Un peatón rural en el valle de Cochabamba hoy

Por los caminos rurales del valle en urbanización de Cochabamba es hoy, en lugares y durante momentos, difícil estar aun parado a la vera del camino, debido a los muchos carros y las actitudes irrespetuosas de los motoristas.

Ayer comía una tuna sacada de un tonal que crece afuera, en la vía, y en ese rato corto soporté el acercamiento exagerado de dos motoristas. Allí el camino hace una curva con subida leve, y el tonal está en el lado externo de la curva, así que esa gente en carros, por su velocidad mayor a la que yo creo pasable en ese lugar, y por la superficie más llana del borde, se me acercaron y estorbaron.

Ayer mismo, a no muchas cuadras del tonal, mojando con pis a un matorral, dos motoristas acercaron sus carros demasiado a mí, para esquivar un bache en el empedrado. Podían vadearlo por el otro lado, pero no les importó acercarse a mí, un hombre a pie.

Ahora camino. Me gusta caminar. Me bajo de la bicicleta y camino unas cuadras, por puro gusto. Y las molestias de los motoristas son soportables.