Airado un cicista por el centro de la ciudad, y contrarruta
Va un ciclista contrarruta por la calle y por la cuadra por donde más le gusta hacerlo. Va, cuando puede, rápido. Goza. Elude a los carros que vienen, que son pocos, y van tan lento que no hay por dónde se molesten de esa bici que no les estorba. Ellos dejan entrepasar a un ciclista, por en medio de dos de ellos, al costado de otro. Pero aparece uno, cuando ciclista va por el lado izquierdo, uno que maneja un trufi, que no quiere retirarse los adicionales diez o quince centímetros bastantes para que la bici pase tranquila. Entonces, un ciclista, apurado, debe reclinar el cuerpo más hacia la izquierda, apegarse al bordillo, besarlo. Y, raspando el trufi, pasa gritando su rabia, soltando su tensión, perdiendo ya el miedo, sintiendo una rica aireación.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio