sábado, 10 de febrero de 2018

Práctica motorista indiscriminada e ignorante de pinchar las llantas ciclistas

Hace cuatro semanas que vivo en Quillacollo. Voy a la ciudad y vuelvo por la avenida Blanco Galindo (que tiene seis carriles) y por la avenida Víctor Ustáriz o camino viejo (cuatro carriles). Además, parte de mi camino, cerca de mi habitación, es de tierra. De lo que antes parchaba una vez, digamos, cada dos meses, o hasta pasaba cuatro meses sin parchar mis llantas, ahora, en promedio, por cada cuatro o aun tres viajes (viaje de ida, de unos quince quilómetros, no de ida y vuelta) se me pincha una llanta. Cambié cubierta trasera, la semana pasada, pero aun así esta se pinchó dos veces ya. Son los delgados alambres que van soltando las ruedas viejas de los carros. Ayer salí con la delantera con fuga, inflando al salir en la mañana, y volviendo a hacerlo al partir de vuelta en la noche. Unas cuadras antes de llegar de noche, pinché trasera, y tuve que ir alzado sobre los pedales; si me sentaba hubiera dañado el aro. No recuerdo antes haber tenido ambas llantas pinchadas. Hoy al ir a la ciudad, a medio camino, volví a pinchar trasera: saqué un alambrito responsable de una fuga, y un segundo alambre prendido a la cubierta, que aun no había sunchado el neumático.

Recuerdo el tiempo, hace veinte o hasta quince años, en que sacar un alambrito era raro. Los motoristas nos dañan a los ciclistas. Y es probable que ellos ni siguiera lo sepan. Imaginar esta situación real. En alguna medida, en ciertos lugares y momentos, los ciclistas disputamos el espacio con los motoristas; para algunos ciclistas, ciertos motoristas fueron la causa de dejar esta vida; además, los motoristas del valle de Cochabamba en plena motorización furiosa, con indiscriminada ignorancia pinchan las llantas de los ciclistas, perjudicando nuestra movilidad.

Dos semanas después, añado: En siete semanas que uso la Blanco Galindo o la Víctor Ustáriz, se confirma el promedio de una pinchadura por cada tres viajes de ida o vuelta, o lo que es lo mismo, una pinchadura por cada cincuenta kilómetros.

En junio añado: Ahora tengo menos pinchaduras.

Sobre lo mismo ver http://cuadernociclista.blogspot.com/2018/10/alambres-que-pinchan-llantas.html

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