miércoles, 29 de octubre de 2025

Primo Levi

Si esto es un hombre

Los que vivís seguros
en vuestras casas caldeadas
los que os encontráis, al volver por la tarde,
la comida caliente y los rostros amigos:
considerad si es un hombre
quien trabaja en el fango
quien no conoce la paz
quien lucha por la mitad de un panecillo
quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
quien no tiene cabellos ni nombre
ni fuerzas para recordarlo
vacía la mirada y frío el regazo
como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
os encomiendo estas palabras,
grabadlas en vuestros corazones.
Al estar en casa, al ir por la calle,
al acostaros, al levantaros;
repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
la enfermedad os imposibilite,
vuestros descendientes os vuelvan el rostro.

. . .

Y llegó la noche, y fue una noche tal que se sabía que los ojos humanos no habrían podido contemplarla y sobrevivir.

-- Así empieza Primo Levi Si esto es un hombre, sobre su cautiverio en Auschwitz, hace 80 años.

Hoy en 2025 vivimos el tiempo profético = que contiene la voz reveladora de Dios sobre qué cosa somos los hombres, de Auschwitz-Hiroshima-Gaza: es una noche de muerte que dará paso, si Dios quiere, al amanecer de la reparación y la justicia.

domingo, 26 de octubre de 2025

Modelo de oración

-- desde octubre de 2023 hasta la liberación de Palestina:

Señor Dios, te pido por la salud y el bien de mis hijos y por tu hijo Jesús, Señor, haz que Palestina sea pronto libre del mal yanqui-sionista que la corroe.

-- desde la pronta liberación de Palestina en adelante:

Gracias a ti, Señor Dios y gracias a tu hijo salvador, mis hijos son sanos y están libres, como libre está Palestina, la patria heroica que, por tu voluntad, liberó al mundo entero de la opresión del yanqui, enemigo de la humanidad y de su perro de presa, el demoníaco sionista, asesino de niños y mujeres.

jueves, 23 de octubre de 2025

Actitudes de muchachos que van en auto

A la media noche de anteayer, en la V. Ustáriz, por llegar a Quillacollo, sacó su cabeza, brazos y pecho por la ventana del auto blanco tamaño taxi del que iba pasajero un muchacho de no supe qué edad pero al que calculo unos veinte años, se volcó hacia mí, que el auto iba rápido dejando atrás, e hizo con la boca dos ruidos sucesivos, el primero que me figuré pudo representar el de apuntar un arma de fuego conmigo como blanco, ya que sus brazos estirados hacia atrás tendían a mí y sus manos vacías corrían sus dedos a mí, y el segundo ruido, que oí menos claro, pudo figurar el de dispararme. Yo iba a buena velo; curioso, la aumenté algo, disminuyendo la distancia entre nosotros. Él gritó: Apurate! Bajé algo la velo; los iba dejando irse pronto mientras el muchacho repetía su onomatopeya de brazos, dedos y labio, lengua. ¿Un desquilibrado, un drogo?

Hace veinte años, pedaleando una tarde la vía estrecha adjunta al puente de la Recoleta, desde un jeep al que yo había ido taponando, o sea, retrasando su marcha, y cuando al fin me pasaron los tres muchachos talvez veinteañeros o menores, jailas, uno de ellos, el que estaba sentado en la parte de atrás del carro, me mostró un arma de fuego, la blandió ante mí, sin apuntarme con ella. En ese momento, yo tenía otro problema: doblado en dos por un dolor agudo de panza, intentaba retrasar el vómito, faltándome unos pocos quilómetros para casa. Así que a la pirueta del jaila bellaco la desestimó el espasmo de mi panza.

miércoles, 22 de octubre de 2025

Ese olvido

Igual como una vez olvidé mi pesada mochila y la hubiera perdido si el tendero en cuya acera la dejé -- como si no fuera mía, como si no necesitara las cosas que lleva -- no me esperaba para devolvérmela, igual, un día dejé atrás, sola, a mi bicicleta. Había almorzado en ese lugar, había estado sentado allí. Y me levanté y me fui a pie, como si a pie hubiera llegado ahí. A los tantos pasos, me desturbé, me sentí a pie, reconsideré, torné hacia el punto ese donde la cosa que uso para caminar estaba quieta, la destrabé y me la llevé del brazo hasta donde, entremedio de los carros, la pude montar para moverme sobre ella. Mi frente fue sudando el embarazo ante mí mismo y el alivio por no haberla -- en ese medio minuto en que la desconsideré -- perdido.

