jueves, 1 de noviembre de 2018

El asfaltado

Cubren la tierra con un aceite negro espeso. La tierra queda tapada. La tierra muere.

Por esta calle Tumusla -- de la que sacaron las losetas hexagonales de cemento que la cubrían para ahora asfaltarla -- hace muchos años, con mi wawa Ernesto. Él: "Pa, no por aquí". Le pregunto por qué. Responde: "Duele". Los desniveles entre losetas le hacían saltar el trasero sobre la barra de la Fénix.

Si, como hoy, otras veces me quedara mirando un rato, como esta noche, quieto mirar el suelo, que ayer noche era de tierra abierta, y hoy está ennegrecido por el aceite grueso que le echaron encima... si pudiera como hoy (y como alguna otra vez también hice -- tan insensible no soy) ponerme abierto dispuesto a sentir... ¿qué es esto que hacen con la tierra? ¿qué le hacen a la tierra? Asfaltar es echar sobre la tierra aceite caliente, aceite grueso cuya última capa contiene un ripio ligero. Asfaltar es tapar, clausurar a la tierra, cerrarla, dejarla cancelada, anularla.

¿Qué es la ciudad? Ver las cosas que se hacen en ella, las cosas que hacemos en ella, quedarnos mirando esas cosas, salirnos durante un momento de lo sobreentendido, sorprendernos por ello, y ponernos con esfuerzo a entenderlo de verdad. Contemplar la ciudad. Contemplar quiere decir, originalmente, comparar el modelo o templo celeste acabado de lo terrestre por hacer, por "construir". Entonces, nuestro contemplar debe tener pensado, visto en la imaginación moral, un templo o modo o conducta celeste con los cuales contrastar esto terrestre que está ya hecho, habitualmente mal hecho, hecho para el daño.

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