Uno de los lugares
Llegando a ese lugar, una plaza en esta ciudad, recordé algo de él, algo que, hace pocos años, hubo allí bien pintado, una serie de jeroglifos comprensibles, y entonces me pregunté por qué no recordaba cosas allí vividas con una, con una otra y con una tercera mujer, cosas dichas en esa plaza entre ese par y ese segundo par y hasta aquel tercer par de los que hice parte. Y me dije que no sabía por qué, que no podía saberlo ; nada más que por el momento parezco no tener campo para tristezas lejanas ... ¿ Que espero, entonces, los motivos para la tristeza inmediata ?
Igual, dado el caso, con tales motivos, les hago el quite. O trato de. Pero es que lo logro, digo, hoy, que, queriendo y con una fuerza mayor, que debo crear en mí, la tristeza, esa que debe de venir -- así es esta vida, la mía -- la viviré, pero me la sabré chupar, digo, aguantar, como es debido.
Mientras tanto, a saborear estos motivos.
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