viernes, 28 de noviembre de 2014

Ciudadano en busca de beca, por Diego Ayo

Si fuese ciudadano de algún lejano país asiático y/o africano y me hubiesen dado una beca para estudiar la “revolución” boliviana al mando de Evo Morales, es evidente que mi inicio hubiese sido el normal: “buscaré quiénes son los analistas/académicos de mayor prestigio para poder enterarme de algo”. Exacto, lo sensato, frente al desconocimiento total de lo que sucede en este país, hubiese sido googlear buscando información. Y es muy posible que entre una no muy amplia gama de nombres, hubiese elegido a dos: Fernando Mayorga y Luis Tapia. Es verdad que la cosa hubiese sido un poco al azar, pero no hay duda que ambos profesores/analistas tienen renombrados palmares como para ser fuente de inspiración de un novato africano/asiático.

En el google saldría el último libro de Mayorga: “Incertidumbres tácticas. Ensayos sobre democracia, populismo y ciudadanía”, cuya presentación sería nada más y nada menos que en la Vicepresidencia y cuyo comentarista sería nada más y nada menos que el mismo Vicepresidente. “Este es mi hombre”, diría yo entusiasmado. Y lo leería. Vería desfilar un conjunto de categorías. Una primera llamaría mi atención: la de giro programático. El gobierno de Evo Morales habría dado un “giro programático” estableciendo una agenda de país de cara al Bicentenario. No hay dudas que exclamaría contento: “que enorme capacidad del presidente de darse cuenta por dónde van los tiros Qué capacidad de adelantarse a los hechos y proponer una agenda, y, sobre todo, que capacidad para proponer un programa a la nación”. Una segunda categoría confirmaría esa sensación: la de “demandas de baja agregación”. Si, gracias a Mayorga, me daría cuenta que las “demandas de alta agregación”, es decir, de grueso calibre, ya habrían sido resueltas. Sólo quedarían demandas sectoriales, no menos importantes, pero de calibre menor. Vale decir, demandas que no involucran al país en su conjunto sino a determinados actores. Genial, me sobrevendría una sensación de gozo infinito frente a la constatación de que los problemas serios –las demandas de alta agregación-, por ejemplo la pobreza, habrían sido resueltos. Gran presidente y gran gobierno sin dudas. Seguro que con estas conclusiones me alargarían la beca. Finalmente, una tercera categoría llamaría mi atención: la del “centro”, entendiendo por ello la capacidad del MAS de situarse en todas partes. Ser omnipresente. Ello significaría que el MAS seguiría siendo de izquierda, pero de una izquierda en expansión, tal expansión que ya ocuparía los bordes de ese centro. Fantástico, diría yo, vislumbrando un mayor monto de beca por entender tan bien y tan rápido la situación de Bolivia: “ese país está al centro. Su presidente, sensato, sin dudas, ha logrado evitar los extremos, ha logrado vencer a la polarización y hoy….!!representa a todos por igual!!”. Gran cosa che.

Ya convencido de mi comprensión sobre este país y contento por mi lucidez, pasaría a leer a Tapia. Leería en el periódico que el señor acaba de publicar una triada: “La sustitución del pueblo”, “Dialéctica del colonialismo interno” y “El Leviatán criollo”. Rapidito las compraría, dándome cuenta que Tapia pudo publicar todo en un solo volumen de 70 bolivianos y evitar que para cada librito (son ensayos cortos) tenga que amollar 50 (total: 150 bolivianos). Pero en fin, dejando de lado ese detalle, leería argumentos novedosos: “el MAS ha tenido la capacidad de expandir el capitalismo haciéndolo aterrizar en territorios indígenas como el TIPNIS o la región de El Bala”. Caramba, eso sí llamaría mi atención. Y hay mucho más: “el pueblo habría sido sustituido por una oligarquía política que pretende perpetuarse en el poder sin oír a los actores no-masistas (chau democracia intercultural); desplegando la doctrina banzerista del enemigo interno (sólo que ahora ya no serían comunistas, sino ecologistas que no quieren que Bolivia salga adelante); haciendo recrudecer el colonialismo interno (gracias a la expansión del extractivismo que significa no otra cosa que destrucción de la esencia indígena misma: sus territorios); despilfarrándose el excedente proveniente de la exportación del gas en obras suntuosas pero no en las necesidades de la sociedad civil (eso que llamamos modificación de la matriz productiva), que él lo llama la pérdida de soberanía; fomentando la sumisión voluntaria de los militantes (que es llegar a un acuerdo con el presidente: “yo prometo no pensar, pero tú me dejas tener sueldo cinco años y prestigio en mi lugar de origen), entre otros rasgos, que me confunden. Me siento abrumado. Ya no entiendo nada. Voy a perder mi beca. ¿Qué paso con el giro programático? De pronto se volvió giro colonialista/capitalista. ¿Qué pasó con las “demandas de baja agregación”? De pronto hay demandas de alta y altísima agregación, entre las que destacan los derechos humanos, el medio ambiente y/o la misma democracia. ¿Y qué pasó con el centro? De pronto todo es derecha y lo del centro es un sofisma bastante engañoso.

No sé a quién creer. Debo tomar una decisión o perderé esa beca. Lanzaré la moneda: cara, Mayorga, cruz, Tapia. Zas, la lanzo y…!cruz! Tapia. Creo que sí, creo que me tinka más….

Fuente: http://www.territoriosenresistencia.org/noticias/ciudadano-en-busca-de-beca

noviembre 28, 2014
Etiquetas: capitalismo, Fernando Mayorga, Luis Tapia, proceso de cambio, teoría, Tipnis

Músicas

Oigo música tenue, que me retrotrae a tiempos tenues. Este no es un tiempo liviano para mí. Pero me apetece recordar, justo ahora, la ligereza aquella. Veo en el video a los músicos sacarse el jugo, sudar... y no dejan de ser tenues. Y es música que me gusta. Pero sé que la olvidaré, sé que nada más la tendré como contraste frente a la música que de veras me gusta : la dura, la fuerte, la de verdad música que llevo adentro, la que no necesito recordar, pues se presenta a sí, aparece y se queda, se hace sentir, y hasta, a veces, me tiene.

¿Soy yo de verdad, soy duro, soy fuerte? Ay, no sé. Quizá yo sea tenue. Después se verá. ¿Quién verá? Vaya a saber. (Consuelo usa, para diferenciar a los escritores, la oposición del liviano, el ejercitado frente al que saca la cosa de adentro, el que se gasta al escribir, le cuesta tanto que se consume, no se mide, no actúa. Claramente, dice Consuelo, Vargas Llosa es un fifí; en cambio, Sabato es cierto. Yo añado que pocos fueron más ciertos que Cortázar; y que el verídico es Arguedas José María.)

jueves, 27 de noviembre de 2014

Tipnis, resumen del tema

[Publico esto por tercera vez.]

La proyectada carretera Villa Tunari - San Ignacio de Mojos es un negocio grande, que interesa al estado boliviano (embarcado en un supuesto desarrollo que másbién es destrucción de la diversidad social); también le interesa a Brasil, socio grande de la pequeña política-economía Bolivia ; además es un capricho del presidente Morales, que con ella pagaría deuda política a los que hace veinte años eran dirigentes cocaleros medios y ahora son pequeños empresarios-políticos de alcance regional : con ella, en cinco a diez años, algunos de ellos pasarían a ser medianos, explotando madera, agitando el mercado de tierras, intensificando la urbanización en el Chapare; esa carretera abriría paso a la ampliación agropecuaria, que interesa al capital. Así veo el tema.

Como los indígenas del territorio entienden, la construcción de esa carretera, su funcionamiento con tráfico, destruiría su modo de vivir : en pocos años, dejarían de ser pueblos autónomos y se desperdigarían como individuos : peones, siervos, empleadas, prostitutas. A los y las bolivianas nos quitaría unas selvas que, como animales que somos, necesitamos para seguir viviendo como hasta hoy ; esa carretera empeoraría nuestras vidas. Pues es una superficie grande, los daños también se sentirían en Suramérica y en el mundo.

Estamos obligados a conservar el Territorio indígena y parque nacional Isiboro Sécure, como personas, como bolivianos, bolivianas. Ni qué decir como cochabambinos y benianas. No hay salida, no hay retroceso : Isiboro Sécure o nada -- así de clara es la cosa.

-- Video de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) que muestra los megaproyectos carreteros impulsados por el proyecto IIRSA y la resistencia de los pueblos indígenas, exigiendo el respeto a sus derechos : Resistencia indígena a las carreteras IIRSA. URL = https://www.youtube.com/watch?v=fffR08J1rDs

Video Asfaltar Bolivia https://vimeo.com/121127041 . Yurakarés, Moxeños y Chimanes conviven en las riberas de los caudalosos ríos Isiboro y Sécure y afluentes tributarios. Sus habitantes, se refugiaron allí arrinconados por el avance de la colonización Su pronunciamento es tajante: rechazan la fragmentación de su territorio por la cuchilla de una carretera ajena a sus vidas e intereses. Es legítima su defensa? Debe el progreso nacional usurpar el destino de unos pueblos para articular el trían de mercancías?
En Asfaltar Bolivia se pronuncian las distintas vertientes de interés: un gobierno ensimismado en un progreso que no admite críticas, campesinos que quieren avanzar tierra adentro y pueblos amazónicos que resisten la embestida en clara desventaja. Una reflexión sobre el mito del progreso.
Guión, Dirección y Edición: Marc Gavaldà
Cámaras: Marc Gavaldà y Lidia Álvarez
Imágenes cedidas por:
Territorios en Resistencia
Katari Films
Ayllu Larikuna

martes, 25 de noviembre de 2014

Aquí adentro

Parada en la calle una bicicleta igual a la que perdí hace un año, sola, apoyada al pretil de la acera, una bicicleta igual a la que usé muchos años, a la bicicleta que dije, pensé tenía conmigo el trato de que no me haría daño, de que si la cuidaba yo, ella no me dañaría por más que cayéramos... y caímos, y no me dañé. Veo esa bicicleta, o mejor, siento que acabo de verla. No está asegurada, veo al dar la vuelta la cabeza para verla. Pero (aunque siento ganas de parar, ir a ver si, por ahí, fuera la mía, ¿será la cicla que perdí?) es nada más un instante. No puedo seguir viendo esto. Llevo el frente de mi cabeza (tuerzo la cara) hacia adelante. No quiero verla más. Una bicicleta así, parecida a la que fue mía (y si fuera ella), me recuerda la pérdida que no asimilo aun. (Un niño, un sopapo mío a un niño, una bicicleta blanca, suya, Cliza, una cicla negra, mía, sol, hambre nuestra, corro, persigo por la calle al ladrón, cincuenta centavos al suelo de Cliza, la bicla fénix, un taller de gomería donde no está la bicicleta, entrego la llave para prestar mi bicicleta, presto mi bicicleta y ella desaparece, se la llevan, no sé qué pasó, por qué no está mi bicicleta, tengo que caminar una semana, todos los días de una semana camino, luego de haber estado a pie un año entero, y de haber recuperado a la bicicleta, haberla puesto en forma, y haber vuelto a la bicicleta, que me duró unos meses, porque entonces : me la robaron, la vendieron, y tuve que comprar otra.)

martes, 18 de noviembre de 2014

La gente del partido de gobierno

¿Cuánta gente del partido de gobierno 2006-2014 pisó, manejando ellos o sus choferes, a otra gente que iba en autos o que estaba a pie?

¿Cuántos casos de masistas hombres que golpean a sus parejas mujeres, a sus hijos? ¿Cuántos masistas violadores de mujeres, casos documentados?

¿Cuántos casos de acoso político por obra de hombres del partido de gobierno contra sus colegas mujeres concejales, asambleístas, para obligarlas a renunciar, para forzarlas a votar de cierta manera, para complicarlos con el robo?

(¿Cuántas familias de funcionarios del partido de gobierno pasaron de no tener empleada doméstica a tenerla?)

