responde.

Ya tiene una varilla tangencial, de la rueda trasera, rota. Ya le abrí la rueda trasera, digo que de dentro de su cubierta le saqué la cámara, que en el curso de unos días fue perdiendo aire, pero sin llegar a encontrarle fuga (revisé en agua). Necesita muchas otras cosas. Y hoy quería comprar inflador, pese a que el maestro Félix, quien me vendió esta bicicleta nueva, me ofreció darme uno, cuando le pague el saldo de plata que le debo. Pero se me hizo tarde, supongo que la tienda, de aquí a tres cuadras, estará cerrada.

(Ah, hoy me regalaron el cuadro de otra bicicleta. Había ofrecido comprarlo, pero decidieron deshacerse de ella, sin que medie plata, la cosa es que me la lleve pronto. Es sólo cuadro y manubrio, sin aros. Marca que conozco, de hechura china, tipo imitación rutera.)

Hoy pregunté a una persona sobre mi bicicleta, ella, la persona la conocía a la bicla, le pregunté cosas sobre esa máquina, y me contó cosas de la Fénix. Sigo pensando en esos fierros huecos, los tubos que me sirvieron para caminar y ir y ver lugares. Y el día que me enteré que la había perdido (que el niño que me la robó la había vendido), pues, dejé de trabajar y bebí, tomé alcohol, solo, el sábado pasado.

La biqui nueva, aquí afuera de esta sala de internet, amarrada. La veo. A ella subiré en un rato. Algo sobre ella. Cuando Félix me mostró su cuadro suelto, sin más que eso, el cuadro, antes de armar la bicicleta, viendo los fierros, la máquina me pareció algo fuerte, duro, así la vi, como de combate. Especial fue cuando Félix el maestro me dijo: A esta bicicleta no la vas a mojar nunca. -- Respondí que claro, que nunca he lavado una bicicleta. Félix dijo que no tanto, pues, que le pase un trapo, pero seco, cuando esté muy empolvada. Conociéndolo, no quise darle mi opinión de que aquí en Cochabamba, con un aire casi todos los días tan seco, el barro agarrado a los fierros podría servir para protegerlos del aire exterior en movimiento, aire un poco más húmedo que el aire encerrado por el barro. Pero, claro, esto podría funcionar también al revés : el aire húmedo encerrado por el barro guardaría su agua, dañando a los fierros.

martes, 24 de septiembre de 2013

Guayaba hoy

Cerca de donde un día viví, una guayaba, casi madura, para mí. Me la dio el árbol cuyas ramas salen de esa casa donde en el pasado entré para empezar a reponer mis huesos rotos, rotos en caídas de bici. Comí la guayaba, caminando.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Nave nueva

Es otra bicicleta la que uso desde antier -- no es la Fénix. Se le parece pero no es ella. La Fénix sigue perdida. Vieron al muchacho que se me la llevó, dos personas lo vieron, una de ellas habló con él, pero yo todavía no recupero mi bicla. Pero me compré otra, de la misma marca, casi igual a la mía de dieciséis años, pero que es otra, otra bicicleta. Ésta, un poco más pesada, muy directa en su moverse, supongo que puedo llamarla Fénix 2. La miro, y no creo que tengo nave nueva, como me dijo un chango. La miro y no sé qué es lo que le he hecho a mi bicla, al cambiarla por otra. Pero es que no la cambié yo, es que me la quitaron, es que necesito bicicleta, y tuve que comprarme otra. Cómo me irá con esta Fénix 2. Me la preparó el maestro Félix de Las Cuadras, alumno del finado maestro Rafael Pillco de Coñacoña. Es rica esta nueva bici, está swift en plano, y pesada de subida, pues tiene chicharra de veinte dientes en lugar de los veintidós que tenía mi bicla. Es silenciosa, está bien aceitada. Todas sus piezas son originales, estándar. Le falta tapacadenas, hay que doblarle las asas de los frenos para que no choquen y raspen la barra al girar el manillar, hay que ajustarle el freno delantero, hay que cambiarle muchos radios a las dos ruedas, ponerle ojos de gato, ver si cambiarle parrilla trasera y ver de ponerle una, pequeña, parrilla delantera. Tantas cosas. Está chala. Aun no es mi bicla. Pero en ella voy y vengo.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Bolivia cuando el Tipnis

((Republico esto, de julio de 2012))

Creo que en los próximos meses y hasta uno, dos años, es probable impedir la construcción de la carretera por el medio del Tipnis. Lo creo porque hay suficientes asideros legales, judiciales para bloquear esa carretera, tanto dentro del país como a nivel internacional.

Lo irreparable es la manera en que el gobierno del MAS ha desorganizado a los indígenas del Tipnis y a otros sectores sociales, para avasallar su autonomía política y económica, para arrebatarles el control político de sus territorios. Ese gobierno funciona ahora para los fines del capital mundial: minería a cielo abierto, explotación de hidrocarburos, etcétera.

