Maltrato a la bici
Anoche pisé con la rueda trasera un fierro grueso y filudo que sobresale del pavimento en la cuadra que sube desde la av. Reducto al cementerio de Colcapirwa. Primera vez que soy tan torpe. Y eso que había toda una curva amplia para torcer esa esquina. Es fierro cortado del anclaje de una pieza de rompemuelle, cortado con amoladora.
En la noche, en casa, tocando la llanta, levemente baja. Se resintió mi rueda. Hoy tuve que inflarla un poco, y creo que no seguirá necesitándolo. Interesante. El trauma hizo salir un poco de aire, supongo que por la válvula. (¿Por dónde más?)
Otro maltrato, esta vez de la rueda delantera, de su aro, al golpearlo a velocidad excesiva contra un rompemuelles, culpa del motorista que me encandiló, no hace falta poner dónde (es que no lo recuerdo...), pero fue hoy, miércoles 2 de julio, a eso de las 22h, en el centro de la ciudad (creo... qué memoria la mía, o mejor, o, digo, peor, qué falta de memoria).
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio