martes, 21 de octubre de 2025

En el camino viejo a Quillacollo en un domingo de elecciones

En el camino viejo de la ciudad a Quillacollo, ayer domingo de elección presidencial, en la mañana, caminaba mucha gente, me pareció que más bien en grupos de edades cercanas, personas mayores juntas y otros, menos numerosos, grupos de jóvenes; también habían familias a pie, donde las edades se abren en abanico, pero no tantas familias como en los días sin auto = días del peatón y la bici. Había gente en bici, pero no tanta como en dichos días. Sentí un ambiente sereno, lento, con menos juego, menos desorden y más conversaciones entre las personas que el que veo o siento en los referidos días sin autos.

En diferentes trechos de la docena de quilómetros del camino viejo, ayer en la mañana, habían tres o cuatro acumulaciones de vendedoras de api, buñuelos y pasteles = empanadas de queso, fritas en aceite, con sus toldos para filtrar el sol, mesas y sillas, sus cocinas hechizas de calda potente... su ocupar la vía por media cuadra o más, volviéndola del todo peatonal, que obligaban a ciclistas a desmontar y llevar del brazo a sus bicis por entre los feriantes.

Muy pocos autos, sólo los autorizados; mucha gente caminando a paso lento, conversando entre ellos, niños y muchachada que jugaban, pero sin atestar la vía. Suave mañana de domingo en mi camino favorito.

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