viernes, 13 de febrero de 2015

A partir de un baile ensayado, visto en una plaza

Alegría en las caras, en los pasos de los fraternos que en la plaza Sucre, en la tarde de martes, ensayan el baile con que entrarán en carnaval. Grandes los parlantes que echan la música. Cables llevan de los parlantes a la caja trasera de una camioneta estacionada, donde vibra el generador que da corriente eléctrica para que suene la música de banda para que esos bailarines bailen.

De los cuatro abuelos de cada danzarín, ¿dos o más fueron ya caporales, tuvieron empleados a su cargo, los administraron, para que medren los patrones del caporal? Porque esa alegría contiene ducha eléctrica ya para la generación anterior al danzante. Contiene auto propio para los jóvenes de esta generación. Y colegio particular, profesión universitaria. Heladera y televisor hace dos generaciones, horno microondas en esta.

La música, que para los pájaros de esta plaza puede ser ruido, su volumen, ¿cómo los soportan ellos? ¿En algún momento se les ocurre reaccionar contra esto? ¿Y qué de los árboles? Ellos también reciben esto que no es suyo.

Los generadores a combustible fósil reemplazan la electricidad de la red, que viene desde la presa de Corani. ¿Qué yace bajo esta laguna que antes fue vallecito, inundado para electrificar a la ciudad de Cochabamba? ¿Qué se sigue pudriendo allí abajo? Los cables que conducen la corriente, tan cerca de los árboles; ¿cómo ellos los aguantan?

Esto de aquí, eso de allá lejos, lo que fue antes, lo que no vemos, lo que será. Quien siente y quien dice, y el que está al lado, hombre, mujer, animal, planta, piedra, aire, agua. Quién hace el mundo en que vive, el mundo inmediato, quien impone ese su mundo hecho a los demás, hombre, mujer, árbol, agua, aire, tierra; quién deshace el mundo en que vivimos.

A mis hermanas y a mí, al desayunar, nuestros papá y mamá nos enseñaron a pedir por la panadera, por el molinero que molió la harina, por los vallegrandinos que criaron el trigo, pedir lluvia para los campos, pedir sombra para los pájaros de los campos, para que puedan armar sus nidos, y cantar los pájaros. Pedir a Dios.

Sobre bailantes que practican al aire libre, ver http://cuadernociclista.blogspot.com/2017/09/bolivia-hoy-3-se-esfuman-los-bolivianos.html.

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