viernes, 25 de octubre de 2024

Los sionistas = los israelíes

Viéndolos en los videos recientes, muchos israelíes me parecen hechos de hierro. Sobre todo los soldados, y más, los oficiales, parecen la imagen misma de la virilidad, la dureza, y la viveza, el apronte. Muchas mujeres israelíes no se quedan atrás: qué astutas, qué karenas (ésta es palabra reciente que señala a mujeres de clase media, egreídas, despreciadoras, raleadoras, que defienden amparadas en la fuerza policial su privilegio ante los desposeídos).

En otra ocasión, les voy a contar de la figura opuesta al ideal masculino sionista duro: el freien o sucker, o en idioma cochala, el alcagüete: el tipo que es visto como débil, que le hace una finta al poderoso y recibe de este la amenaza: la próxima vez, no te saldrás con la tuya, ahora sí vas a ver (ver cómo yo, el patrón = el empresario, el que maneja auto caro, te castigo, te azoto). Ven cómo hago la referencia a nuestra Bolivia, donde por hoy toda decencia se evapora. Dejo esta comparación para después.

En las fotos que para los sitios de citas en internet, esos soldados israelíes se toman en Gaza con fondo de edificios recién quemados (por ellos), mezquitas derrumbadas, prisioneros palestinos maniatados y con los ojos vendados = humillados, torturados, los sionistas posan como modelos de revista: lo artificial, lo forzado y lo vacío de sus gestos... como un espejo que mira nada más a otro espejo: la nada, vanidad.

Les hablaré en otra, de cómo este proyecto sionista de hombres duros sale del antisemitismo de los judíos europeos asimilados pero rechazados por los gentiles, hace 150 años, o sea, sale de su odiarse a sí mismos.

También después, voy a poner esta dureza sionista que es maldad indiferente, impiedad, lado a lado con el irrespeto por los mayores y los ataques impunes a los débiles que un joven holandés vio en la Alemania de hace 110 años, cuando el nazismo se gestaba en el vientre social ario.

(A diferencia de los palestinos, algunos de los cuales se permiten lamentarse o hasta llorar delante de los demás cuando saben de la muerte de un hijo, una madre, y que sostienen, acarician largamente la mano, el pecho, el rostro o el piecito amado recién perdido, pero que en los funerales, los hombres se portan mesurados, compuestos, quietos, para no apenar al muerto — mientras las mujeres plañen, ululan con sus lenguas —, qué manera de berrear en público la de los israelíes, qué escenas, cuánto descontrol.)

— referencia a esto último: https://x.com/SuppressedNws/status/1849819927391138193

Para mostrarles que el logro de esta dureza sionista tiene al menos ochenta años, copio cita del cuento "El hijo", de la colección de cuentos Un amigo de Kafka, de Bashevis Singer, judío polaco que lo escribió en yídish, estimo que en los años cincuenta.

--- o ---

[A]fuera hacía calor y llovía. Una multitud... Tenía la impresión de que todos los judíos de Nueva York se hubieran congregado allí. Estaban los integrados, los rabinos de largas barbas y con crenchas, mujeres con números que les fueron tatuados en los brazos en el curso de su estancia en los campos de concentración hitlerianos, representantes de las organizaciones sionistas con abultadas carteras bajo el brazo, estudiantes de yeshiva con bonetes de terciopelo y barbas incipientes de rebelde pelo, y damas de sociedad con los rostros maquillados y pintadas de rojo las uñas de los pies. Me di cuenta de que nos encontrábamos en una nueva época de la historia de los judíos. ... Medía con la mirada a cuantos pasaban ante mí y me formulaba sin cesar la misma pregunta: ¿en méritos de qué elemento es este ser hermano mío? Las mujeres de Nueva York se abanicaban, hablaban todas a un tiempo con roncas voces, tomaban refrescos de chocolate y Coca-Cola. En sus miradas se veía una dureza en modo alguno judaica. Resultaba difícil creer que pocos años atrás los hermanos y las hermanas de aquellas mujeres, en Europa, [hubiesen ido] como corderos al matadero. Los modernistas judíos ortodoxos jóvenes, con capelos ocultos entre su reluciente cabello, hablaban inglés en voz alta y bromeaban con las muchachas cuyos vestidos y comportamiento no mostraban el menor indicio de religiosidad. Allí incluso los rabinos eran diferentes, no eran como mi padre y mi abuelo. Tenía la impresión de que aquella gente fuera mundana y astuta. ... Trababan amistad entre sí con insólita rapidez, se comunicaban informaciones recién adquiridas, intercambiaban frases y sacudían la cabeza en asenso de lo que unos y otros sabían. ... Hablaban en hebreo, aunque en sus palabras había cierto acento propio de gentiles.

Contra lo vernacular

La guerra sionista contra el pueblo palestino no sólo busca matar sus cuerpos, destruir sus casas y botarlos a ellos de su tierra. Esta guerra intenta borrar la memoria espiritual palestina y el sostén físico de esa memoria: los cuerpos todos palestinos para reemplazarlos con etiquetas israelíes arbitrarias fundadas en mentiras.

Es así que Israel, usando la "inteligencia artificial", se confunde a sí mismo, embrollando los rostros, los lazos sociales y de oficios de los palestinos, para "maximizar" su matanza. Es por esto que Israel está matando en Gaza a cientos de familias extensas enteras, sembrando olvidos puntuales que, sumados, hacen muerte humana en los siglos = extinción vernacular.

Es una guerra contra la subsistencia de lo vernacular palestino. Es así que los satánicos colonos israelíes en Cisjordania mutilan, arrancan y queman los olivos palestinos centenarios, mientras les quitan a las gentes nativas su agua de uso agropecuario para echarla a las piscinas de sus casas en barrios-fortalezas construidos sobre cerros y colinas. Esa guerra busca aniquilar lo hecho en siglos y milenios de historia de pueblos diversos que se fundieron, se diferenciaron, pelearon entre sí, convivieron en ese lugar del Levante. Es una guerra de lo falso y amañado por ingenieros y coroneles y comunicadores contra lo hecho entre muchas voces distintas, en diálogo entre muertos y vivos, diálogo con los ojos puestos en el Creador que nos lleva de la mano hacia la Redención.

Los sionistas perderán esta guerra porque si la perdemos nosotros, no valdrá la pena vivir en esta dunia y el Creador quiere que nosotros querramos vivir en comunidad en este mundo, hasta cuando su voluntad así lo dicte. Amén.

https://x.com/susanabulhawa/status/1849599118571602361

https://x.com/swilkinsonbc/status/1849762129638793226

En este video, desde aprox. el minuto 27, el poeta gazagüi Mosab Abu Toja habla de las familias palestinas enteras que Israel mata en Gaza; al final, pide a los armadores del holocausto israelí, EEUU, que así como se tardan en negociar un alto al fuego, tarden también en enviar armas, que EEUU deje tranquila a Gaza, que no se meta con ella; todo el video es necesario: https://m.youtube.com/watch?v=K7rlZZ6mz8M

jueves, 24 de octubre de 2024

General israelí que se retracta pero luego recalcitra

El general Giora Eiland, consejero político-militar del gobierno israelí, de línea "izquierdista" (fue quien hace veinte años dijo que Gaza era un "enorme campo de concentración", cosa por entonces no nueva entre los observadores israelíes y otros, de ese territorio palestino ocupado por Israel),

— referencia: https://www.google.com/url?q=https://www.jstor.org/stable/44002958&sa=U&ved=2ahUKEwjv6OiT1qmJAxXOrZUCHc4JAKsQFnoECAEQAg&usg=AOvVaw349Hu9fCUGfrHlQzLiOV92

propuso hace un año hambrear a Gaza para despoblarla y hacerla inhabitable para que los gazagüis a los que se les ocurriera volver a sus casas ya no las tengan (dijo algo así como: hacer que Gaza no pueda ya soportar habitación humana).

