Por vergüenza
La paloma que alcé hoy, no había tenido la fuerza para alzarla ayer. En la calle Calama entre San Martín y Lanza, en mitad de la vía, con las alas completamente abiertas, y ya muy pisada, tanto que, al alzarla, sentí que era muy poco la carne que le quedaba. En esa cuadra hay jardineras -- de esas que han sido aisladas de la tierra de abajo, o sea, que bajo la tierra de las macetas, hay cemento -- donde dejar unos restos como los de ese animal. No me animé a alzarla ayer... por vergüenza.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio