Lluvia

Una gota gruesa llega a mi cabeza, a la parte de arriba de mi calva. Y otra gota, y una tercera, al mismo lugar, al mismo punto exacto. ¿Qué pasa? ¿No me muevo? Llueve, voy en bici. Estoy en la calle.

Cuando ya la lluvia es declarada, llegando a una esquina, algo me hace mirar hacia la derecha, dentro de la tienda de puerta abierta. Veo la imagen de algo que se acerca, una mancha color naranja oscuro o color café claro. Es mi calva reflejada en un vidrio. Es este ciclista en movimiento que se mira al espejo.

Balance ciclista Cochabamba 2017

A mediados del año que acaba, las autoridades, con la colaboración del grupo autollamado "Masa Crítica-Cbb", aprobaron una ley municipal de la bicicleta que, al promover bicicarriles, perjudica a los ciclistas. Ahora, el mismo grupo de ciclistas jailas se queja de que las autoridades elaboran sin su participación un reglamento para esa ley (noticia de hace dos semanas en el periódico amarillo Gente o La voz, citando al dirigente Soruco del grupo mencionado; también en http://www.lostiempos.com/actualidad/cochabamba/20180105/critican-proceso-reglamentacion-ley-bici).

Como en los anteriores cuatro o cinco años, en este no disminuyó el número de talleres de arreglo de bicicletas en el centro. (En ellos, una inflada cuesta un peso, una parchada, 5 pesos; el mantenimiento general, sin tocar los radios, sesenta pesos.) Hay dos talleres que cobran caro y atienden al nuevo tipo de ciclista que aumenta en Cochabamba, que mencionaré abajo (ver https://cuadernociclista.blogspot.com/2016/04/la-bicicleteria-en-la-calle-espana-y.html). En Quillacollo, zona que hace 30 años era intensamente ciclista, cerraron talleres en los años anteriores.

Crece en Cochabamba el número de un tipo de ciclista al que creo se puede llamar, rápidamente, recreativo. Gente que se compra bicicletas más caras que los precios medios antes hallables, y que, así, hace subir los costos de repuestos y de la atención mecánica. Este jalar desde arriba al mercado ciclista está logrando que el modelo de bicicleta antes estándar acá, la llamada "robacholitas" (que es una versión china de las bicicletas inglesas de mediados del siglo pasado) vaya siendo rara, que sus repuestos, de material muy ordinario, escaseen. También disminuyen las montañeras de precios moderados, que hace treinta años fueron reemplazando a la bici china negra aro 28; sus partes no son compatibles con las de las nuevas bicicletas impuestas por el mercado, de aros 27 1/2 y 29. (Esto es algo parecido al reemplazo de los discos de vinilo y las cintas en cassette por los discos compactos, primero, y ahora, por los dispositivos de memoria de computadora, movida de mercado que encarece los precios para los consumidores y les quita parte del ya antes muy reducido control de los actos de su consumo.) Algunos de los que llamo ciclistas recreativos suben a la bici con las mejores intenciones, buscan salvar el planeta. Lo que hacen es perjudicarnos a los ciclistas diarios.

Por talvez quinto año, hay mucha actividad de clubes de ciclistas jailas o would-be jailas que pasean, sobre todo de noche. Es interesante; para decir sobre ellos, habría que acompañarlos, cosa que hice poco.

En los últimos años, la congestión vehicular y peatonal en el centro no parece aumentar. Para los ciclistas, las calles del centro tienen obstáculos como las canaletas laterales construidas en los últimos dos años, que aumentan la altura del bordillo. Para los peatones, resulta peligrosa la disminución de la altura del bordillo por la práctica de recapar las calzadas con asfalto, subiendo cada vez la altura de la vía.