Dijo luego que aunque pareciera duro, convenía sembrar epidemias en Gaza para apurar su fin.

— referencia: https://www.google.com/url?q=https://mondoweiss.net/2023/11/influential-israeli-national-security-leader-makes-the-case-for-genocide-in-gaza/&sa=U&ved=2ahUKEwjv6OiT1qmJAxXOrZUCHc4JAKsQFnoECAAQAg&usg=AOvVaw1BcL8ia_-m3W2vB20QnQrd

Pero, interesantemente, en diciembre pasado, reconoció el recambio flexible por Hamás de sus comandantes muertos en guerra, y su valentía.

— dos referencias: https://www.google.com/url?q=https://www.nytimes.com/2023/12/27/world/middleeast/israel-hamas-war-military.html&sa=U&ved=2ahUKEwiou5H41amJAxXXrZUCHRjlGyYQFnoECAQQAg&usg=AOvVaw0LoJfPYEhUgbUqnXX3cGZG

https://www.google.com/url?q=https://www.middleeastmonitor.com/20231228-israel-retired-general-praises-hamas-resilience-in-gaza/&sa=U&ved=2ahUKEwiou5H41amJAxXXrZUCHRjlGyYQFnoECAkQAg&usg=AOvVaw0d9RSMecmttRmbIeuMtzsb

Hace un mes propuso cercar sin agua ni comida ni nada el norte de Gaza, dar una semana a sus 300 a 400 mil habitantes para irse, y luego exterminar a los palestinos que no hagan caso, declarando zona militar cerrada [táctica estadounidense en Vietnam: free fire area].

— referencia: https://x.com/ireallyhateyou/status/1849513974313660709

Este plan de Eiland es el que desde hace 3 semanas Israel está siguiendo aproximadamente en Bet Lajia, Yabalia y Bet Janún, en el extremo norte de la franja:

cerco sin entrada de agua ni comida ni otra cosa durante las primeras dos de estas 3 semanas (en la 3ra, se relajó un poco este sitio),

bombardeos aéreos y cañoneos marítimos y terrestres, ataques con drones, órdenes de expulsión a la población, derrumbe con topadoras, demolición con explosivos y quema de casas, edificios e infraestructuras, asesinato de policías (que son de Hamás, sí, porque el gobierno de Gaza es de Hamás, es como decir que siendo empleado contador o mensajero de la alcaldía o siendo barrendero, tu sueldo te lo paga la alcaldía), desbande a plan de amenazas de los equipos de reacatistas civiles,

órdenes de evacuación del personal y pacientes de los hospitales, negación de combustible a hospitales y a las plantas de agua, apagón de internet y teléfonos, calumnia a 6 periodistas de que son de la resistencia, lo que hace temer que Israel los asesine, como ya asesinó a más de 150 periodistas en Gaza,

y redadas de los civiles, separando a un lado a las mujeres, a otro lado, a los niños, y a los hombres mayores de 14 años, los someten a reconocimiento facial electrónico, y si al infeliz le hallan relación con alguna cara guardada en el padrón represivo israelí (relación que puede ser estar en un mismo grupo de Whatsapp o coincidencia de un segmento de su nombre), lo mandan a un campo de tortura dentro de Israel,

y por último, expulsión al sur a punta de encañonamiento de los hombres y jóvenes restantes y de las mujeres y niños, a los que se les entrega un tubo fluorescente amarillo que deben agarrar todo el rato para que los drones no los acribillen.

(¿Por qué un tercio de los norgazagüis, más de 300 mil, se quedaron en sus pueblos, pese a la orden israelí de hace un año de que se vayan al sur? Porque saben que en el sur igual Israel los va a matar, porque tenían algunos cultivos de legumbres y hortalizas, porque son palestinos y escogen morir antes que esclavos vivir — si bolivianamente me hago entender —, y porque honran su lazo estrecho con la mukáwama = la resistencia armada, quienes son sus maridos, sus hermanos, hijos, padres; o sea que en el norte, como en el centro y en el sur de la franja de Gaza, hay bastante combate palestino contra los invasores israelíes, con muchas bajas de ambos bandos.)

(Hoy, jueves 24 octubre 2024, hubo masacre israelí en Yabalia, 3 edificios de viviendas bombardeados, con al menos 150 palestinos muertos — desquitándose los israelíes de haber tenido que retirarse del hospital Kamal Aduán por haberse visto obligados a dar paso allí a una delegación de NNUU. Los 3 hospitales que quedaban en la zona fueron cerrados por los israelíes, uno de ellos, cañoneado, y los rescatistas civiles = los que destraban de debajo de los escombros a heridos y muertos, fueron desbandados a punta de amenazas por Israel. Hubieron, además, masacres en Jan Yunis, al sur de la franja y en Al Magazi, al centro, con lo que hoy fue en Gaza el día con más palestinos muertos en bastantes meses.)

Vuelvo al general Eiland:

Ayer, miércoles 23 octubre, el general se desdijo de su plan de limpieza étnica / liquidación del norte de Gaza: pasó a recomendar acabar la guerra, negociar con Hamás la liberación de los sobrevivientes soldados israelíes presos y los civiles retenidos en Gaza

(lo que implicará necesariamente retirada militar de toda la franja, inclusive de la frontera con Egipto — y esto lo especulo yo: ¿también del corredor central de 5 y más km de ancho que secciona la franja? —, e intercambio de presos y rehenes, los 100 israelíes a cambio de los muchos miles de palestinos),

dar respiro a la economía israelí que se hunde: la guerra cuesta 150 millones de dólares diarios, dice el general,

Hamás seguirá controlando Gaza y haciéndole bajas a Israel,

los israelíes ya se acostumbraron a que sus soldados (sus hijos, hermanas, sus maridos y esposas, sus padres) regresen muertos de Gaza (y desde fines de septiembre, también del Líbano), malheridos o locos suicidas;

la postura de Israel ante el mundo se sigue debilitando, dice...

... en fin, derrota israelí en regla es lo que plantea el general.

— dos referencias a la retractación del general Eiland: https://qudsnen.co/israeli-general-creator-of-generals-plan-oddly-shifts-position/?amp=1

https://x.com/ireallyhateyou/status/1834212330218876938

Una semana después, ya en noviembre, Eiland vuelve a su posición inicial. Hablando por televisión, aprueba la "conquista" israelí del norte de Gaza, diciendo que los "árabes" (modo israelí de negar identidad a los palestinos) valoran su honor = el no ser humillados, y su territorio (cosas ambas que Israel les estaría quitando, según el general), y que, así como se olvidaron de Ashkelón (lugar que Israel arrebató a los palestinos hace casi 80 años), "lentamente... el norte de Gaza será para ellos un sueño distante" (parafraseo).

— referencia: https://x.com/ireallyhateyou/status/1852803285318504573

jueves, 12 de septiembre de 2024

Inflo ruedas en el día sin autos

El domingo 1 de este mes, día sin autos, invitado por Lucho, trabajé inflando ruedas de bicis en el mercado Calatayud. Llegué a las ocho. En la mitad de cuadra de los vendedores de repuestos de moto, que hace años vendían repuestos de bici, habían unos cuatro equipos de infladores. Bajo el toldo del vendedor Nelson, Lucho incitaba a los biciúntes a acercarse a que él aumente aire a sus ruedas: "Amigo, aire, aire, tu llanta está baja".

A los pocos minutos, ya estaba yo usando el inflador amarillo del Nelson, con el que bastan cinco o 6 empujes para llenar de aire una cámara. Pronto empezaron a llegarme también parchadas, para las que usé los parches, pegamento líquido, tijeras, lija que había llevado, y agua en un bañador ajeno. Primero Lucho y después Nelson, me dijeron que en vez del inflador de pie, use la manguera de la compresora: "más rápido, más eficiente y más profesional, no ve?" (la diferencia habrá sido de un minuto a un cuarto de minuto).Y uno y el otro se quejaron en voz alta de mi tardar mucho reponiendo cubiertas en su aro de rueda. Pero en los tres o 4 casos en que yo sé que tardé, hubo motivo para ello. Recuerdo un caso: la llanta nueva que Nelson le vendió al cliente estaba retorcida, no tenía la forma adecuada para ser puesta sin más sobre el aro. Luego de bregar yo mucho rato, vino Nelson y reconviniéndome, tomó la tarea para sí y la cumplió en cuarto minuto o menos. ¡Fue porque yo ya había alistado, a fuerza de dedos, los varios otros trechos en que la cubierta no se amoldaba!

Me queda de la jornada en que fui inflador de ruedas de bicicletas: que el tiempo pasó volando. Eran las ocho, y de pronto, pasados unos sofocones, ya era medio día y mi amigo Mario me llamaba por el teléfono, diciéndome que el almuerzo estaba listo; habiendo almorzado, llego de vuelta al puesto, eran las una, pasan otros sofocos, y al darme cuenta, atardecía, no habían ya casi clientes, y la cosa era recoger las herramientas.

Muchas de las bicis que toqué estaban recién sacadas de su sopor de cinco meses (desde el anterior día sin autos, en abril), y sus dueños nos lo decían así.

La gente es amable. Nadie se fijó en mi lentura ni me apuró, nadie vio mi chambonería. Excepto el dueño de una bici que me tuvo que decir que el cambiador de caja de su bici lo había yo puesto al revés, hacia arriba, y no, como se debe — y aquí el muchacho me señaló el derailleur de mi propia bicicleta, patas parriba un poco más allá — hacia abajo... Hubo un cliente que por no sé qué toques a su bici, la de su mujer y la de su nieta, por los que les estaba cobrando cinco pesos, insistió en que me quede con los diez que me dio.

La gente no tiene problema de pagar lo que se le dice, no discute, no regatea los precios de los arreglos, puestos por los bicicleteros improvisados.

Lucho agarraba una herramienta, la usaba o no, la tiraba en cualquier parte del suelo; dándome vuelta, yo la levantaba y la ponía en su lugar, no fuera a ser que, reculando sin mirar, Lucho la pisara. Lucho usó y agotó mi pegamento, rompió mi papel de lija. Habían dos adaptadores de boca de manguera de inflador. Muchas veces, luego de usar Lucho uno de ellos, los llevé de vuelta encima de mi trapo anaranjado. Durante buen rato sólo vi uno de los adaptadores. Lucho era un tifón, arreglando bicis, volcándolas, golpeando las herramientas contra el suelo, cobrando a los clientes, animándolos o intimidándolos a hacerle arreglar sus bicis. Ahora estaban de nuevo los dos adaptadores, pero uno de ellos sin su cadenita. No supe cuál era el mío.

Me gustó que, más de una vez, al estirar con alicate las válvulas de cámaras neumáticas que había remendado, para sacarlas lo suficiente por el hueco de su aro, lo hice con suavidad, sin dañar su circularidad ni su rosca.

A dos ciclistas les hice inmovilizar las ruedas delanteras de sus bicicletas entre sus piernas, agarrándolas ellos de sus manillares, para que yo operara en ellas. Es una postura firme, que yo uso a veces para, usando mis manos, cargarme algo a la espalda estando ya a caballo de la bi pero todavía sin montarla.

Debajo del manubrio de la bici que un cliente volcó para que yo se la atienda, un trapo anaranjado. Me parece ajeno. Un rato: yo tengo un paño así, es donde pongo mis herramientas y cosas para parchar. Me doy la vuelta. Esas cosas mías están desparramadas por todo lado en el suelo. Retiro mi trapo, pero el ciclista me lo pide; no quiere que se raspe el shifter de su caja. Esto, proteger mi manubrio, en aquel caso, sus empuñaduras, es algo que yo sabía hacer en el taller de bicicletas adonde iba.

