martes, 10 de septiembre de 2013

Mi pérdida

No tengo la fénix. Se perdió. Se la llevó, no sé si por jugar o por quitármela, alguien en quien confiaba. Estoy triste.

Camino, me gusta caminar... Cuando muevo las piernas, y, sabiendo que no tengo otra salida, debo caminar, pues, empieza a gustarme, siento el cuerpo fuerte, las piernas hábiles, y camino. Pero más me gusta ir en bici. Además, en ella llego más lejos, hago más cosas, veo y hablo con más gente.

Tendré otra bi pronto.

Después : ¿recuperaré a mi fénix? ¿Y qué del muchacho que se me la llevó, por qué lo hizo, qué es de él? ¿Le pasó algo, lo chocaron o le robaron a él la fénix? Si me la robó ¿dónde queda nuestro acompañarnos? Ésta es una pérdida.

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