lunes, 3 de noviembre de 2025

Aguaitadores de noche

Faltándome no mucho para llegar de vuelta adonde vivo (tan cómodo sitio que, sin serlo técnicamente, lo llamo casa), la bici pidió que la atienda, y tuve que repetir la atención varias veces. Era bien tarde, pero los autos no amainaban su dañar este valle. Con la bici volcada, hurgándole la cadena: a mi lado pasa un carro, dos carros, más tontos, y siguen pasando, no sueltan estos, no dejan de raer el valle. Fue anoche, último día de la fiesta de Difuntos/Todos Santos: gente volvía a pie de los campos santos, algunos, en grupos, entonados, caminando no siempre predecibles. Algunos del montón de encarrados se movían, como en otras noches, muy lento... es su barrio o uno contiguo... pasean, lo reconocen, vigilan, controlan... No soporto a los aguaitadores encarrados: dentro de sus tinglados, emboscados en ellos, chequeando, reconociendo a los propios del barrio de los ajenos, con todas las ventajas materiales ante peatones y ciclistas, atenidos a su peligrosidad... disminuyen aun más su velo... No importa que talvez lo que en realidad estén haciendo sea whatsappear. ¿Acaso puedo ver lo que hacen ahí parapetados tras sus latas?

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio