4233 GGG es la placa del carro que manejaba el tipo que insistió en pasar, acercándose a mí desde atrás, tocando bocina, en la calle E.Arze, llegando a la plaza 14, hoy miércoles 19 de octubre, hace una hora, a eso de las 8 y media de la noche. La movilidad era blanca, nueva, como de trufi, pero particular. El tipo era moreno, bajo, grueso, de unos 35 años. En la esquina con calle Sucre, lo dejé pasar. A la media cuadra, trancado él, me le acerqué, y le dije que no estaba bien, no era seguro lo que hizo. Replicó que yo iba por el medio de la calle. Le dije que el ancho de la carga que llevo en la bicicleta me obliga, para cuidar mi seguridad, a darme espacio suficiente lejos de los carros estacionados y de los carros en movimiento. Entonces, me habló de lo que hice unas cuadras antes, pasar en rojo un semáforo. Se me ocurre, entonces, que el hombre estaba como desquitándose, en nombre de los motoristas, contra un ciclista no convencional.
Mi paso en rojo del semáforo por la calle E.Arze esquina con L.Cabrera me fue castigado por el motorista que iba perpendicular a mi trayectoria con una bocina que no se detuvo (permitiéndome percibir el efecto Doppler). Además, ese motorista no bajó su velocidad y, hasta diría, desde mi ego ciclista levemente afectado, que subió de velocidad. Ellos nos quieren castigar, asustar, buscan educarnos, insisten en que ocupemos nuestro lugar, que no nos extralimitemos.
Pondré en esta entrada las otras placas que, por unas horas, retuvo mi memoria, hasta anotarlas en un papel, junto con datos que me permitirán ¿ o no ? recordar las situaciones.
Pero media hora después del incidente cerca de la plaza 14, ya por acá, en la esquina Juan de la Rosa con Beijing... ¡ un auto patas pa arriba ! Oí a los dos tipos de chamarra negra, de entre treinta y cuarenta años, locales, salidos ilesos de la cabina del carro, explicar al policía, que sacaba fotos del aparato volcado, cómo fue que, primero, chocaron con un otro que salía de la Beijing, se supone que ellos iban por la Juan, y luego con otro que apareció, supongo que en sentido contrario, desde la Beijing. Entre 50 y 100 espectadores. Vidrio picado en el suelo. Me fui rápido.