viernes, 13 de diciembre de 2019

Fue hoy a mediodía

Iba yo contra el sentido del tráfico en una cuadra y a una hora casi sin tráfico. Se viene una camioneta roja, de las anchas, viene despacio. Le señalo, levantando el brazo y clavando el dedo índice, una paloma que camina en medio de la calzada. Espero que me haga caso, que respete a la paloma. Cuando nos entrepasamos, miro para atrás : la paloma, alcanzada, aletea. La paloma deja de aletear. El motorista tiene unos 30 años, parece más grande que yo, usa una de esas barbitas sacadas de la televisión. Alguien que está en la calle dice una frase donde distingo la palabra "paloma". Yo digo fuerte : "le había señalado a la paloma ; la pisó a propósito". La gente que, apoyada en carros, discute sobre repuestos para carros (es una cuadra llena de tiendas de repuestos de carros), no me hace caso. Alzo al animal muerto, lo llevo -- gotea de su pico algo que no es sangre -- adonde no lo sigan pisando ; es a la jardinera de la Heroínas, en el redondel despojado de pasto que rodea a un arbusto ficus. Encuentro unas piedras pequeñas y las pongo sobre la paloma pisada.

Fue hoy a las doce y cuarto, en la calle Falsuri, entre Heroínas y General Achá.

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