Los unipodios de C. S. Lewis
En el capítulo 11 de "La travesía del caminante del alba" que es una de las crónicas de Narnia, C. S. Lewis pinta a los unipodios o enanos pata de lancha. Traduzco:
--Bueno, no quieren hacer lo que se les dice. Su tarea es atender el jardín y cultivar alimentos, no para mí, como ellos se imaginan, sino para ellos mismos. Pero no quieren hacerlo de ninguna manera, y tengo que obligarlos. Y claro, jardín y huerto piden agua. Hay un lindo ojo de agua a media milla subiendo la colina. Y de él fluye un arroyo que pasa justo junto al huerto. Lo único que les pedía era que agarraran el agua del arroyo en vez de cansarse subiendo hasta el ojo de agua a pie dos o tres veces al día con sus baldes, fatigándose, además de derramar la mitad del agua a la vuelta. Pero no entendieron. Al final, se negaron en redondo.
--¿Tan estúpidos son?-- preguntó Lucy.
El Mago suspiró. --No creerías los problemas que me han dado. Hace unos meses no salían de lavar platos y cuchillos antes de la comida: decían que así se ahorraban trabajo después. Los he pescado plantando papas hervidas para ahorrarse el cocerlas al desenterrarlas. Un día el gato se coló al establo y veinte de ellos se pusieron a trabajar sacando toda la leche afuera; ni uno pensó en botar al gato.
Acabada la cita de Lewis digo yo que los caprichos tontos de los unipodios me hacen recuerdo a tantos de mis disfuerzos...
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Viéndose monopodia ella, escribe una amiga que "aprendí un poco, solo un poco, de un antiguo jefe eso de no invertir energía en cosas innecesarias y parar lo que sea necesario para no trabajar en balde. Decía él: "mejor no hacer nada más que pensar y buscar el mejor camino para hacer las cosas". En el trabajo me fue funcionando; en la vida... así, así, ja, ja".
Le replico que las ocurrencias de los dufflepuds no son inefectivas sino contraproducentes, y así, cuestionan la idea o rasero del efecto buscado; les subyace una crítica a la racionalidad instrumental. Además, siendo atribuibles a hombres, esas ocurrencias, como el colmo de la imbecilidad que son, podrían pertenecer a seres aun más presuntuosos que nosotros los humanos (los gusanos?). Basta ver el que no saben, no pueden ni aun empezar a oír la voz de Lucy, y el que siguen enceguecidos al vanidoso mayor, su jefe, alentándolo sin cesar. Y fácilmente podemos imaginar a los monopodios enemistados contra él, pues la ilusión de autonomía propia de sujetos que recién toman conciencia de sí (o que sueñan estar siendo conscientes) enfrentados a enemigos reales o imaginarios, que lleva a rebeldía contra el Creador, pasará también por guerra civil. Los monopodios son ante todo rebeldes al acto de gobierno del encargado de ellos por el Criador.
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