viernes, 28 de noviembre de 2014

Músicas

Oigo música tenue, que me retrotrae a tiempos tenues. Este no es un tiempo liviano para mí. Pero me apetece recordar, justo ahora, la ligereza aquella. Veo en el video a los músicos sacarse el jugo, sudar... y no dejan de ser tenues. Y es música que me gusta. Pero sé que la olvidaré, sé que nada más la tendré como contraste frente a la música que de veras me gusta : la dura, la fuerte, la de verdad música que llevo adentro, la que no necesito recordar, pues se presenta a sí, aparece y se queda, se hace sentir, y hasta, a veces, me tiene.

¿Soy yo de verdad, soy duro, soy fuerte? Ay, no sé. Quizá yo sea tenue. Después se verá. ¿Quién verá? Vaya a saber. (Consuelo usa, para diferenciar a los escritores, la oposición del liviano, el ejercitado frente al que saca la cosa de adentro, el que se gasta al escribir, le cuesta tanto que se consume, no se mide, no actúa. Claramente, dice Consuelo, Vargas Llosa es un fifí; en cambio, Sabato es cierto. Yo añado que pocos fueron más ciertos que Cortázar; y que el verídico es Arguedas José María.)

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