La apropiación. Los ciclistas jailas se adueñan de la escena pública

"... la bici no es el transporte del pobre, sino es el transporte de las personas cultas...", dice el entrevistado (en el video inserto en http://www.lostiempos.com/actualidad/local/20170803/alcalde-promulga-ley-bicicleta-ciclistas-festejan-caravana, y en otro lugar, https://www.youtube.com/watch?v=Ulu8kq2wjZI) entrevistado que festeja la ley de la bicicleta, que es la que, dice, dirá a la gente eso, que los ciclistas no son pobres, que son cultos...

¿Por quiénes nos toman? Creen que vamos a comprar esta mentira. ¡Un discurseador, imbuido de técnicas de márquetin, alaba con falsedad a su audiencia! Para venderte un par de zapatos usados, rotos, te dicen que son los adecuados para la forma especial de tus pies...

Y no, no es como dice aquel propagandeador. En Cochabamba, usamos bicicleta, primero, quienes tenemos necesidad de ella porque es barata, es decir, los pobres; y, segundo, quienes gustamos de ella, es decir, los activos o inquietos. Relación entre montar bici y ser culto, no veo ninguna.

Otra cosa es que hace unos años crecen aquí los negocios que buscan encarecer los costos de las bicicletas y sus repuestos. Alimentándose de los discursos mellizos de la bici verde y de la bici salud, estos negocios venden bicicletas más caras, cobran más por la reparación mecánica, cobran más por los repuestos. Se está armando, desde hace unos cinco años, un tinglado sobre el tema-negocio de la bici. Lo que es peor, los empresarios, su organización gremial, los periódicos, los políticos-autoridades, los que cuentan en términos de poder usan el tema-negocio de la bicicleta para impulsar una vía de probable amansamiento urbano -- amansamiento de la gente, su encarrilamiento para que salgan del paso de los poderosos.

Una parte de este aplacamiento social se hace con carriles bici, que segregan el tráfico en espacio grande para los caros, veloces y peligrosos, y espacio pequeño para los baratos, lentos e inermes. Esto podría ocurrir en la ciudad de Cochabamba, si los ciclistas lo permitimos. (Hoy viernes en la tarde, en la Oquendo entre Jordán y Sucre, me dijeron que el recién construido bordillo de hasta 10 cm de altura que separa un carril de hasta metro y medio de ancho a la izquierda de esa vía marca un carril bici. Averiguar. Esta construcción tiene hasta un mes de iniciada, antes de la aprobación, la semana pasada de la ley de la bicicleta. Incluso los vecinos protestaron contra el polvo provocado por las obras.)

El negocio de la bicicleta en Cochabamba son unas diez tiendas abiertas en los últimos cinco años en las zonas comerciales caras de la ciudad (con nexo con comercios en la zona del mercado "popular"), con ofertas de bicis desde 300 dólares y más. Al menos dos de estas tiendas venden, junto con bicicletas, vehículos a motor. Recambiar el macero-eje trasero de una bici de aquel precio cuesta cerca de 200 pesos, una sola pieza cuesta lo que toda una bicicleta usada en buen estado. Desde hace dos años, los maestros mecánicos cobran más por su atención. Inflar una llanta, que hasta hace siete o ocho años costaba veinte centavos, cuesta ahora cincuenta. Pero en los días del peatón y la bicicleta, en los últimos dos años, se sitúan en muchos lugares de la ciudad bicicleteros ocasionales, que cobran uno y hasta dos pesos por esa mínima atención.

(Es un curso parecido a lo que ocurre en otros rubros comerciales. Con la inundación de ropa y zapatos usados traídos de fuera del país, se ha despoblado la oferta de productos de precio medio: uno puede escoger entre lo barato de mala calidad, derrepente en mal estado, y lo caro de supuesta calidad media, pero también desechable. Este curso es el de una dependencia e indefensión mayor de los consumidores hacia los fabricantes y proveedores; lo que sufrimos hoy es que fabricantes y vendedores tienen la sartén más agarrada por el mango, y a nosotros los compradores no nos dejan ni patalear. Esto ocurre en los segmentos inferiores del mercado. En los segmentos superiores, donde las cosas cuestan más, los compradores retienen algo de su poder de negociación.)

¿Qué pasa con los ciclistas en Cochabamba? Entre los años noventa y hoy, disminución creciente de los antes numerosos ciclistas diarios de clase baja (albañiles, jardineros y parecidos). Desde hace unos tres años, en la calle se ve más ciclistas con bicis caras. Hay un escenario público donde el tema de la bicicleta es relacionado con la salud y el ambiente, escena ocupada por mestizos jailas. Hasta hay propagandas diversas por televisión que usan el tema bicicleta, relacionándolo con salud, esfuerzo físico, atracción física, niñez, juventud, solvencia económica. ¿Se puede llamar a esto una apropiación? Donde antes estaban tranquilos, silenciosos ciclistas diarios, ahora hay ruidosos alharacos ciclistas ocasionales (salen una o dos veces al mes en sus bicis impúdicas).

El discurso de la bici verde dice que manejando bici salvas al planeta, que la bici es limpia, que no contamina. Que los incautos se crean eso. La fabricación de bicicletas es tan contaminante, por peso y por costo, como la de cualquier automóvil; las materias primas que se usan en esa fabricación, la extracción de esas materias es tan sucia para el ambiente y dañina para las comunidades como toda minería. ¿No contamina el uso de la bicicleta? Depende de lo que entendamos por contaminar. Es un tema abierto. En todo caso, el uso jaila o clasemediano de la bicicleta está inmerso en un conjunto de hábitos y consumos muy contaminadores, está entretejido con ellos.

El discurso de la bici saludable dice que la bici te mantiene en forma, que controla tu peso, ayuda a tu corazón, y nosequé más. Puede ser, pasando cierto volumen de tiempo diario sobre la bicicleta; pero, antes de ese umbral, es probable que a algunas personas usar bicicleta les quite una caminata que, esta sí, las ayudaría físicamente.

Digo entonces que si nos dejamos los ciclistas diarios con bicicletas normales, ellos los jailas nos quitarán hasta el espacio donde pedalear nuestros ciclos.