El desinfle
En medio de la noche me pilla despierto el sonido fiuu, desde donde, apoyada al estante de libros, está la bicicleta. Toco la rueda y siento la llanta desinflada. Sólo puede ser rotura de la tripa de goma amarilla que recubre el agujero de entrada (y salida) de aire de la válvula. Prendo la luz, vuelco la bici, saco contratuerca y válvula: como qué, era eso. Repongo esa goma (es una suerte que, entre las piezas usadas y nuevas de bici, guarde un largo de tripa comprada hace años, goma casi seca de tan vieja, pero aún útil, y deberé comprar nueva) e inflo la cámara. Tengo bici hábil para caminar.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio