viernes, 25 de septiembre de 2015

Tres palomas muertas

Paloma sobre el asfalto de la calle Ladislao, llegando a la Nataniel, es una paloma muerta hace días, por lo delgado del resto. Muerta por carro, debe de haber sido. Nueva paloma sobre el asfalto de la Ladislao, en la cuadra siguiente, llegando a la Ayacucho, paloma muerta también hace días, por el aspecto. Supondrán ustedes la causa de la muerte. Tercera paloma sobre el asfalto en una tercera cuadra de la misma calle, por llegar a la Junín, y esta hace más días, pues es nada más una lámina. Misma causa de muerte, supongamos. Hoy viernes a media mañana, yendo a desayunar al Yarqay mercado.

Yo trato de no pisarlas, no repisarlas. Yo las miro, ahí donde quedaron. Alguna vez, si el cuerpo muerto es agarrable, es decir, si la cosa pasó hace no mucho, estiro eso fuera de la vía. Yo hablo sobre esto, hace años que lo hago. No es fácil mostrarle a la gente lo que salta a la vista.

Sí hay éxito, hasta hoy siempre lo hubo, al mostrarle al motorista del carro que viene, por si no ve o se hace el que no ve, a la paloma o el perro o la viejita (gente) o la wawa (gente) o el borracho (gente) que estarán en su camino : alarga el brazo un ciclista mientras va pasando y señala allí donde hay que respetar esa vida que pasa.

Tercera semana de octubre. Veo más, muchas palomas muertas en las calles, cada día varias, todas las últimas frescas, gordas, el rojo brotado de ellas, rotas, deshechas sobre el asfalto. No volarán ellas. Correrán sus victimarios ¿a dónde?

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Donde hay muchas palomas, donde ellas son dueñas del suelo, soy impaciente; para pasar, las espanto haciendo con los labios, los dientes, los brazos: ch ch. Ellas entienden, se apartan de la bici, me dejan seguir.

jueves, 24 de septiembre de 2015

La música, los pájaros y el día. Lo otro.

Oigo la pieza que más me gusta. Al empezar a oírla, sus primeras notas me erizaron los pelos en los brazos. Se acerca el fin de la tarde. Las voces de unos pájaros que se acomodan en los árboles vencen la clausura de mis orejas por estos algodones que encierran unos parlantes que siguen dándome la música que me gusta. Los pájaros están afuera : iré a ellos, saldré de este lugar cerrado; con ojos y orejas buscaré a los pájaros mientras pedaleo por las calles. Afuera acabará el día de los pájaros, seguirá la música aquí adentro.

Sin que tenga que ver con lo anterior, yo me pregunto qué es lo sagrado, cómo es, cuándo se me dará con mayor duración. ¡Agradeceré entonces! Agradezco hoy esta ocasión de preguntar.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Fondioc y Nemesia Achacollo, por xRafael Puente

La renuncia de la Ministra de Desarrollo Rural, de cuya autoridad dependía el Fondo Indígena, puede interpretarse de diferentes maneras: o bien es una forma de reconocer que doña Nemesia tiene cuentas que rendir al país (y quiere hacerlo desde el llano, como dijo alguien) o bien es desaparecer del escenario político precisamente para no tener que responder nada (borrador y cuenta nueva). Si se trata de la primera hipótesis, todos y todas tenemos derecho a saber todo lo que pasó en ese Fondo y cómo la exministra puede explicar lo que mínimamente se tiene que calificar como su irresponsabilidad. Y si se trata de la segunda hipótesis, estamos obligados/as a protestar y exigir que la exministra dé la cara.

Porque no se trata de un problema cualquiera o de poca monta; se trata del segundo mayor escándalo de corrupción que se ha suscitado en este proceso, que empezó siendo de cambio (el primero fue el de YPFB y Santos Ramírez, pero ahí sí hubo un responsable y una sanción, aunque sigan muchas cosas sin aclarar). Por lo demás, no se trata sólo de noticias de prensa que pudieran haber sido más o menos distorsionadas.

Con la publicación del libro de Manuel Morales Álvarez sobre la gran estafa que fue el Fondioc, es imprescindible que todo eso se aclare y que nadie se contente con que a partir de ahora dicho Fondo va a cambiar (de finalidad y de estructura ¿para que lo olvidemos?).

Lo que empezó con una sorprendente denuncia de la Contraloría fue creciendo de manera asombrosa en la medida en que salían más y más datos, casi todos estremecedores. En el libro de Manuel Morales se menciona, por ejemplo, el hecho de que —según declaraciones de la ministra Achacollo— el Fondo había llegado a acumular un total de 3.200 millones de bolivianos, cuando en realidad los datos registrados en el propio Fondo suman 3.900 millones; ¿Por qué la máxima autoridad escondió la existencia de 727 millones?

Tenemos derecho a una respuesta, y no entendemos que a la señora Achacollo se le dé un trato diferente al que se le diera en su momento a Santos Ramírez (que además tenía a su favor un montón de méritos políticos que doña Nemesia nunca tuvo). No se puede ignorar, por ejemplo, las denuncias formuladas contra ella por el exdirigente de la Única Joel Guarachi (que van más allá del Fondioc, ya que tocan las políticas de dicha Ministra, sistemáticamente favorables a los oligarcas del oriente y nunca a la masa de pequeños campesinos, que a estas alturas siguen trabajando a pérdida).

Y no se trata sólo de luchar efectivamente contra la corrupción, sino de algo mucho más grave, como es el haber inducido a corromperse a un notable número de dirigentes y representantes indígenas que han venido a mancillar brutalmente el ama súa, que ahora Naciones Unidas dice que hace suyo (juntamente con el ama qhella y el ama llulla, ¿con qué moral, esa pandilla de flojos, mentirosos y encubridores de corruptos?). Porque ahora la mayor parte de las personas imputadas (o imputables) por el escándalo del Fondioc resulta que son indígenas, muchas de ellas probablemente manipuladas y víctimas de la inexperiencia (sumada a la pobreza); con lo que este proceso pierde autoridad moral a la hora de una lucha efectiva contra la corrupción.

Y no quiero dejar de mencionar el caso más asombroso, a la vez que simbólico, de lo que está pasando. Es el caso de doña Melva Hurtado, una antigua luchadora que siempre había sido digna de respeto y apoyo, y que ahora (hace sólo un año) aparece recibiendo en sus cuentas personales (con número y fecha) más de un millón de bolivianos, y a la que se acusa de haber autorizado el pago de más de 22 millones de bolivianos (de los cuales siete iban a cuentas privadas) e incluso de haber recibido más de 11 millones en su cuenta personal del Banco de la Unión. ¿Es que fue también objeto de manipulación y engaño la presidenta de la CIDOB oficialista? Es urgente que eso se aclare. Ojalá nos muestren que Nemesia y Melva son víctimas inocentes (en ese caso quisiéramos saber de quién). Lo que no se justifica es el silencio (y los que callan pueden aparecer cómplices).

*Miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba.

La Paz, Página Siete, viernes, 18 de septiembre de 2015

martes, 15 de septiembre de 2015

En el Solterito

Brisa tenue.
Ruedas sobre asfalto.
Camino hecho en el cerro.
Árboles a izquierda y derecha.
El índice roza mi nariz, corta y retira el hilo de una araña.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Día del peatón

Echado en el suelo, descanso. Un perro se acerca, me huele, y se va. El dueño del perro pide disculpas a nombre del animal, no veo por qué. Hago un gesto de cortesía. Es domingo, no hay autos. Es agradable.