viernes, 8 de noviembre de 2019

Micción culpable

Escribo en una sala de internet en Colcapirwa. Antes de sentarme a esta pantalla, estiro las piernas en la calle, me lavo los dientes y orino en un rincón oscuro. Es temprano en la noche y en esta cuadra están abiertas, están al cerrar varias (hasta muchas) de las otras salas de internet que habitualmente encuentro cerradas. Gente camina cerca de mí, que orino. Los dueños de la casa a cuya puerta hago esto que no debería hacer, ¿no se cansarán de esta malacrianza? Para evitar esto, debería prever, parar antes, en otro lugar, con menos gente, donde mi micción no perjudique así.

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Llegando a una hora y media sentado escribiendo y leyendo en una pantalla de computadora conectada a la red de internet, con dos personas jóvenes que juegan a cada uno de mis lados, me siento raro. Este aislamiento (además, oigo música con audífonos, y el volumen es fuerte) es fregado. No es natural estar así, hacer así. Buscaré opciones. A ver... escribir a mano y venir aquí a copiar... Pero el tiempo usado ante la computadora sería el mismo, ya que redacto rápido... ¿Qué hago, cómo hago para disminuir este uso de computadora y de internet, que no me gusta?

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