¿Estos tipos de violencia ocurrían antes tanto como ahora entre los políticos? ¿Se pueden medir estas violencias, comparándolas con valores de ocurrencia de violencias similares entre la población que no ejerce la política? Si resulta que los masistas son más violentos, ¿con cuáles características de las poblaciones de entre las cuales ellos, los masistas tipo, son reclutados, relacionar las violencias que prefieren? ¿O conviene, más ampliamente, tratar de relacionar la ebullición violenta masista con la de los nuevos ricos, ansiosos de explorar los límites de sus nuevas, expandidas capacidades? ¿Comparar a los masistas con los policías, con los reclutas militares que, luego de "recibir" (malos tratos) durante la primera temporada, pasan a maltratar ellos a los nuevos reclutas, a los de abajo, pues ya les llegó la hora del desquite, y ahora victimizan a quienes nada tienen que ver con su malestar acumulado? ¿Asimilar a los masistas con sindicalistas que abusan de sus bases, con dirigentes sindicales que, traicionando a sus bases, se venden a los poderosos? Algunos masistas son sindicalistas.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Cansado de tanta moto en las calles

Estoy hasta aquí con los motoqueros. Hace años que no los estorbo, no me peleo con ninguno de ellos. Pero me aburren. Son demasiados; a los ciclistas nos quitan espacio.

(Detalles de la convivencia en la calle de ciclistas y motoqueros en Cocha, ya pondré.)

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Curva

Una curva es donde veo que el que viene de allá siento que se me llega directo temo que lo tendré encima. Avanzamos ambos, nos acercamos y, alivio, nuestros cursos están separados, aquel nada más pasará al lado de mí, cerca pero fuera.

De noche, con oscuridad ambiente, en cierto momento, a un ciclista lo intimidan los faros del motor aproximante desde el extremo opuesto de la curva que el ciclista traza.

También: Los ciclistas, que cursamos líneas onduladas, hacemos zigzags romos en las calles, que curveamos nuestra trayectoria, hacemos asustar a los peatones desprevenidos, les entorpecemos su moverse.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La supeditación, o El escudero

Ya -- añadió -- cuando asienta un hombre con un señor de título, todavía pasa su laceria. ¿Pues, por ventura, no hay en mí habilidad para servir y contentar a éstos? Por Dios, si con él topase, muy gran su privado pienso que fuese y que mil servicios le hiciese, porque yo sabría mentirle tan bien como otro y agradarle a las mil maravillas. Reílle ya mucho sus donaires y costumbres, aunque no fuesen las mejores del mundo; nunca decirle cosa con que le pesase, aunque mucho le cumpliese; ser muy diligente en su persona en dicho y hecho. No me matar por no hacer bien las cosas que él no había de ver; y ponerme a reñir, donde lo oyese, con la gente de servicio, porque pareciese tener gran cuidado de lo que a él tocaba. Si riñese con algún su criado, dar unos puntillos agudos para le encender la ira, y que pareciesen en favor del culpado; decirle bien de lo que bien se estuviese y, por el contrario, ser malicioso, mofador, malsinar a los de casa y a los de fuera, pesquisar y procurar de saber vidas ajenas para contárselas, y otras muchas galas de esta calidad, que hoy día se usan en palacio, y a los señores de él parecen bien. Y no quieren ver en sus casas hombres virtuosos, antes los aborrecen y tienen en poco y llaman necios y que no son personas de negocios ni con quien el señor se puede descuidar. Y con éstos los astutos usan como digo el día de hoy, de lo que yo usaría; más no quiere mi ventura que le halle. (Copiado de Lazarillo de Tormes, tercer tratado.)

Supeditación real / formal, diaria ; ética del ser menos, proyecto de desaparecer

Supeditarse o someterse o dejarse dominar, ser subsumido, permitir que lo controlen a uno, ceder ante la pretensión ajena de despojarlo a uno de la independencia, renunciar a la autonomía, perder los fines propios, servir a fines ajenos, para, al fin, creer haber hecho propios esos fines ajenos. Ser llevado adonde uno no pensaba, no pensaría estar ; dejar que le asignen a uno el lugar que otros diseñan para uno, no hacer uno su propio lugar en mundo. Situación que se empieza a entender si el aire que uno respira es el del miedo. El miedo es encubierto por, o se disfraza, a veces, de seguridad : miedo a que le vaya a faltar a uno lo que acostumbra comer o tener, miedo a que lo vayan a tratar mal a uno, miedo a no saber qué hacer cuando uno se muere de miedo. (Se someten voluntariamente, tanto muchos, casi todos los de abajo, como todos, todos los de arriba. Afirmar esto pide una explicación, que haré luego.)

Por si acaso, eso de hacer yo mi lugar en el mundo, poco tiene que ver con hacer lo que me dé la gana, nada tiene que ver con desdeñar o negligir al mundo ; no es negar las potencias del afuera para apretarlo o romperlo o difuminarlo a uno, ni fantasear desde los deseos de uno. Pero el darme yo mi lugar sí pide un soñar, soñar despierto, en el mundo, desde él, y, desde mí, soñar contra él, pero siempre para el mundo. Que, en parte, soy yo, pues, que me tiene ; al que seré fiel, acariciándolo a golpes, rompiéndolo a caricias.

Regreso a lo de que es el miedo lo que hace a todos los de arriba someterse al modo del mundo. Es que el modo del mundo es, hoy, como una tabla inclinada, que lleva a que, para unos, situados en ciertos puestos, sea fácil abusar y, para otros, situados en otros lugares, sea difícil renegar del abuso. Entonces, para tantos de entre el personal de los poderes del mundo, el miedo se encubre de interés propio : hay quienes entre ellos creen estar en el país de Jauja, cuando apenas ahí, justo al lado, de veras dentro de ellos : el miedo. Cada día el miedo, un atisbo, un relámpago, un vislumbre de terror. Al jefe, ¡ que... por qué... cómo ? A no estar entendiendo lo que esa mirada, la del chofer al cerrar la puerta, la de la peluquera al despedirteee, ¡ qué quiso decir, me odia, por qué, qué le hice yo ? Al mañana, ¡ qué hay hoy mañana haier que ubo abrá ay que ? ¿ Quién soy ! yo ... no .

Y se me ocurre, no lo sé, pero lo creo probable, que la gente de poder no llega a verse con los ojos de antes, de cuando tenían menos poder o no lo tenían : no dicen, por ejemplo: ¿Cómo es que ahora amenazo con la muerte a la gente que me rodea, cómo, por qué, de dónde me sale esta potencia de ponerme a ordenar al soldado, al policía que golpee, que hiera, que mate a esas personas?

martes, 4 de noviembre de 2014

Laura fuego

Anoche el fuego y mi hija. Era fuego lo que los brazos de Laura movían rápido en círculos delante de sí. Bolas de fuego que trazaban curvas que la envolvían, cursos de luz roja en la noche. La ciudad, cuyo fuego puntual hicimos, estaba ahí, alrededor, y inadvertidamente dentro. [reescribir]

Sobre el puente de las avenidas Tadeo y Melchor, en la puerta al barrio de Sarco, la hija, el padre y ..., artista del swing. En el puente, fuera de la corriente de humo sofocante y rugidos roncos y rayas sólidas rápidas pesadas aplastantes que es el tráfico, nosotros fuera de eso, los tres, con el fuego, haciéndolo y viéndolo ocurrir inquieto, y conversando, nada más unos ratos, ahí, al oscuro aire aun tibio (las luminarias no estorbaron) de un día del noviembre del lado oueste de Cochabamba.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Tres ciclistas

Se prende de la parrilla de la bici de su madre, corre así agarrada, y ríe la niña de menos de diez años. En el parque excombatientes, un día de esta semana, a primera hora de la tarde.

Persigue a su madre, repitiendo : "me dijiste que me ibas a comprar una bici", la niña de algo más de diez años, por una calle del centro de la ciudad, la semana pasada, cerca del mediodía.

Pasa cerca de mí, con su enterizo azul pegado al cuerpo... no, veo que es una ropa hecha de dos piezas, de dos tonos de azul, la mujer unos años menor que yo, y ahora entra a la acera sin desmontar su bicicleta. Tampoco está mal, no.