En los últimos veinte años (tiempo que soy ciclista diario aquí) aumentó mucho el número de autos (de menos de 100 mil a, probablemente, cerca de 300 mil). Aumentó también mucho la extensión del viario (desde 1 y 1/2 millones de metros cuadrados en 1993 a 7 y 1/2 millones en 2004), con destrucción de árboles y matorrales. En los últimos cinco a diez años hay muchas más motos, que estorban el movimiento de ciclistas y peatones. Muchos de los autos y motos nuevas son chinas, de vida probablemente corta. (La semana pasada vimos con otro ciclista un enorme cementerio de carros, recién instalado en la zona de Sirpita. Soportamos la visión.)

Difícil de aguantar para los ciclistas es la conducta de algunos motoristas que asumen nuestra inexistencia de ciclistas, o simulan asumirla. Muchos suponen que debemos darles paso aun arriesgando nuestra seguridad, y se acercan a nosotros desde un costado o desde atrás, intimidándonos, amenazándonos. Hay como un predominio motorista presupuesto, que el poco número de ciclistas diarios no ayuda a poner en cuestión.

apuntes sobre motorización en Cbb :

uso de semáforos en fines de semana, desde la noche del sábado, revelador del desenfreno motorista

edificios cada vez más altos, crean túnel de aire veloz, que exige de los ciclistas un más recio control del equilibrio y la dirección de la máquina

reemplazo de las rotondas por cruces con semáforos (tramos pavimentados) en ... puntos de la av BG, que empezó hace 4 años.

http://cuadernociclista.blogspot.com/2017/07/posicion-sobre-la-ley-municipal-de-la.html
http://cuadernociclista.blogspot.com/2017/07/pedagogia-del-miedo.html

Tala urbana continua. Y no remite el road kill

Decepcionado por la cantidad de árboles conocidos, queridos algunos dellos, en diferentes, distantes lugares del valle, que no están más, que en los últimos días, meses fueron retirados. No me da el ánimo para listarlos. ¿Lo haré? Decepcionado por mi pasividad, falta de respuesta. Antes, al menos pintaba mis quejas en las paredes...

Sigo alzando pájaros, no solo palomas, del asfalto, pájaros muertos por los que manejan carros, no tan frecuentemente como hace unos meses, pero, por semanas, es a diario, algunos días más de un animal matado, en diferentes zonas de la ciudad. Alguna vez siento la mirada de extrañeza de algún circunstante, alguien que camina, un ama de casa que barre su acera, un viejo apoyado a la pared. Lo que hago no es común. ¡Lo común es dejar los restos de los animales aplastados por los carros a que los carros los sigan pisando! Derrepente, para la cabeza del común de la gente, hasta sea normal pisar animales con las ruedas de los carros...

Al día siguiente. Hoy en la mañana alcé un pájaro de tamaño mayor que hornero, cerca de mi habitación. Las plumas me parecieron de color verde pálido -- pero no lo distinguí bien: el cuerpo estaba entierrado, embarrado, pues en la madrugada, unas horas llovieron muy ligeras -- no le vi el pico, pudo ser un loro.

Ladrones de la sombra

Motoristas contaminadores sacan sus carros a la calle y los estacionan a la sombra de alguno de los pocos árboles que ellos, vecinos taladores, dejan en las calles, quitándonos así a peatones y a ciclistas la poca sombra que hay en estos días de verano quemante en las calles del valle urbanizado, motorizado a extremos.

(Hacía días que quería escribir contra ellos en este asunto; no sabía exactamente cómo lo diría; se lo conté al ciclista Rolando, y él me lo dijo del modo en que lo pongo arriba.)

Luz de la brisa

Baila la estrella gruesa por entre las oscuras hojas de molle. Hervor frío. Salta, corre a un costado, se para en seco, se esconde la estrella tras la rala cortina de las ramas del árbol que un aire tenue, delicado, sopla. Y se muestra, lejana pero inquieta luz, y juega.

Nubes esponjosas corren hacia la cordillera. Dejan vacíos, pedazos de cielo donde ocurren estrellas.