Esta manera de emisión entrópica del estado, labor desorganizadora de las comunidades étnicas, augura un final de lo que conocemos como Bolivia : unas sociedades o etnias (o naciones) relativamente alejadas de los mercados, que, así, son sustantancialmente autónomas. Y las autonomías, de base económica y de práctica política, de las sociedades o etnias bolivianas, arman hasta hoy la diversidad social humana de este país. En otras palabras, destruyendo la base territorial, económica y política de la autonomía indígena, el estado busca hoy destruir la plurinacionalidad.

Después de una carretera que destruyera el Tipnis y después de las represas sobre ríos amazónicos, y después de la extensión de la minería abierta y de la extensión de la explotación de hidrocarburos, una vez el estado boliviano haya cumplido su labor destructora de las comunidades y las naciones, de Bolivia podrá quedar folclore colorido, sombras, el recuerdo tenue de unas sombras, pero Bolivia, lo que ella es, no habrá.

Entonces, habrá que reinventarla, hacerla de nuevo, como ella es. Pero nosotros no estaremos ya.

Un año y medio después : Por esto, vamos, es ahora, a defender el Tipnis.

martes, 10 de septiembre de 2013

Mi pérdida

No tengo la fénix. Se perdió. Se la llevó, no sé si por jugar o por quitármela, alguien en quien confiaba. Estoy triste.

Camino, me gusta caminar... Cuando muevo las piernas, y, sabiendo que no tengo otra salida, debo caminar, pues, empieza a gustarme, siento el cuerpo fuerte, las piernas hábiles, y camino. Pero más me gusta ir en bici. Además, en ella llego más lejos, hago más cosas, veo y hablo con más gente.

Tendré otra bi pronto.

Después : ¿recuperaré a mi fénix? ¿Y qué del muchacho que se me la llevó, por qué lo hizo, qué es de él? ¿Le pasó algo, lo chocaron o le robaron a él la fénix? Si me la robó ¿dónde queda nuestro acompañarnos? Ésta es una pérdida.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Reticente CM raider

No voy a la masa critica en la seis de agosto porque no me siento medianamente familiar con ese ambiente para hacerla con una dosis soportable de temor. No "controlo" ninguno de los factores que debiera controlar. Para comenzar, mucho espacio (éste está muy "abierto") y poca gente. Hay más detalles, que no es el momento de explicitarlos.

CM = masa crítica

Precio del mantenimiento

En mayo, Claudio me cobró 60 bolivianos por hacer mantemiento general de mi bicicleta, más 30 bolivianos por desarmar la rueda, que es sacar los radios, centrear el aro y volver a poner los radios. Hay que averiguar si otros maestros bicicleteros incluyen el centreo en su precio de mantenimiento, que está entre 40 y 60... con lo que debiera descartar al mecánico que atendió a mi bi en los últimos años.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Tipnis, resumen del tema

((Republico, desde el blog anterior, 3 de febrero de 2012))

La proyectada carretera V.Tunari-S.Ignacio de M. es un negocio grande, que interesa al estado boliviano (embarcado en un supuesto desarrollo que másbién es destrucción de la diversidad social); también le interesa a Brasil, socio grande de la pequeña política-economía Bolivia ; además es un capricho del presidente Morales, que con ella pagaría deuda política a los que hace 20 años eran dirigentes cocaleros medios y ahora son pequeños empresarios-políticos de alcance regional : con ella, en 5 a 10 años, algunos de ellos pasarían a ser medianos, explotando madera, agitando el mercado de tierras, intensificando la urbanización en el Chapare; esa carretera abriría paso a la ampliación agropecuaria, que interesa al capital. Así veo el tema.

Como los indígenas del territorio entienden, la construcción de esa carretera, su funcionamiento con tráfico, destruiría su modo de vivir : en pocos años, dejarían de ser pueblos autónomos y se desperdigarían como individuos : peones, siervos, empleadas, prostitutas. A los y las bolivianas nos quitaría unas selvas que, como animales que somos, necesitamos para seguir viviendo como hasta hoy ; esa carretera empeoraría nuestras vidas. Pues es una superficie grande, los daños también se sentirían en Suramérica y en el mundo.

Estamos obligados a conservar el Territorio indígena y parque nacional Isiboro Sécure, como personas, como bolivianos, bolivianas. Ni qué decir como cochabambinos y benianas. No hay salida, no hay retroceso : Isiboro Sécure o nada -- tan grave es la cosa.

Esto que pongo a continuación no pasará, pero vale la aclaración : Si los indígenas del territorio, cansados, derrotados, se rindieran, si aceptaran dinero por la destrucción del Tipnis, nosotros, urbanos y urbanas, quienes seamos, cuantos quedemos, no dejaríamos de tener la obligación que se llama el Isiboro Sécure.