El Vice, la indiada y el Bala, por Daniel Robison
Desde la amazonía boliviana
Daniel Robison -- Rurrenabaque, Beni, Bolivia
Tengo un libro que refiere los viajes de un médico botánico en Bolivia en 1888[1]. Él menciona que en una visita a Coroico los habitantes de esa población estaban muy preocupados por los rumores que “chunchos” o indígenas de tierras bajas, se estaban juntando para atacar y quemar a la población. Inicialmente me sorprendió, porque yo asociaba el tema con el altiplano, como mencionaré más abajo. Luego, hace unos años estuve trabajando en el plan de manejo del Parque Nacional Cotapata, y al revisar información histórica nuevamente saltó el tema del temor que había en tiempos pasados de ataques y quemas a Coroico por parte de los chunchos. Que yo me acuerde, no se reportaba un caso concreto de tal evento, pero está claro que el temor estaba presente históricamente entre los habitantes urbanos o vecinos de poblaciones yungueñas.
Similarmente, mis padres que vivieron en Ancoraimes, Provincia Omasuyos, entre 1948 y 1961, es decir, antes y después de la revolución del 1952 y la reforma agraria, han contado del temor profundo que los vecinos tenían de que “la indiada” llegue a atacar y quemar el pueblo. Contaron de un caso en que los rumores de tal ataque eran tan fuertes que los habitantes salieron a pasar la noche en La Peña. Esta última es una formación rocosa muy característica que corre por toda la espalda del pueblo (figura 1.)
Contaban de otra instancia a comienzos de los años 50 en que los rumores de un ataque eran tan fuertes que un vecino, que tenía reputación bien merecida de tratar mal a los campesinos, pasó sus hijos por encima de la barda interna a “la misión” metodista donde vivían mis padres. Como la iglesia metodista justamente trabajaba con campesinos, el vecino pensaba que sus hijos estarían a salvo en la misión. Nuevamente, que yo sepa, nunca hubo tal ataque ni tal quema.
Las palabras “indio” e “indiada” eran prohibidas en mi casa, más bien por ahí pasó el primer médico aymara y la primera mujer de pollera en ingresar y egresar de la UMSA. Sin embargo, me crie sabiendo muy bien que había un desprecio y simultáneo temor a esa mayoría indígena por parte de los habitantes urbanos de Bolivia. Ese temor profundo, y la palabra indiada, la asociaba con gente muy urbana que no conocía, ni quería conocer, a gente indígena.
Ese sentimiento, y la amenaza subyacente, se explotó en tiempos del MNR[2] con los famosos milicianos (Figuras 2 y 3). El MNR ocasionalmente movilizaba campesinos y mineros (en su gran mayoría de extracción indígena) armados supuestamente con los fusiles máuser con los que habían regresado de la Guerra del Chaco, o que se habrían traído al volver del servicio militar[3]. Este uso de los milicianos se planteaba como lucha entre clases sociales y con fines de lograr y consolidar el sufragio universal, educación universal y la primera reforma agraria. Uno podría estar de acuerdo con los fines, pero siempre pensé que era potencialmente muy delicado y peligroso usar a una mayoría indígena armada para generar temor entre la población urbana o no indígena.
Durante unas décadas el tema no se tocaba mucho, pero rebrotó en forma notable con el cerco a la ciudad de La Paz en el año 2000 por campesinos (primera vez en más de 200 años) precipitado por la muerte de campesinos de Achacachi a manos del Ejército[4], y luego con otro cerco a la capital, apenas 3 años más tarde, del cual se escapó Goni[5].
Sin embargo, con mucha preocupación observé nuevamente el “uso oficial” del tema en la parada militar que se hizo en el Aeropuerto El Trompillo (Santa Cruz), el 6 de agosto del 2006, o sea el primer aniversario patrio con el MAS en el poder. Algunos se acordarán que esa parada se hizo detrás de rejas porque incluía entre otras características, el desfile de “Ponchos Rojos” de la provincia altiplánica de Omasuyos (departamento de La Paz), con pasamontañas tapando la cara y armados con los famosos máuseres (Figura 4 a y b.)
Yo entendí que el objetivo era mandar un mensaje a los separatistas que supuestamente estaban planificando la independización de la famosa “media luna[6]”. Era un mensaje deliberado del Gobierno explotando el temor histórico a la violencia racial que vengo describiendo. Como habitante del Beni, y por ende de la media luna, veía los supuestos intentos separatistas como muy lejanos e improbables. Veía más bien esta amenaza con Ponchos Rojos como una escalada de amenazas de violencia entre grupos étnicos, totalmente innecesaria e injustificable[7].
Considero que el uso de la amenaza de “la indiada” estaba también subyacente en la Masacre de Porvenir, en Pando, ocurrida el 11 de septiembre del 2008, donde de acuerdo al informe de la comisión de UNASUR se confirmaron 19 muertos[8]. Aunque ya hayan pasado más de 8 años mucho queda por aclarar del desenlace. Sin embargo, leyendo nuevamente el informe de UNSASUR hecho por representantes de varios países a pocas semanas del evento y entrevistando a ambos bandos, hay coincidencia en lo siguiente: había una marcha/ movilización de gente de Riberalta (Beni) hacia Cobija (Pando) por el tema de tenencia de la tierra en Pando, y gente de la Prefectura y Comité Cívico de Cobija llegó al Porvenir para cavar una zanja con maquinaria pesada, para evitar que pase dicha movilización. Había una clara correlación étnica o de residencia donde los marchistas eran supuestamente indígenas y los de Cobija gente urbana, supuestamente mestiza. De los 19 muertos, 2 fueron “cívicos” de Cobija y 17 fueron “campesinos y normalistas” que en su mayoría tenían apellidos de indígenas, tanto de tierras bajas como andinos.
Al parecer, el contexto de esta matanza fue agudizado por la manipulación y uso político del miedo que ha existido históricamente entre la población campesina indígena y la población urbana. No dudo de que los cívicos se hayan animado entre ellos diciendo “viene la indiada a quemar las oficinas de INRA, no debemos permitirlo.” Si bien no hay pruebas de que el Gobierno nacional haya manipulado los temores colectivos en este caso específico, tampoco hizo nada para evitar el enfrentamiento que se venía anunciando con días de anticipación. Existe una presencia militar grande en Pando, siendo una región fronteriza, y en el mismo sitio hubo policía que no hizo nada para evitar el enfrentamiento.
Sí me consta que el Gobierno ha manipulado este temor a la “indiada” en al menos otras tres ocasiones, incluyendo la parada militar ya discutida, y las recientes declaraciones del vicepresidente más abajo, que me animaron a escribir este blog.
Primero, en diciembre del 2010 se organizó un bloqueo de caminos y toma de aeropuerto cercando a Rurrenabaque (población amazónica en el departamento del Beni), para obligar a esta población a construir un puente sobre el río Beni en una ubicación que no quería, habiendo mejor ubicación río abajo. Existe un blog dedicado a este tema[9]. Fui tomado personalmente de rehén en este bloqueo por hombres armados de palos con clavos de calamina atravesando la punta. Entre las cabecillas había gente hablando aymara, entonces les hablé unas palabras en esa lengua. No sé cuánto ayudó mi caso, pero sé que corrió el rumor de que habían agarrado al “gringo Robison y que habla aymara.” Como consecuencia, el segundo día, cuando la situación estaba algo más calmada, se acercó un señor a la "carcel sindical", casi a escondidas, para preguntar si yo era hijo del Pastor Milton Robinson, que había sido su profesor décadas antes en el altiplano. Resulta que este señor, ya mayor, era parte de un grupo que se había traído de la provincia Omasuyos para reforzar el bloqueo en Rurrenabaque. Hacía mucho calor para que tengan ponchos, pero en efecto eran un grupo de Ponchos Rojos transportados al trópico desde la región de Achacachi, para imponer por la fuerza la ubicación de un puente, en contra de la opinión de los directamente afectados.
Y la tercera ocasión es más reciente, y ocurrió el 11 de diciembre del 2016, cuando el Vicepresidente García Linera visitó a Achacachi, capital de la Provincia Omaysuyos, para inaugurar obras y convocó a los Ponchos Rojos específicamente para movilizarse por el tema de las Represas del Chepete y del Bala,[10] ubicadas en la parte amazónica del Departamento de La Paz y en el Beni, y que insisten en seguir llamando solo “Bala”(figura 5). "Mis hermanos Ponchos Rojos de Omasuyos, capaz también va a ser necesario marchar para defender los proyectos que La Paz necesita (…) Por la lucha de los Ponchos Rojos tenemos gas y ahora también habrá que pelear por las represas y carreteras para La Paz. Ponchos Rojos, voy a estar atento a su convocatoria.” Pocos días más tarde, el 30 de diciembre 2016, volvió el Vicepresidente a Achacachi para inaugurar viviendas y nuevamente se refirió al “tema del Bala” calificando a los que se oponen como “traidores[11]”. "Esos que se oponen a que hagamos carreteras son traidores a Bolivia, esas personas que no quieren que hagamos represas no quieren que Bolivia avance (…) estén alertas contra esa gente que quiere que nuestra Bolivia siga siendo descuartizada por otros países"."Cuando quisimos hacer carretera al Tipnis no nos dejaron hacer carretera, como no nos quieren dejar hacer carreteras al norte de La Paz, como no nos quieren dejar hacer nuestra represa de El Bala". Finalmente, el 24 de enero de 2017, el Vicepresidente en conferencia de prensa anunció que la energía que se generaría en “El Bala” ya no sería sólo para Brasil sino también para Chile[12]. “Cuando tengamos el Bala funcionando o tengamos parte de Rositas funcionando, Bolivia se presenta en el mercado de Chile y de Brasil con una gran oferta de grandes volúmenes energéticos y muy buenos precios.”
El Vicepresidente describe a los opositores de las represas como traidores y gente de derecha. Pero en realidad quienes se oponen más, con muy buenas razones, son la gente de las 46 comunidades y 5 Tierras Comunitarias de Origen que serían directamente afectadas por la inundación que causarán las dos represas propuestas, Chepete y Bala[13] (Figura 6).
Que el Vicepresidente critique y tergiverse las preocupaciones de las comunidades indígenas que sólo tratan de defender sus territorios y sus medios de vida, es lamentable y demuestra que, para el Gobierno de Bolivia, los indígenas de la Amazonía siguen siendo ciudadanos de segunda clase, y que quienes cuentan son los bolivianos de las ciudades, mineros y cocaleros quienes supuestamente se beneficiarían de los supuestos ingresos de la venta de energía.
Entre lo criticable de las propuestas del Gobierno es que Bolivia tiene un enorme potencial para generar energía eléctrica con alternativas eólicas, solares, o por medio de obras hidroeléctricas de menor tamaño, costo e impacto y sin inundar a ninguna comunidad o Parque Nacional[14]. Y la caprichosa insistencia en estas mega represas sólo podría entenderse, siendo optimistas, por la soberbia y ambición de poder de los políticos que se perpetúan en el poder manipulando las inseguridades de una nación joven que se siente más importante con obras gigantes, satélites propios y centrales nucleares. O en el peor de los casos, se entendería por el interés en los mega-negocios que esta escala de emprendimientos genera.
Más aún, en su conjunto, estas declaraciones de García Linera plantean algunos interrogantes:
¿Quién es traidor en estos procesos? ¿No es el Gobierno de Bolivia quien traiciona a los pueblos indígenas, cuando busca desplazarlos de sus territorios ancestrales, desprestigiarlos ante la opinión pública por defenderse, y todo con el supuesto fin de venderle a Chile y otros vecinos energía de “muy buen precio”?
Siendo que Chile ha abandonado recientemente 5 propuestas de hidroeléctricas por tener muy altos costos sociales y ambientales, ¿por qué el Gobierno promueve que Bolivia pague los costos sociales y ambientales de producir energía a “buen precio” para venderle a Chile?
