Cuánto sol quiero hoy
Se demora la minuciosa inundación del valle por la luz. Antes de salir, el sol va aclarando el aire, las estrellas se apagan, pero la luna, de la mitad de su tamaño lleno y en el punto medio del cielo, cuya capa superior está ya abiertamente alumbrada, la luna, traslúcida, se ve, se quedará en el día. El amanecer. Se difumina la rígida separación del aire en un una región clara, arriba, y otra, oscura, donde yo estoy. Ahora todo cobra luz, pero ella no toca aun mis rodillas, la parte elevada de mi cuerpo, y falta mucho para, después de ser cubierto por el sol, empezar a recibir su calor en las manos, enlazadas tras la nuca. No flor sino rocío es lo que el aleteante pájaro pica en las puntas de las hojas del abeto cuya copa tiene todo el sol.
Agosto 2012.
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