Tus manos
No tibias, no como las tuve siempre cuando andábamos juntos, no, tus manos están frías ahora. Frías como la primera vez, cuando, por estas calles ajenas, tomando las mías que iba dejando cerca casi para ti, me dejaste tocarlas, hace tanto tiempo. Pero entonces pude decirte que quería entre los dos calentar tus manos; en cambio ahora, solo, torpe -- te estoy arrebatando acaso las manos un momento, no llamado, apenas recibido, acaso fuerzo este lazo que ya rompes, yéndote -- no ofrezco nada, no me animo, y te dejo ir.
Abril de 2010.
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