Pero tal vez la traición más grande es la de intentar enfrentar a los pueblos indígenas unos con otros, motivando divisiones y violencias de un grupo étnico en contra de otros cinco pueblos indígenas de las famosas naciones “pluri” del Estado Plurinacional.
Estas manipulaciones, arraigadas en conflictos y temores ancestrales, y exacerbadas mediáticamente, ponen en evidencia que nuestro actual liderazgo político podrá declararse marxista, pero es predominantemente de mentalidad urbana centralista y burguesa, y que la irrespetuosa e irresponsable manera en la cual intenta utilizar a los Ponchos Rojos para vulnerar a los indígenas amazónicos muestra que para el MAS, está bien usar “la indiada” como peones políticos, pero que nunca tendrán derechos y criterios propios a ser tomados en cuenta.
Notas
[1] Jungle Memories, por Henry Rusby.
[2] Para los lectores no-bolivianos, el Movimiento Nacionalista Revolucionario fue el partido asociado con la Revolución de 1952 y la consecuente reforma agraria, sufragio universal, nacionalización de minas e hidrocarburos, etc.
[3] http://www.educa.com.bo/revolucion-1952-1964/el-viejo-y-el-nuevo-ejercito-las-milicias-populares
[4] https://chaskiclandestino.wordpress.com/2015/04/10/el-agua-es-la-sangre-de-la-pachamama-el-primer-levantamiento-aymara-en-achacachi-9-de-abril-del-2000/
[5] www.la-razon.com/.../Memoria-Octubre-masacre-cobro-vidas_0_2145385493.html
[6] Los departamentos de Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando que tiene la mayor parte de las tierras bajas del país, en forma de media luna, y donde había inicialmente más oposición al gobierno del MAS.
[7] A manera de anécdota, a finales del mismo 2006 estuve en un taller en Guatemala donde una líder indígena de ese país se excusó en forma adelantada, porque iba a un evento para formalmente nominar a Evo Morales al premio Nobel de la Paz.
[8]http://web.archive.org/web/20140207120932/http://alainet.org/images/INFORME%20UNASUR%20FINAL.pdf
[9] http://drobisonbolivia.blogspot.com/2015/01/el-puente-que-va-de-la-irracionalidad_68.html
[10] http://www.paginasiete.bo/nacional/2016/12/12/vice-convoca-ponchos-rojos-movilizarse-represa-bala-120118.html
[11] http://www.lostiempos.com/actualidad/nacional/20161231/garcia-dice-que-quienes-se-oponen-carreteras-represas-son-traidores
[12]http://www.erbol.com.bo/noticia/economia/25012017/vice_anuncia_que_bolivia_ofrecera_energia_chile_con_buenos_precios
[13] http://drobisonbolivia.blogspot.com/2016/10/mega-represas-del-bala-y-mega-represas.html
[14] http://drobisonbolivia.blogspot.com/2016/09/represas-en-el-bala-y-chepete-pura.html
Imágenes integradas
Figura 1. Plaza de Ancoraimes, hacia 1955 con La Peña al fondo. Foto Barbara Robison
Figura 2. Milicianos armados traídos a La Paz en la década de los 50. Fuente: www.luchadeclases.org
Figura 3. Mineros armados traídos a La Paz en la época de la revolución del 52. Fuente: revista Life.
Figura 4a.
Figura 4 a y b. Ponchos rojos armados en parada militar el Trompillo. 2006. Fuente www.eforobolivia.org
Figura 5. Vicepresidente García Linera en Achacachi alentando y convocando a los Ponchos Rojos para movilizarse sobre el Chepete y el Bala, 11 de diciembre. Página 7, 12 diciembre, 2017.
Figura 6. Las 46 comunidades que se inundarían con la represa en el Chepete, y la relación con las 5 TCO: Mosetenes, Lecos de Apolo, Lecos de Larecaja, Pilón Lajas, San José de Uchupiamonas, y Tacana I.
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