Es el comunicado vecinal al que más importancia dieron desde que vivo aquí, pues lo irradiaron seis y más veces, durante media hora, cada pasada duró unos tres minutos, desde el altavoz que hay puesto arriba de un poste clavado en la plaza del pueblo: que "iniciando con la festividad de nuestro señor san Isidro Labrador", habrá carrera de autos, que el recorrido será por tal y tal calle, y muy encarecidamente el toque del terror: "tomen precauciones, señores vecinos, cuiden sus animalitos, éstos deben estar dentro de sus casas"; [ustedes, animales humanos] "no crucen las calles"; mención del organizador, una asociación automovilística de Quillacollo, mención de la policía protectora, y hora en que acabará este error, la una de la tarde, y no dieron hora de su inicio.
Y ahora, media hora después, nuevo comunicado, con voz urgente de varón (la anterior era voz plañidera de mujer), diciendo que "el directorio tampoco se hará cargo de los accidentes de los animalitos..., deben encerrarlos a los perros". Y piden al "control" que trasladen la parada de los vehículos de transporte privado de pasajeros. Esta es la tercera repetición de esta nueva serie, en la que indican a los comerciantes de la plaza que no usen la calzada. "Ya en unos momentos comenzará el circuito..., deben encerrar a sus perros". Es fascismo motorista en acción. Es toque de queda efectivo.
Tengo necesidad de decir a la gente lo que pienso, que los autos están mal, que las carreras de autos están peor, que no deben hacerse, pues promocionan el error que son los autos y lo hacen poniendo en peligro a la gente. Decir a la gente que este valle no aguanta tanto maltrato. Ya se lo diré.