Cuando se veía que iba a atardecer pronto, me apremió la necesidad de baño. En la esquina, estaba cerrado el baño público (o más bien, privado, porque para usarlo, se paga). Me indicaron el negocio alcohólico de doña Ana, donde fui, y sin decir nada a nadie, usé una taza, saliendo, igual, sin mirar a la gente que bebía en la acera, entre la que talvez estaba Ana.

Además de a nosotros dos, mi amiga Linfa, vendedora de repuestos de moto y mamá de Lucho, acogió como mecánicos de bicis, a Juan y su hijo. Al recoger las herramientas para acabar el día, a Juan le faltaba una llave 10 (es pequeñita). La buscó por todo lado, la rebuscó: nada, no había. No, no era esa llave diez que yo le mostraba (la de Linfa y Lucho), sino que era así y asá. La describió. Hasta que yo, diciendo que en medio del trabajo, sé meter las herramientas a los bolsillos de mi pantalón, y volcando uno por uno mis bolsillos para la concurrencia, ¡hice aparecer la llavecita desde dentro de mi bolsillo delantero derecho, donde pongo las llaves de puerta casa y de chapa bici! ¡Hubieran visto la cara de alivio de Juan! No era para menos. Bonita su llave. Me quedé repitiendo: Cómo la habré puesto adelante, lo que hago siempre es ponerlas atrás...

Y ahora Lucho, ante los rezongos de su madre (que le decía que mucho tiraba las herramientas, y que un cliente se le quejó amargamente de haberle mordido su cámara...), le replicaba que él, por buena gente, me había invitado, y que, aunque se hubiera justificado, él no me echó en cara mis tardanzas. Y alardeaba de sus doscientos pesos ganados. Cómo lo habrá hecho. En el mismo tiempo, yo recaudé sólo cien... Ahora me doy cuenta cómo. Asustando a la gente: "Aire. Amiga, tu llanta está baja. Aire. Arreglo de bici?" Y alguna gente, poco ciclista, se acercó y se dejó dar aire...

Acabado el día mecánico, sentado sobre el asfalto del suelo, me lavé los pies con agua, me los sequé, me puse calcetines y zapatos, guardé las chinelas dentro de bolsa y mochila, y empecé a tranquilizarme. Comparando lo hecho en este día sin autos con lo hecho años atrás en días parecidos, inflar ruedas de bicis, pero entonces sin la presión de la plata, no supe decirme cómo fue que me dejé llevar esta vez a acatar esa presión. Pude recordar a alguien de quien parché una pinchadura, y al que despaché sin reacomodar su freno trasero. Espero que le haya ido suave nomás.

sábado, 3 de agosto de 2024

apunte político contra las ciclovías

el sionismo expulsa a los palestinos de Palestina, para colonizarla con judíos expulsados de Europa

discrimina entre judíos europeos, por un lado, y por el otro, los nativos palestinos, y los aparta entre sí, los segrega

del mismo modo en que las ciclovías, siguiendo el criterio de privilegiar a usuarios del espacio según tengan más o menos recursos técnico-económicos, ponen a un lado a motoristas y a otro lado a ciclistas

las ciclovías son anticiclistas

en el caso del sionismo, el criterio es el origen europeo de los colonos judíos en Palestina frente al origen local de los nativos palestinos

lo mismo vale para las pasarelas o puentes peatonales elevados sobre vías anchas y rápidas, que perjudican a los peatones para dar dominio indisputado del espacio vial a los motoristas

cuántas veces, yendo yo en bici por la calzada, junto a los autos, no habré oído a un motorista gritarme: andate a la ciclovía

del mismo modo, algunos europeos les pueden decir a sus judíos que no tienen cabida en Europa, que se vayan a Palestina

y a los peatones se les impide cruzar por abajo las vías anchas y rápidas, obligándolos a subir gradas y caminar más para pasar de un lado al otro

jueves, 11 de julio de 2024

La ciudad de Gaza es atacada por Israel

Desde ayer miércoles 10 de julio, Israel pasó a intentar terminar la fase de preparación de su limpieza étnica + genocidio de la franja de Gaza.

