Mantenimiento general

Sacada ayer la cicla del mecánico que le hizo mantenimiento general, hallé no confiable al pedal derecho, y el izquierdo no me convencía del todo. El maestro me dijo que al derecho había que cambiarle una pieza interna, y que el izquierdo había que abrirlo de nuevo para ver qué cosa siempre es la que tiene. Yo quería una bici chalita, sin reproche. Yo tenía plata. Gasté en unos nuevos pedales, hallando un modelo que me dio buen resultado hace años. Estoy contento.

(A la vendedora de repuestos bi de la avenida Barrientos le saco, con esfuerzo insistente, rebaja de un boliviano. Me presta llave quince, retiro pedales viejos, limpio la rosca con trapo y destornillador, coloco pedales nuevos. Mientras, ella me cuenta que usa una bici nueva cada día del peatón, bi que luego vende; ella no tiene bici. Por falta de capital, dice, retrasa la conversión de su puesto bi a la venta de repuestos de moto; en esta vida todo es con plata, dice; y cuando la reprocho su abandono de las cosas bi, me dice que así nomás es la vida, pues, qué se le va a hacer. Pero ella, de poco más de veinte años de edad y madre nueva, pregunta y discute sobre los diferentes materiales de que están hechas las bicicletas, sobre los pesos de estas, en vista a tener una para sí. Cuenta que aprendió bi recién a los quince años; ese día, su hermano soltó el agarre de la bici que ella montaba por primera vez, la advirtió contra caída... y ahí, ella se cayó.)

Lo que gasté en el mantenimiento y la compra de las nada más tres piezas que cambiamos (cadena, llanta y par de pedales) alcanzaría para comprar una otra bici usada de la misma clase en un estado similar. Es que uno es leal para con su cosa esta de caminar.

Ah, y me compré un par de zapatos, cuyo costo incluyo en este gasto ciclista, lo que, aunque a ti, lector, te parezca arbitrario, lo explico diciendo que los zapatos son, como la bicicleta, para caminar, así que son gastos que pertenecen a la misma categoría.

Este mantenimiento es el segundo que le hago dar a mi bi en los tres años y medio que la tengo. Las otras reparaciones fueron puntuales, de una o hasta de tres partes de la máquina.

Hallé bicicletero sin haber ido allí a buscarlo; ayer era día feriado y supuse que no estaría, pero, al pasar de ida al mercado, vi que él y su esposa limpiaban el taller, descartando y botando mucha chatarra de bicicletas, alguna de la cual me tentó por un momento.

A mi bici le falta : cambio o arreglo de la buena silla que lleva dos años sirviendo; ojos de gato en ambos guardabarros ; alzarle manubrio y asiento ; parrilla nueva o soldar las asas de la vieja actual.

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A los dos días de mantenida, la bici volvió al mecánico, para que le ajuste el eje central. Pero ese mismo día, tuve que apretar el suelto eje centro, y esa pieza siguió así. Puesto que el mecánico de bicicletas al que recurro es el único en el centro de la ciuad, y ese técnico trabaja únicamente de jueves a sábado, la bi esperó días, empeorando, hasta que hoy, cuando ya la cadena se salía de tanto que bailaba el eje, el bicicletero le tarrajeó nueva rosca al alojamiento del eje, operación que acreció en un quinto el costo previo del mantenimiento.

Me le quejé de su entregarme una bicicleta que resultó no confiable y hasta peligrosa. Pero le pagué casi todo lo que me pidió, apenas le saqué una rebaja pequeña. Me dejé; me dejé cobrar por la escasez de bicicleteros; le permití cobrar doblemente por un mismo trabajo, primero mal hecho, y luego, y con una operación adicional, no prevista, recién rehecho bien.

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Tres semanas después de haberle hecho hacer el mantenimiento, sigo gastando plata en la bicicleta. El domingo pasado fue una cámara de aire, que reventó, por motivo, creo, de que el aro no está suficientemente circular y, tendiendo la cubierta a salirse de su estar embutida en él, el ciclista la infló por demás. Hoy fue cambio de eje central, pieza que el maestro bicicletero había ya cambiado en el mantenimiento de marras.

Además, hoy a la bi le puse otro asiento, usado. Guardaré el asiento que sacado, que servirá, luego de una atención.