Una de Londres y una de Cocha
Viví muchos años en Londres, y fui a muchas de sus masas críticas. Están (o por lo menos estaban en aquella época) convocadas a las seis de la tarde en el puente Waterloo. Quince minutos antes ya hay gran cantidad de gente (cerca de 50) y a las seis se empiezan a escuchar las campanitas llamando a despabilarse y partir. La cantidad de gente varía como un gas: con el calor se expande, y con el frío se contrae, pero nunca fuimos menos de 100 personas, aunque algunos veteranos recordaban la época en que eran unos 30.
Las primeras veces eramos sólo las bicicletas, aguantando el tráfico que empujaba por detrás y el tráfico lateral con voluntarios haciendo de 'tapones' en las esquinas. Rara vez había incidentes, aunque nunca falta el conductor rabioso al que se le sube la prepotencia a la cabeza. En esos casos la policía no tardaba en llegar, y la acusación más común de los ciclistas hacia el fascista motorizado era que 'estaba tratando de usar su auto como arma'. En una sociedad donde ni los policías llevan armas, es una acusación fuerte, y se la tomaban en serio.
Luego, durante unos años, al momento de partir había un grupo de policías en moto (unos 8-10) y ellos se encargaban de cortar el tráfico lateral. Era entretenido verlos cuando trataban de hacer que la masa fuera por algún camino particular, quizás más conveniente para ellos; casi sistemáticamente los ciclistas de adelante rumbeaban para cualquier otro lado. Por ejemplo, yendo por una avenida, iban los polis en sus motos a toda velocidad y cortaban las transversales cuatro o cinco cuadras adelante. Inútilmente, porque la masa se desviaba en el primer cruce.
Luego, también por varios meses seguidos, comenzaron a venir policías en bici. También alrededor de una docena, y hacían lo posible por ordenar el tráfico durante la masa, rara vez con algún éxito. Terminaban siendo parte de la propia masa, aumentada en un pequeño porcentaje por la fuerza pública.
Las rutas, como es habitual en casi todas las ciudades del mundo donde se hace masa, variaban mucho. Al comienzo dábamos tres o cuatro vueltas por la rotonda del puente, tomando impulso, hasta que salíamos disparados por alguna tangente. Casi siempre era la calle que cruza el puente hacia la parte norte de la ciudad. Pero de ahí ya se iba para el centro, distintos barrios, etc. Un par de veces terminó cerca de donde vivía, lo que era bien cómodo. Casi siempre terminaba en lugares periféricos, con cerca de una hora de pedaleada de regreso. Lo bueno era que el día de masa era (o es) los viernes, y uno tenía todo el fin de semana para descansar.
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Contraponer lo que se hace en una ciudad de 15 millones de habitantes con lo que se hace en una ciudad de un millón como Cochabamba puede parecer exagerado. Y lo es, sobre todo si uno mira el número de participantes. Pero hay cosas que tienen que ver con ideas básicas de lo que se trata la masa crítica, y que la reunión de ciclistas que se hace de vez en cuando en esta ciudad no parece compartir.
Si uno mira las descripciones de masas en otras ciudades del mundo, el concepto dominante es que la masa es una 'coincidencia no organizada'. El cuándo y el dónde es algo que se sabe, es vox populi entre los participantes y los no participantes también. Se puede pasar la información de boca en boca o fotocopiar panfletos con la información, etc. Puede ser el primer viernes de cada mes, o el último, el primer sábado de cada mes o el tercer martes de los años bisiestos, no importa mucho qué día se elija (aunque hay días mejores y peores) siempre y cuando sea un día y hora fijos que todos conozcan. Esa es la parte de la 'coincidencia'.
Pero en mi opinión, la parte más importante es la de 'no organizada'. Hablando con otros ciclistas cuando llegué a Cochabamba me dijeron 'sí, se hace generalmente, hay que mirar en Facebook' ¿Facebook? ¿¿¿FACEBOOK??? ¿Y qué hacemos los que tenemos la suficiente sanidad mental como para no tener cuenta en Facebook? ¿O los numerosos ciclistas que no usan internet para nada? ¿Y qué pasa cuando la persona que normalmente 'convoca' la masa está enfermo, tiene que viajar, o decide comprarse un auto porque está podrido de la bicicleta?
Mientras la supuesta 'masa crítica' de Cochabamba dependa de convocatorias decididas por alguien y publicadas en internet, es muy difícil que remonte vuelo; seguirá siendo una reunión periódica de amigos sin impacto en la sociedad. La masa crítica es otra cosa.
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