Cuatro placas

En la calle Santiváñez, a una cuadra y media del río, hoy a las dos de la tarde, la movilidad particular tipo trufi, color blanco, placa 3046 XBG, se me acercó demasiado. En la cabina iban 3 personas, incluyendo al que la manejaba, todos de entre 20 y 30 años.

Minutos antes, en avenida Blanco Galindo, kilómetro 5 a 4, el trufi blanco, placa 1968 CLD pasó demasiado cerca de mí, tanto que grité.

En la misma avenida, kilómetro 6 a 5, el micro de la línea W, color verde, placa 368 DND, chofer de unos 45 años, con bigote, me pasó dos veces demasiado cerca; luego, se portó mejor...

Ayer domingo, a las 8 de la mañana, en la avenida Ecológica, tranca de Trojes, el camión verde placa 1455 TCA, chofer de unos 30 años, me orilló, o sea, me obligó a apartarme de su aproximación, hizo que yo deba pegarme al borde de la vía, hasta deber parar, para no ser tocado por el camión. Más allá, ya en Tiquipaya, el camión bloqueaba la calle Cochabamba, pues pretendió ir contrarruta por ella, y debió retroceder.

Estrechez

A dos palmas de distancia de la trompa de carro, el muchacho toca con la mano la pared de ladrillo, su cuerpo delante del carro, inclinado hacia la pared, su cabeza torcida toca la pared sin revocar, estima la distancia entre la lata lateral y la pared, unos mínimos centímetros, raspando ya, le dice al que maneja: Dale. El hombre dentro del carro acciona, acelera, mueve la masa de metal, muy despacio. En unos minutos el carro estará afuera, en la avenida. Es estrecho este garaje. Un ciclista pasa, se detiene a mirar, y se va.