Ayer en la mañana, Israel ordenó a los varios cientos de miles de muy hambreados habitantes de la ciudad de Gaza, al norte de la franja, que dejen sus casas, so pena de estar en un zona de combates peligrosos, o sea, de ser bombardeados, acribillados. Es la segunda vez en 8 meses y medio que Israel busca sacar a la gente de la ciudad de Gaza. Es casi imposible para los debilitados, enflaquecidos gazatíes hacer caso a la expulsión israelí. Muchas familias han decidido quedarse y afrontar la amenaza israelí de matarlas. También sus autoridades les han dicho que no hagan caso a la orden expulsora de Israel. Soldados israelíes asaltaban ayer casas de familias de civiles, ejecutando a mujeres y niños. Ayer en la noche, hora palestina, la aviación de guerra israelí bombardeó la ciudad de Gaza con bombas estadounidenses. La resistencia palestina, la no violenta, así como la resistencia armada a la ocupación, son firmes en Gaza.

Yo ruego a Dios para que rindan buen fruto las gestiones de última hora de personas e instituciones ante el responsable de esta carnicería de locura y de maldad que es Estados Unidos, para ponerle fin.

La fuente informativa Al Jazeera dice hoy jueves 11 de julio que de entre los habitantes de la ciudad de Gaza, 300 mil huyen de Israel que los ataca.

viernes, 21 de junio de 2024

Tres en uno

La pareja parada en la acera, al borde, muy cerca de la calzada, alto él, linda ella, entiende mi gesto y apartándose un cuarto de paso, me dejan pasar la esquina con luz verde nueva del semáforo, paso entre ellos y los carros. No acabo de ganar la siguiente cuadra cuando me aparece desde atrás y a mi izquierda, o sea, entre mí y los carros, otro muchacho, enchorzado éste, que corre a velocidad de deporte, o sea, más rápido que yo en la bici, pero decide irse a la derecha, pisando la acera inexistente, y se evapora. Menos de media cuadra más allá, sentado en el bordillo de la acera que ahora empieza a existir, un otro muchacho, erguido el tronco, gacha la cabeza con crenchas apelmazadas, ocupadas sus manos en acomodar o evaluar lo rotoso de los andrajos que viste, que descubren en su pecho y muslos y tobillos descalzos, una piel oscura (más oscura que la mía y yo soy negro...) con ese tono moreno propio de Quillacollo: en la ciudad de Cochabamba todo es gris, color de cemento ahumado, hasta la piel de la gente; en Quilla, el color oscuro de las cosas y hasta de la piel de la gente insinúa un rubor amarillo o anaranjado sólido, que debe venir del color de la cáscara del membrillo maduro en carnaval, o de la granada que se quedó meses sin caer ni ser arrancada de su rama y desafía el polvo ambiente mostrando en víspera de Urkupiña su vida subsistente.

viernes, 10 de mayo de 2024

Un camión que pasa cerca

Abro la puerta para entrar adonde vivo y por la calle, detrás de mí, pasa rápido un camión con cajas para huevos de gallina. El camión va rápido, por no llevar carga. Es de noche. La luz amarilla de las luminarias me muestra la gran cantidad de polvo que del piso de tierra con piedras sueltas, levantan las ruedas, la masa embalada del camión; parte de ese polvo hará difícil la respiración de las hojas de los eucaliptos de la vera del camino. El tope de las pilas de cajas de plástico raspa, rasura las ramas de los molles de la vera del frente, abriendo una luz o espacio vacío ahí arriba sobre el camino. Siento y sé que esa cosa que pasa a mi lado, el camión, no pertenece aquí, que está demás, que en gran parte su estar aquí es daño, que habrían otras maneras de trasladar la carga que llevará, que esas maneras diferentes no son difíciles de diseñar, con los medios existentes. Una de ellas, son bicicletas o triciclos de carga.