Juggernaut en Illataco

El peso arrollador de un carro que avanza moliendo el suelo, aplastando las piedras que hay en él y comprimiendo la tierra, su ruido que ensordece, llena el aire, su tamaño que cubre la mitad o más del ancho de este camino de Illataco hacen innegable su ser ajeno, intruso, y destructor.

-- Para trasladar cosas más pesadas que la gente, ¿hay alternativas a los vehículos con motor a combustible fósil? ¿Se pueden armar máquinas con pedales impulsadas por el número necesario de hombres o mujeres?

Por los caminos (que no calles!) de Illa, los que no somos estudiantes del colegio J. M. de la Lanza vamos vestidos con ropa vieja, a veces, rota y, los que estamos en medio de una tarea manual dada, hasta sucia. Siento que esta disposición de la gente a andar afuera como andamos adentro no combina, no es adecuadamente proporcional (sé de las proporcionalidades por I. Illich) al paso llenador, físicamente exagerado de los carros a motor. En Illa, como en tantos lados semirrurales de estos valles, la gente, al pasar cerca unos de otros, todavía nos saludamos. Pero es cierto que muchos dueños de lotes los están cercando y edificando, para lo que, según la estética urbanizante de esta región, talan, ramean los árboles linderos, descartan los setos vivos. Abiertos los caminos al avasallamiento a motor, unas motos a velocidad descocida los desolan, unas camionetas pesadas los aplastan, siguiendo así los pasos iniciales de la progresiva militarización = deshumanización de nuestras economías en el valle: ultra eficiencia, lógica ingenieril y no lógica de remendón, castigos físicos y simbólicos inmediatos y fuertes a los infractores de las reglas, exclusión de los actores menores, apertura a intervenciones externas por aliados, siempre dañinos, de los dominantes en el sistema.

...

martes, 21 de octubre de 2025

Los sionistas robots humanos son gólems malvados

Israel devuelve 135 cadáveres palestinos matados en el lugar israelí de torturas de Sde Temain, en el Náqab: con los ojos vendados, maniatados, algunos (o muchos?) de ellos; con una cuerda alrededor de su cuello, uno de ellos. Imágenes suyas revisadas y relatadas, no publicadas, por ser horrorosas, por el diario británico pro-sistema (o sea que, en una medida, es cómplice del genocidio) Guardian.

https://english.almayadeen.net/news/politics/sde-teiman-horrors--135-palestinian-bodies--israel--returned

Imagino y creo entender que los israelíes, genocidas como nación y no sólo como estado (como aclara N. Finkelstein) viven su maldad en modo automático. No se avergüenzan y (según Finkelstein) les falta la cognición de que deberían avergonzarse de ser una masa de asesinos en masa que apuntan casi exclusivamente a hombres, mujeres y niños desarmados. Son autómatas del mal sumo.

En el camino viejo a Quillacollo en un domingo de elecciones

En el camino viejo de la ciudad a Quillacollo, ayer domingo de elección presidencial, en la mañana, caminaba mucha gente, me pareció que más bien en grupos de edades cercanas, personas mayores juntas y otros, menos numerosos, grupos de jóvenes; también habían familias a pie, donde las edades se abren en abanico, pero no tantas familias como en los días sin auto = días del peatón y la bici. Había gente en bici, pero no tanta como en dichos días. Sentí un ambiente sereno, lento, con menos juego, menos desorden y más conversaciones entre las personas que el que veo o siento en los referidos días sin autos.

En diferentes trechos de la docena de quilómetros del camino viejo, ayer en la mañana, habían tres o cuatro acumulaciones de vendedoras de api, buñuelos y pasteles = empanadas de queso, fritas en aceite, con sus toldos para filtrar el sol, mesas y sillas, sus cocinas hechizas de calda potente... su ocupar la vía por media cuadra o más, volviéndola del todo peatonal, que obligaban a ciclistas a desmontar y llevar del brazo a sus bicis por entre los feriantes.

Muy pocos autos, sólo los autorizados; mucha gente caminando a paso lento, conversando entre ellos, niños y muchachada que jugaban, pero sin atestar la vía. Suave mañana de domingo en mi camino favorito.

viernes, 17 de octubre de 2025

No votar por la derecha

Votar por la derecha es ser irresponsable. Los candidatos Quiroga y Paz son parte de la derecha masacradora histórica boliviana, la que en 2019 masacró a civiles desarmados en Senkata y en Sacaba, y en 2008 masacró a campesinos desarmados en Porvenir, Pando.

Miriam mi hermana, queriendo justificar su intención de voto por Quiroga, me dijo que va a votar pensando en el futuro, no en el pasado... cosa que no tiene sentido. Los políticos, como toda persona, pueden o no tener un futuro, pero éste no es ni medianamente conoscible; en cambio, su pasado, que en parte conocemos, nos lleva a confiar o no en ellos. Quiroga fue el vicepresidente de Bánzer, un político-militar subordinado a Estados Unidos y su robo de nuestras materias primas; Bánzer hizo matar a cientos de bolivianos desarmados, los persiguió, encarceló, los hizo torturar; y también le robó mucho a Bolivia.

Paz Pereira es hijo de Paz Zamora, que vendió su servicio político a Bánzer, traicionando la memoria de sus compañeros, hechos matar por el militar dictador.

Los derechistas bolivianos trabajan para EEUU, cuya política imperial guerrista lo hace enemigo de la humanidad. Son parte del campo imperialista el energúmeno y corrupto Milei; Bolsonaro, que amenazó la sobrevivencia del planeta Tierra; el bananero ultra-pro-EEUU Noboa, que les pide a los yanquis abrir una base militar gringa en Ecuador; Bukele, que gobierna para la dirigencia de las mafias y encarcela a los mafiosos de abajo; la Machado, que llama a EEUU a "sancionar" y a invadir a Venezuela y así es enemiga de su país, y que apoya a Israel y habla bien del genocida Netanyahu.

Con el genocidio israelí-estadounidense de los palestinos en Gaza estamos entrando a una nueva etapa de la historia política del mundo, en la que los sucesos de cada país y de cada región estarán más estrechamente ligados que antes a los sucesos de todos los demás países y regiones. Votar por los derechistas bolivianos es apoyar a EEUU, que es nuestro enemigo, nos desea mal y nos hace daño. Recordar que a fines de 2019, Elon Musk dijo que ellos = EEUU golpeaban a quien querían golpear y que los afectados debían aguantarse: se refería al golpe de Camacho y Añez que sacó al MAS del gobierno y que acercó el litio de Uyuni a las manos de los yanquis.

Desde Reagan y Thatcher, hace casi medio siglo, las derechas del mundo trabajan sobre todo para capitalistas piratas = los que expropian más a fondo a las masas de pobres y no se arredran ante robar a otros capitalistas, los desprevenidos. Desde inicio de este siglo, llamamos derecha a la ultraderecha, llamamos centro a la derecha, y ya dejó de haber izquierda propiamente. En el mundo, las derechas son prisioneras del guerrismo estadounidense, que a traición y con gran gasto, siembra caos político, o sea, desorganiza a los países que se dejan imperializar.

Desde el 2023, el imperio de los yanquis es el dueño del acto extremo de los israelíes de destruir físicamente al pueblo palestino y de desaparecer a la nación palestina. Apoyar a los políticos bolivianos derechistas pro-yanquis es apoyar el genocidio estadounidense-israelí. Mirar con simpatía a Milei, Bolsonaro, Noboa, Bukele o a la Machado es apoyar el genocidio. En el mundo, las personas que le hacen caso a su corazón se oponen al mundo sin leyes y abierto a destrucción humana masiva que busca imponer EEUU. Hay la posibilidad de que el mundo entero frene la intención caótica estadounidense, pero también es posible que los yanquis envuelvan al mundo en guerras y desastres. En Bolivia, no nos conviene ser del equipo que puja por la destrucción de leyes y pueblos. Siendo responsables, no votemos por la derecha masacradora histórica sometida a la demencia estadounidense.

Voy a votar en blanco.

Las soluciones de los problemas del país empiezan por hacernos cargo de ellos desde el barrio en que vivimos, pasando por la ciudad y el departamento, llegar a abarcar lo que afecta a todo el país.