De vuelta a casa
Durante los vacíos de carros en unas de las vías por las que de noche vuelvo a casa escucho el frotarse las cubiertas de las ruedas de mi bicicleta sobre el pavimento. Es oír a la bici que hace mi camino. Esa vía no tiene cerca de ella otras; por esto, aun cuando se acerca sonando un motor, es solo ese ruido y no la envoltura grande de ruido que hace un tramado de calles.
Al pasar sin carros cerca un puente en uno de esos caminos, suena el agua que corre abajo. Es de noche, el aire es tibio, las plantas crecen verdes, qué rico es su color verde húmedo mojado, sigue habiendo un poco este valle de Cochabamba.
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