No hay que votar por la derecha

Los antecesores históricos cercanos de la derecha boliviana actual son: Goni (masacró a decenas de alteños), Bánzer (hizo matar a cientos de bolivianos desarmados, a decenas de ellos, disparándoles desde aviones en Melga y Epizana), Paz Zamora (vendió a sus compañeros matados por Bánzer), García Meza (masacró a decenas de dirigentes sindicales, protegió al enjuiciado Bánzer, fabricó cocaína), Natusch (masacró a cientos de paceños y alteños desarmados), Barrientos (mató a mineros desarmados en la noche de San Juan en Llallagua-Catavi, disparándoles desde aviones) y Paz Estenssoro (que también hizo matar a gente en masa).

La derecha masacradora histórica boliviana está rendida de antemano a las exigencias de las empresas extranjeras que se llevan los minerales del país. Los dirigentes derechistas son los representantes políticos y legales de esos empresarios extranjeros que nos roban el país.

No hay que votar por la derecha masacradora histórica.

La derecha boliviana es aliada del estadounidense Trump, que está quitando libertades y recursos a su pueblo y que amenaza la paz mundial, es aliada del argentino Milei, destructor de su país, admira al salvadoreño Bukele, encarcelador de su país, y pertenece al bando del genocida Israel, que avanza la destrucción de Palestina.

No hay que votar por la derecha boliviana, que tiene amigos externos equivocados.

El genocidio israelí de los palestinos, al destruir las leyes de la guerra y los derechos humanos, está creando en el mundo una situación muy diferente a todo lo que hemos vivido en las décadas pasadas. El irrespeto israelí total de las leyes y derechos va ser copiado por otros países poderosos, lo que a los países pobres y débiles nos va a poner en desventaja grande, en riesgo de ser explotados en medida mayor, o de ser destruidos, por países abusadores, como EEUU.

No hay que votar por los derechistas aliados de los enemigos de Bolivia, de los bolivianos y de la humanidad.

No perdamos nuestra memoria histórica. No votemos por quienes nos van a perjudicar como país y como pueblo. No nos desorientemos.