miércoles, 22 de octubre de 2025

Ese olvido

Igual como una vez olvidé mi pesada mochila y la hubiera perdido si el tendero en cuya acera la dejé -- como si no fuera mía, como si no necesitara las cosas que lleva -- no me esperaba para devolvérmela, igual, un día dejé atrás, sola, a mi bicicleta. Había almorzado en ese lugar, había estado sentado allí. Y me levanté y me fui a pie, como si a pie hubiera llegado ahí. A los tantos pasos, me desturbé, me sentí a pie, reconsideré, torné hacia el punto ese donde la cosa que uso para caminar estaba quieta, la destrabé y me la llevé del brazo hasta donde, entremedio de los carros, la pude montar para moverme sobre ella. Mi frente fue sudando el embarazo ante mí mismo y el alivio por no haberla -- en ese medio minuto en que la desconsideré -- perdido.

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