Adoquinan la calle M. E. Matenda

La máquina amarilla arrastra tierra, la acomoda y la aplana con la hoja transversal que lleva bajo su panza. Es una máquina grande. Paso a su lado, a centímetros del montículo longitudinal que es el borde de su alcance. ¿Qué es lo que hace la distancia tan grande que hay entre la seguridad que tienen los vecinos de la necesidad de esta obra de adoquinación de la calle M. E. Matenda al sur de Illataco -- seguridad de ellos sobre la que es inútil preguntar, puedo darla por supuesto --, que mejorará sus vidas, y mi idea clara de que es una obra dañina, que empeorará de inmediato la vida de esa gente?

Una semana después. Ponen los adoquines, y los sacan. Parece que rehacen lo que no hicieron bien.

Tres meses después de la fecha inicial de escritura. Bastantes cuadras cómodas ya adoquinadas.