viernes, 17 de octubre de 2025

No votar por la derecha

Votar por la derecha es ser irresponsable. Los candidatos Quiroga y Paz son parte de la derecha masacradora histórica boliviana, la que, en 2019 masacró a civiles desarmados en Senkata y en Sacaba, y en 2008 masacró a campesinos desarmados en Porvenir, Pando.

Miriam mi hermana, queriendo justificar su intención de voto por Quiroga, me dijo que va a votar pensando en el futuro, no en el pasado... cosa que no tiene sentido. Los políticos, como toda persona, pueden o no tener un futuro, pero éste no es ni medianamente conoscible; en cambio, su pasado, que en parte conocemos, nos lleva a confiar o no en ellos. Quiroga fue el vicepresidente de Bánzer, un político-militar subordinado a Estados Unidos y su robo de nuestras materias primas; Bánzer hizo matar a cientos de bolivianos desarmados, los persiguió, encarceló, los hizo torturar; y también le robó mucho a Bolivia.

Paz Pereira es hijo de Paz Zamora, que vendió su servicio político a Bánzer, traicionando la memoria de sus compañeros, hechos matar por el militar dictador.

Los derechistas bolivianos trabajan para EEUU, cuya política imperial guerrista lo hace enemigo de la humanidad. Son parte del campo imperialista el energúmeno y corrupto Milei; Bolsonaro, que amenazó la sobrevivencia del planeta Tierra; el bananero ultra-pro-EEUU Noboa, que les pide a los yanquis abrir una base militar gringa en Ecuador; Bukele, que gobierna para la dirigencia de las mafias y encarcela a los de abajo; la Machado, que llama a EEUU a "sancionar" y a invadir a Venezuela y así es enemiga de su país, que apoya a Israel y habla bien del genocida Netanyahu.

Con el genocidio israelí-estadounidense de los palestinos en Gaza estamos entrando a una nueva etapa de la historia política del mundo, en la que los sucesos de cada país y de cada región estarán más estrechamente ligados que antes a los sucesos de todos los demás países y regiones. Votar por los derechistas bolivianos es apoyar a EEUU, que es nuestro enemigo, nos desea mal y nos hace daño. Recordar que a fines de 2019, Elon Musk dijo que ellos = EEUU golpeaban a quien querían golpear y que los afectados debían aguantarse: se refería al golpe de Camacho y Añez que sacó al MAS del gobierno y que acercó el litio de Uyuni a las manos de los yanquis.

Desde Reagan y Thatcher, hace casi medio siglo, las derechas del mundo trabajan sobre todo para capitalistas piratas = los que expropian más a fondo a las masas de pobres y no se arredran ante robar a otros capitalistas, los desprevenidos. Desde inicio de este siglo, llamamos derecha a la ultraderecha, llamamos centro a la derecha, y ya dejó de haber izquierda propiamente. En el mundo, las derechas son prisioneras del guerrismo estadounidense, que a traición y con gran gasto, siembra caos político, o sea, desorganiza a los países que se dejan imperializar.

Desde el 2023, el imperio de los yanquis es el dueño del acto extremo de los israelíes de destruir físicamente al pueblo palestino y de desaparecer a la nación palestina. Apoyar a los políticos bolivianos derechistas pro-yanquis es apoyar el genocidio estadounidense-israelí. Mirar con simpatía a Milei, Bolsonaro, Noboa, Bukele o a la Machado es apoyar el genocidio. En el mundo, las personas que le hacen caso a su corazón se oponen al mundo sin leyes y abierto a destrucción humana masiva que busca imponer EEUU. Hay la posibilidad de que el mundo entero frene la intención caótica estadounidense, pero también es posible que los yanquis envuelvan al mundo en guerras y desastres. En Bolivia, no nos conviene ser del equipo que puja por la destrucción de leyes y pueblos. Siendo responsables, no votemos por la derecha masacradora histórica sometida a la demencia estadounidense.

Voy a votar en blanco.

Las soluciones de los problemas del país empiezan por hacernos cargo de ellos desde el barrio en que vivimos, pasando por la ciudad y el departamento, llegar a abarcar lo que afecta a todo el país.

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