Ciclovallunos en el matadero
Dos ciclovallunos, ayer en el ex matadero, parcharon la goma de la bicicleta de esa institución. Dos huecos (los mismos que, para vergüenza ciclovalluna, no descubrieron el sábado pasado, al destripar la llanta, operación luego de la cual, y habiendo inflado, dijeron que ya estaba; cuando vino el encargado y tocó la llanta, ella estaba vacía), que parchamos. Muy duro el alambre formador de la llanta, cuesta poner la cámara en su lugar. Una vez hecho, un toque a la llanta, ¡que se está desinflando! ¿Otro hueco? ¿Un hueco más, no visto burbujear bajo el agua? No, es que al rearmar la rueda, haciendo palanca con el mango de una cuchara (elemento de nuestras herramientas), picoteamos la cámara. Vergüenza para el chambón.
Los ciclovallunos, por iniciativa propia, sin que se lo pidieran, inflaron la llanta de otra bicicleta puesta ahí en el amarradero de la institución, una bici de mujer, y le acomodaron el traspuesto pedal derecho.
Al irse, el chiste del ciclovalluno W contra el ciclovalluno Q: "Deja tu bici, llevate esta (señalando la bici negra del Matadero) a cambio (de la tuya)". Responde Q, herido: "¿Por qué no te la llevas tú, a cambio de la tuya?" (que es también negra). Es que esa clase de chistes..., chistes de lesa bicicleta, no se permiten, no, al menos, entre ciclovallunos.
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